33. Śrīla Prabhupāda dijo: Acerca del cristianismo



En lo que respecta a la Trinidad cristiana, yo creo que es Dios Padre, el Espíritu Santo y el Hijo. Una persona consciente de Kṛṣṇa acepta esto con los nombres de Viṣṇu, Paramātmā y jīva. Dios es una persona, el Espíritu Santo o Superalma es una persona y la entidad viviente también es una persona. Y María es la representación de la energía de Dios. Ya sea como energía interna (Rādhārāṇī) o como energía externa (Durgā), la energía de la Divinidad puede ser considerada como la madre de las entidades vivientes. No existe contradicción entre la Biblia y los Vedas; simplemente algunas personas formulan sus ideas personales, provocando así las discordias.
Nadie puede decir que la Biblia esté dirigida a la misma clase de personas que el Bhagavad-gītā. Y el Bhagavad-gītā es el ABC del conocimiento espiritual. Por encima se encuentra el Śrīmad-Bhāgavatam. Nadie puede concebir la grandeza del Śrīmad-Bhāgavatam. Y por encima está el Caitanya-caritāmṛta. Pero empezando desde la Biblia o el Corán, el principio sigue siendo el mismo. Es como empezar con un diccionario de bolsillo y pasar a un diccionario enciclopédico completo.
Carta a Śivānanda dāsa (19 abril 1968)

Los artículos que aparecieron en el periódico cristiano Southern Cross (Cruz del Sur) están muy bien. Me complace ver cómo la comunidad cristiana aprecia nuestro movimiento. De hecho no estamos enfrentados a ellos. Aceptamos a Jesús como el Hijo de Dios y como un gran vaiṣṇava. Porque apareciera en otro país no significa que no debamos ofrecerle respetos. Si nos ceñimos a nuestros principios tal como yo les he dado, los sacerdotes nos respetarán cada vez más y apreciarán más nuestra filosofía. Por eso hago mucho hincapié en las reglas y regulaciones devocionales.
Carta a Amogha dāsa (5 agosto 1974)

Los que predican en nombre de Cristo son unos necios porque no siguen siquiera el más sencillo de sus mandamientos: «No matarás». He conocido a muchos cristianos, y cada vez que les pregunto por qué están matando, no saben qué responder. El primer principio de la vida espiritual es la no violencia. Ellos dirán que matar en este sentido significa asesinar, pero incluso si aceptamos este argumento, ello significaría que la sociedad en la que Cristo predicaba estaba formada de asesinos. De modo que ¿qué clase de hombres eran? Y de hecho vemos que es verdad, ya que asesinaron a Jesucristo. En cualquier caso, no hay nada en el mundo que pueda compararse con nuestro movimiento, nuestro canto y nuestro baile. Canten y bailen, y cuando estén cansados, tomen prasāda. Ésta es nuestra sólida prédica por todo el mundo.

Carta a Bhakta dāsa (3 agosto 1973)

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