34. Śrīla Prabhupāda cuenta historias



Śrīla Prabhupāda solía contar historias sacadas de antiguos libros hindúes tales como el Hitopadeśa, y había memorizado muchos ślokas de Cāṇakya Paṇḍita. He aquí una selección de los ejemplos de estos escritos que Prabhupāda solía utilizar con más frecuencia.

viśvāso naiva kartavyaḥ strīṣu rāja-kuleṣu ca
Nunca te fíes de una mujer ni de un político.

mātṛvat para-dāreṣu para-dravyesū loṣtavat
 ātmavat sarva-bhūteṣu yaḥ paśyati sa paṇḍitaḥ
Una persona educada es aquella que ve las propiedades de los demás como basura tirada en la calle, trata a otros como le gustaría que lo trataran a él, y ve a cada mujer —menos a su esposa— como su madre.

lālayet pañca-varṣāṇi daśa-varṣāṇi tāḍayet
prāpte tu ṣoḍaśe varṣe putraṁ mitra-vad ācaret
Mima a tu hijo hasta que tenga cinco años y usa el palo por diez años más, pero cuando llegue a los dieciséis, trátalo como a un amigo.

varam eko guṇī-putro na ca mūrkha-śatair api
ekaś candras tamo hanti na ca tārā-gaṇair api
Un solo hijo dotado de buenas cualidades es mucho mejor que cientos carentes de ellas, así como la Luna —aunque una sola— disipa la oscuridad que las estrellas —aunque muchas— no pueden.
ātma-mātā guroḥ-patnī brāhmaṇī rāja-patnikā
dhenur dhatrī tathā pṛthvī saptaitā mātaraḥ smṛtaḥ
Estas siete deben ser consideradas como madres: la propia madre, la esposa del maestro espiritual, la esposa de un brāhmaṇa, la esposa del rey, la vaca, la nodriza y la Tierra.

El fuego, las deudas y la enfermedad deben ser contrarrestados de inmediato.

Los sentidos son como serpientes que muerden, y por ello incluso un hombre sabio no debe sentarse a solas con una mujer, aunque ésta sea su hermana o su madre.

Los enemigos de tu casa son: tu hijo si está loco, tu sirviente si habla de ti a tus espaldas, tu esposa si es muy hermosa o si te habla con dureza. Si tienes estos enemigos en tu hogar, debes abandonarlo y volverte renunciante.

Dichoso el hombre que carece de deudas y que no tiene que salir de su casa. (Śrīla Prabhupāda solía citar este último verso para criticar a la civilización moderna, que envía a los trabajadores a recorrer grandes distancias para ir a su trabajo. Un simple aldeano con un pequeño terreno y una vaca, o realizando algún pequeño oficio, tiene la opulencia de ocuparse de su negocio en casa.)

Satsvarūpa dāsa Goswami

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