Un discípulo le preguntó a Śrīla Prabhupāda cómo era que devotos
favorecidos que estuvieron cerca de él, ahora habían caído y abandonado la
práctica de la conciencia de Kṛṣṇa. Śrīla Prabhupāda replicó que la cercanía
física no es lo importante. Dio el ejemplo de que puede haber un mosquito en el
regazo del rey pero eso no significa que el mosquito sea favorecido por el rey.
Más bien ese mosquito puede estar molestándolo. Debido a los condicionamientos
del pasado confundimos cercanía física con intimidad completa. El servicio al
maestro espiritual no se restringe sólo a los que están físicamente cerca. De
hecho, los más cercanos pueden estar perturbando más que colaborando.
Śrīla Prabhupāda dijo que la gente de la India son 90 por ciento
conscientes de Kṛṣṇa; lo único que necesitan es un líder adecuado. Para
ilustrar este punto dijo que incluso un elefante muerto es muy valioso
económicamente, porque tiene buenos colmillos, piel, etc. Similarmente la
civilización védica de la India
es tan supremamente maravillosa que aun cuando está prácticamente muerta sigue
siendo muy valiosa.
Entrevista con Girirāja Swami
Otra
historia que contó Prabhupāda fue sobre cómo uno tiene que estar cualificado
por su conciencia para sentarse en el trono de un rey o en el vyāsāsana del maestro espiritual.
Una persona cualificada puede sentarse en un asiento elevado y un perro
también, pero si el perro se sentara en el vyāsāsana y alguien tirara un hueso delante de él, el perro saltaría
inmediatamente del elevado asiento y se abalanzaría sobre el hueso. De modo que
su actividad revelaría su verdadera conciencia.
Prabhupāda explicó cómo los ingleses se las arreglaron para partir la India en dos: Indostán y
Paquistán. Su táctica fue similar a la del gato que aconsejó a dos monos que
estaban riñendo por una torta. El gato dijo: —Déjenme cortarla por la mitad y
luego pesaremos los dos pedazos con una balanza—. El gato dividió la torta en
dos porciones, pero al pesarlas dijo:
—Oh, este pedazo es más pesado—. Para igualarlos se comió un trocito de
la porción, pero entonces: —Oh, ahora es el otro lado el que ha quedado más
pesado. Le comeré un pedacito para igualarlos—. Y así en pocos momentos se
comió las dos mitades. Similarmente, mediante esta «división equitativa» por
parte de Inglaterra, la India
quedó acabada.
Entrevista con Puṣkara dāsa
Un profesor le dijo a Śrīla Prabhupāda que aunque estaba atraído al bhakti, se consideraba un jñānī. Prabhupāda replicó que realmente
un filósofo impersonalista no es un jñānī
sino un principiante. Sólo cuando uno entiende a Kṛṣṇa —tal como se describe en
el Bhagavad-gītā 7.19: jñānavān māṁ
prapadyate, «aquel que verdaderamente tiene conocimiento se entrega a Mí»—
sólo entonces uno se vuelve un jñānī.
El significado real de la palabra conocimiento no es la habilidad para
expresarse de una manera gramaticalmente sofisticada, sino el realmente conocer
la Verdad. Para
ilustrar esto Prabhupāda dijo que una vez, en la India un mono había entrado
en una oficina, había tirado los papeles por todas partes y había escapado.
Cuando el supervisor inglés le preguntó al oficinista qué había sucedido, el
hindú no había podido hablar suficiente inglés como para hacerse entender, así
que empezó a imitar al simio saltando y gritando y tirando los papeles al aire.
De esta forma el supervisor rápidamente entendió lo que había sucedido. —Así
—dijo Śrīla Prabhupāda— de una manera u otra tenemos que comunicar la
conciencia de Kṛṣṇa y el importante mensaje será comprendido.
Diario de Hari-śauri dāsa
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