11. Gotitas de néctar: "Ustedes están ciegos. Yo estoy viendo bien"



En Vṛndāvana hay unos vientos cálidos llamados que soplan desde el desierto Rajputan y pueden ser mortales cuando se inhalan o cuando penetran en los oídos de una persona. Cuando viene un , la mayoría de los habitantes de Vṛndāvana se quedan en sus casas y cierran las ventanas. Una tarde, mientras Prabhupāda estaba sentado en la azotea de su casa de Vṛndāvana, comenzó soplar un . Primero la atmósfera se lleno de calma, como sucede antes de una tormenta, y luego llegaron los vientos. El sirviente de Śrīla Prabhupāda, Upendra, salió corriendo, tapándose la cabeza y recogiendo los papeles que había sobre el pequeño escritorio de Śrīla Prabhupāda. Śrīla Prabhupāda estaba dictando el Śrīmad-Bhāgavatam y no quería marcharse, aunque Upendra le rogó que lo hiciera para evitar los vientos que venían. Prabhupāda aceptó un cādar, pero se quedó, mientras su sirviente continuó entrando y saliendo periódicamente desde la azotea al interior del edificio para ver si Śrīla Prabhupāda estaba bien o si quería alguna cosa. Era esta una temporada en la cual Śrīla Prabhupāda se sentía enfermo; aun así, se sentó en silencio e intentó continuar su trabajo con gran determinación a pesar de los vientos mortales.
Entrevista con Sarvamaṅgala-devī dāsī

—¿Qué es eso? —preguntó Śrīla Prabhupāda. Acababa de llegar a la azotea del edificio de Māyāpura, cuando vio una lotā [recipiente de latón], que estaba junto a una hilera de macetas con plantas de tulasī. Śrīla Prabhupāda parecía contrariado por este detalle, aunque para el grupo de devotos que caminaban con él, la lotā y las plantas de tulasī se veían perfectamente normales.

—¿Pasa algo malo? ­—preguntó un devoto.

—Vayan al baño —dijo Śrīla Prabhupāda— y fíjense si está la lotā—. Alguien corrió a la letrina, salió y dijo: —No, Śrīla Prabhupāda.

—Tan sólo vean ­—dijo Śrīla Prabhupāda—, eso es un gran aparādha [ofensa].

Los devotos quedaron admirados del trabajo detectivesco de Śrīla Prabhupāda, quien había notado instantáneamente que alguien había sacado la lotā del baño y la había utilizado para regar las plantas de tulasī.
Entrevista con Rādhāvallabha dāsa

Algunas veces Śrīla Prabhupāda daba vueltas alrededor del templo de Krishna-Balaram cantando japa como parte de su paseo matutino. En una de esas ocasiones, se volvió a los devotos que lo acompañaban y dijo: —Ustedes están ciegos, yo no.

Nadie sabía exactamente lo que quería decir. ¿Era una sentencia filosófica?

Tras otra vuelta, Śrīla Prabhupāda repitió: —Ustedes están ciegos. Yo estoy viendo bien—. Esta vez señaló unas bombillas eléctricas que estaban encendidas fuera del templo aunque ya había amanecido y había suficiente luz.

Entrevista con Rūpa-vilāsa dāsa y Candrikā-devī dāsī

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