Śrīla Prabhupāda instruyó repetidamente que en el matrimonio de la
conciencia de Kṛṣṇa no hay divorcio. Esto se basaba en la autoridad de los
principios védicos, y quería que sus discípulos siguieran estrictamente esta
regla. En una ocasión, sin embargo, Śrīla Prabhupāda recibió una petición
escrita de un discípulo solicitando permiso para divorciarse de su mujer y
casarse con otra. En su respuesta, Śrīla Prabhupāda, aunque a disgusto, dio su
permiso. El entonces sirviente de Śrīla Prabhupāda, Śrutakīrti, quedó perplejo
por la decisión de Śrīla Prabhupāda en este caso, y esperó a una oportunidad
para preguntarle. «Śrīla Prabhupāda puede hacer lo que quiera —pensó Śrutakīrti— pero yo no puedo
entender por qué hizo esto».
Esa misma tarde mientras daba el masaje a Prabhupāda en su cama, Śrutakīrti
preguntó: —Śrīla Prabhupāda, este devoto que está pidiendo el divorcio...
Śrīla Prabhupāda contestó que le había dicho que podía hacerlo.
—Sí, lo sé —dijo Śrutakīrti—. Pero yo me he estado preguntando... Usted
siempre dice que el divorcio está en contra de la cultura védica; que las
parejas nunca se deben divorciar.
Prabhupāda respondió que en «tu sociedad occidental» se aceptan esas
cosas.
—Sí, pero en la sociedad occidental la gente come carne, toman
sustancias embriagantes. ¿Por qué entonces no se permiten esas cosas aquí?
Śrīla Prabhupāda contestó que, diera o no su permiso, el discípulo en
cuestión de todos modos se iba a divorciar. Explicó que si le hubiera dicho no
al discípulo y el discípulo lo hubiera hecho de todos modos, la ofensa hubiera
sido mayor. Prabhupāda dijo que había dado su permiso porque sabía que lo iba a
hacer de todas formas. De esta manera la ofensa no sería tan grande.
La apreciación inmediata de Śrutakīrti sobre la explicación de Prabhupāda
fue que Prabhupāda sabía exactamente lo que debía hacer en cada caso individual
para el beneficio de su discípulo.
Entrevista con Śrutakīrti dāsa
Śrīla Prabhupāda demostró que quería tratar con sus discípulos con
sensibilidad y de acuerdo con cada persona en particular. Ello se aplicaba
incluso a los casos en que un discípulo cayera o se alejara del servicio
devocional. En una ocasión, cuando un importante discípulo sannyāsī cayó, Śrīla Prabhupāda se perturbó mucho cuando se enteró
de que su secretario había extendido la noticia por todas partes y con
detalles.
—Tú has hecho que a él se le vuelva imposible volver —dijo Śrīla Prabhupāda.
Prabhupāda explicó que la cuestión era algo muy personal entre el maestro
espiritual y el discípulo, y que quizá algunas pocas personas afectadas
deberían haberse enterado. Prabhupāda dijo que si se hubiera tratado el asunto
de esta manera en su momento, hubieran habido más posibilidades de rectificar a
esa alma caída y que así él hubiera regresado y hubiera sido aceptado por los
devotos. Sin embargo, dando a conocer a todos su falta, el orgullo no le
permitiría regresar. Así, Śrīla Prabhupāda mostró otro aspecto de su enseñanza
y de su personalidad compasiva y trascendental.
Entrevista con Rāmeśvara Swami
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