32. Gotitas de néctar - Ese es el prejuicio de tu cuerpo



El discípulo de Prabhupāda Nava-yogendra se sorprendió mucho la primera vez que vio a Prabhupāda enfadarse. Prabhupāda se enfadó cuando el joven que había sido designado para vigilar su habitación se alejó de su puesto. Prabhupāda había hecho sonar el timbre una y otra vez, pero el devoto no apareció. Entonces se dirigió a Nava-yogendra, que se encontraba en la habitación de Prabhupāda en ese momento, y le dijo:

—¡Ve a ver dónde está ese sinvergüenza! Debería estar aquí y no está. Cuando llegue, hazlo pasar.

Más tarde, cuando el joven volvió, Nava-yogendra lo hizo pasar y vio que Prabhupāda se puso furioso.

—¡¿Dónde estabas?! —gritó Prabhupāda. El devoto comenzó a temblar—. ¿Por qué no te quedaste afuera? No has sido leal. ¿Por qué no cumples con tu deber?—. Nava-yogendra también se echó a temblar a pesar de que él no era el objeto del castigo.

Prabhupāda siguió así durante varios minutos, reprendiendo al guarda distraído y acusándole de falta de atención grave en el servicio.

Pero en cuanto el devoto dejó la habitación, Prabhupāda retomó la conversación con Nava-yogendra como si nada hubiera ocurrido. En su rostro no quedaba la más mínima sombra de ira. Nava-yogendra estaba mudo de la sorpresa y concluyó que la furia de Prabhupāda era únicamente para que el devoto rectificara y que en ningún modo había surgido de unos sentidos incontrolados.

—Śrīla Prabhupāda —preguntó Nava-yogendra—, ¿cómo debemos sentirnos cuando usted se enfada con alguno de nosotros?

Śrīla Prabhupāda respondió:

—Cuando el maestro espiritual está enojado contigo debes alegrarte, porque significa que te está prestando atención.

Prabhupāda continuó diciendo que hay muchos cientos y miles de personas en la calle a las que nadie presta atención. Pero si el maestro espiritual se enfada con un discípulo en particular, esa es su misericordia amorosa hacia ese devoto.
Entrevista con Nava-yogendra Swami

—Parece ser que predicar en África es una pérdida de tiempo —dijo el discípulo de Prabhupāda Gargamuni. Él quería convencer a Śrīla Prabhupāda de que su hermano Brahmānanda Swami volviera y se reuniera con ellos en la India.

—Prabhupāda, ¿qué está haciendo Brahmānanda allí? Él podría estar aquí en la India. Dudo mucho que la gente de esos lugares se vuelva consciente de Kṛṣṇa, porque están muy atrasados.

—Tú piensas que los negros no pueden ser conscientes de Kṛṣṇa porque estás en un cuerpo diferente. Estás en un cuerpo blanco. Ese es el prejuicio de tu cuerpo. Tú piensas así, pero desde mi punto de vista yo a ti te veo como un negro de piel blanca.

Gargamuni salió confundido de la habitación de Prabhupāda, dándose cuenta de que había sido derrotado por su maestro espiritual. A la primera persona que encontró le dijo:

—¿Sabes lo que me acaba de decir Prabhupāda? ¡Que soy un negro de piel blanca!
Clase de Brahmānanda Swami

1 comentario:

  1. De la primera historia, ¡mis reverencias cientos y cientos de veces sean a Srila Prabhupada y sus discípulos quienes misericordiosamente nos comparten este néctar!, yo también temble al ir leyendo la historia y me sentí tan feliz de la explicación que dió Srila Prabhupada.
    De la segunda historia, perdón no pude dejar de reir, sé que debo ver siempre con reverencia estos pasatiempos, pero no puedo evitar ver lo humorístico de la historia.
    MMVD

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