El discípulo de Prabhupāda Nava-yogendra se sorprendió mucho la primera
vez que vio a Prabhupāda enfadarse. Prabhupāda se enfadó cuando el joven que
había sido designado para vigilar su habitación se alejó de su puesto. Prabhupāda
había hecho sonar el timbre una y otra vez, pero el devoto no apareció.
Entonces se dirigió a Nava-yogendra, que se encontraba en la habitación de
Prabhupāda en ese momento, y le dijo:
—¡Ve a ver dónde está ese sinvergüenza! Debería estar aquí y no está.
Cuando llegue, hazlo pasar.
Más tarde, cuando el joven volvió, Nava-yogendra lo hizo pasar y vio que
Prabhupāda se puso furioso.
—¡¿Dónde estabas?! —gritó Prabhupāda. El devoto comenzó a temblar—. ¿Por
qué no te quedaste afuera? No has sido leal. ¿Por qué no cumples con tu
deber?—. Nava-yogendra también se echó a temblar a pesar de que él no era el
objeto del castigo.
Prabhupāda siguió así durante varios minutos, reprendiendo al guarda
distraído y acusándole de falta de atención grave en el servicio.
Pero en cuanto el devoto dejó la habitación, Prabhupāda retomó la
conversación con Nava-yogendra como si nada hubiera ocurrido. En su rostro no
quedaba la más mínima sombra de ira. Nava-yogendra estaba mudo de la sorpresa y
concluyó que la furia de Prabhupāda era únicamente para que el devoto
rectificara y que en ningún modo había surgido de unos sentidos incontrolados.
—Śrīla Prabhupāda —preguntó Nava-yogendra—, ¿cómo debemos sentirnos
cuando usted se enfada con alguno de nosotros?
Śrīla Prabhupāda respondió:
—Cuando el maestro espiritual está enojado contigo debes alegrarte,
porque significa que te está prestando atención.
Prabhupāda continuó diciendo que hay muchos cientos y miles de personas
en la calle a las que nadie presta atención. Pero si el maestro espiritual se
enfada con un discípulo en particular, esa es su misericordia amorosa hacia ese
devoto.
Entrevista con Nava-yogendra Swami
—Parece ser que predicar en África es una pérdida de tiempo —dijo el
discípulo de Prabhupāda Gargamuni. Él quería convencer a Śrīla Prabhupāda de
que su hermano Brahmānanda Swami volviera y se reuniera con ellos en la India.
—Prabhupāda, ¿qué está haciendo Brahmānanda allí? Él podría estar aquí
en la India. Dudo
mucho que la gente de esos lugares se vuelva consciente de Kṛṣṇa, porque están
muy atrasados.
—Tú piensas que los negros no pueden ser conscientes de Kṛṣṇa porque
estás en un cuerpo diferente. Estás en un cuerpo blanco. Ese es el prejuicio de
tu cuerpo. Tú piensas así, pero desde mi punto de vista yo a ti te veo como un
negro de piel blanca.
Gargamuni salió confundido de la habitación de Prabhupāda, dándose
cuenta de que había sido derrotado por su maestro espiritual. A la primera
persona que encontró le dijo:
—¿Sabes lo que me acaba de decir Prabhupāda? ¡Que soy un negro de piel
blanca!
Clase de Brahmānanda Swami
De la primera historia, ¡mis reverencias cientos y cientos de veces sean a Srila Prabhupada y sus discípulos quienes misericordiosamente nos comparten este néctar!, yo también temble al ir leyendo la historia y me sentí tan feliz de la explicación que dió Srila Prabhupada.
ResponderEliminarDe la segunda historia, perdón no pude dejar de reir, sé que debo ver siempre con reverencia estos pasatiempos, pero no puedo evitar ver lo humorístico de la historia.
MMVD