Tamāla Kṛṣṇa Goswami fue el primer discípulo de ISKCON en recibir sannyāsa siendo miembro del GBC. Śrīla
Prabhupāda se lo otorgó en Jaipur en 1971 y la idea inicial era que Tamāla Kṛṣṇa
Goswami renunciaría a sus responsabilidades de gestión y se dedicaría
simplemente a viajar y a predicar. Tras una breve gira llena de éxito en
Gujarat regresó a Bombay junto a Śrīla Prabhupāda. Pero como su ex-esposa vivía
en ese templo, Tamāla Kṛṣṇa Goswami pensó que no debía ir allí en persona, de
manera que mandó a su ayudante mientras él esperaba en la estación. Pero cuando
Prabhupāda supo que estaba en la estación, envió a un devoto a que lo recogiera
y lo trajera junto a él.
Tan pronto como Tamāla Kṛṣṇa Goswami entró en la habitación de Śrīla
Prabhupāda y empezó a dar las reverencias a su maestro espiritual, Śrīla
Prabhupāda comenzó a hablar: —No hay problema en este sentido. El templo es un
lugar neutral donde se puede venir siempre, en cualquier situación; no hay nada
malo en ello—. Prabhupāda estaba complacido de que su discípulo sannyāsī fuera tan estricto en sus
votos, pero le aseguró que no había ningún problema por encontrarse en el mismo
templo que su ex-esposa.
La iniciación de sannyāsa
había llenado de humildad a Tamāla Kṛṣṇa Goswami, y puesto que ya no era un
líder, tomó asiento al fondo de la habitación. Prabhupāda había estado hablando
en una habitación llena de devotos, y cuando pidió que se retiraran dijo a Tamāla
Kṛṣṇa Goswami que le informara en privado sobre su reciente prédica. El hecho
de que Prabhupāda hubiera pedido a los otros que salieran era poco frecuente e
indicaba su predilección hacia la prédica sannyāsa.
Tamāla Kṛṣṇa Goswami informó que había reclutado a ocho miembros en unos
siete días. Habían tenido un gran programa pāṇḍal
de conferencias al que habían asistido cinco mil personas, y el gobernador de
Gujarat, Nṛsṁha Nārāyaṇa, había sido el principal invitado. Prabhupāda quedó
muy complacido al ver las fotografías de los actos así como los recortes de los
periódicos. Satisfecho, se recostó en su silla y dijo: —Ahora puedo retirarme
tranquilo. Kīrtanānanda, Brahmānanda y tú están predicando bien. Todo irá
perfectamente.
—Śrīla Prabhupāda —dijo Tamāla Kṛṣṇa Goswami—, creo que debo partir
ahora porque quisiera llegar antes que usted a Madrás y poder recibirle cuando
llegue para su próximo programa.
—Sí. Vete ya.
Cuando Tamāla Kṛṣṇa Goswami hubo ofrecido reverencias, Prabhupāda se
levantó, dio la vuelta al escritorio, se acercó a su discípulo y lo abrazó.
Descansó su cabeza primero sobre un hombro y luego sobre el otro y luego,
mirándole a los ojos, le dijo:
—Ahora toma este sannyāsa-mantra
en tu corazón. Ve por todas partes y predica.
Entrevista con Tamāla Kṛṣṇa Goswami
Que hermoso es leer sobre entrega, sobre devoción... sobre amor.
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