En Hawai, una discípula fue a ver a Śrīla Prabhupāda llevando consigo a
su hija de un año. Cuando el presidente del templo la presentó, comentó que
estaban intentando que la madre pudiera ganar dinero para sus necesidades sin
que ello supusiera una carga para las finanzas del templo.
La devota dijo haber oído que había un trabajo para recoger guayabas en
la isla. Pero Prabhupāda indicó que una madre con un niño no debería llevar a
cabo labores tan fatigosas. Cuando ella le sugirió que una alternativa podría
ser distribuir sus libros, Prabhupāda sonrió y dijo:
—Sí, haz eso.
Durante la conversación, la pequeña aprovechó para ponerse a jugar con
los papeles que había encima del escritorio de Prabhupāda.
—No —dijo Prabhupāda moviendo su dedo frente a la niña.
La devota tomó a su hija y la colocó a su lado. Pero entonces la pequeña
se puso a gatear hasta donde se encontraba Prabhupāda y comenzó a tocarle los
pies.
—No —la regañó la madre. Entonces quiso retirarla. Pero Prabhupāda dijo:
—Déjala, está bien. Mis papeles no se pueden tocar, pero mis pies sí. Le
tienes que enseñar bien.
Sabiendo que su momento para el darśana
se terminaba, la madre intentó introducir una cuestión filosófica para obtener
algún beneficio espiritual de aquella rara oportunidad de hablar con Śrīla
Prabhupāda, de modo que preguntó:
—¿Cómo se libera uno del miedo?—. Prabhupāda respondió con el ejemplo de
Prahlāda Mahārāja. —Él —dijo Prabhupāda— veía todo como procedente de Kṛṣṇa ya
fuera bueno o malo, mientras que para el demonio únicamente había miedo.
Entonces Prabhupāda bebió agua y tendió el vaso a la pequeña. Pero la
niña, que ya se sentía cansada y estaba caprichosa, rechazó el agua, se tiró al
suelo y comenzó a golpearse la cabeza en un arranque de mal genio. Pero antes
de que empezara a llorar, Prabhupāda la interrumpió:
—¡Mira! —dijo señalando el suelo—. ¡Haz roto el piso!
La niña se levantó de un salto y miró al suelo. Entonces Prabhupāda hizo
señas de que podían retirarse.
Entrevista con Bhavatāriṇī-devī dāsī
¡Me fascina lo experto que es Srila Prabhupada con el trato para TODAS las entidades vivientes!. ¡Jay Srila Prabhupada!. MMVD. ¡Gracias por compartir!
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