En un paseo matinal por Boston, Śrīla Prabhupāda habló de una expresión
graciosa usada en la
India. Dijo que si en la India ven un hombre gordo, a veces le preguntan:
—¿Dónde consigues tu mercancía?—. La idea es que para llegar a estar tan gordo,
el hombre debe estar obteniendo una buena mercancía. Mientras decía esto, Śrīla
Prabhupāda solamente estaba acompañado por unos pocos discípulos, caminando por
la calle Allston, cerca del antiguo templo. De repente, justo delante de los
devotos, un taxista barbudo y barrigón salió de su automóvil. Śrīla Prabhupāda
miró directamente al gordo y le dijo: —Oh, ¿dónde consiguió su mercadería?—. El
significado de las palabras de Prabhupāda rebasó por completo la comprensión
del taxista y Prabhupāda continuó charlando y caminando.
Dando una conferencia en la Universidad de Harvard en una ocasión, Śrīla
Prabhupāda contó a los estudiantes la historia de cómo una vez los montes
Himalayas dieron a luz. Cuando se extendió el rumor de que los enormes y
mundialmente famosos Himalayas iban a producir descendencia, cientos de
personas comenzaron a reunirse al pie de las montañas. La multitud esperaba el
parto con expectación, hasta que finalmente vieron salir a la carrera de las
entrañas de los Himalayas a cientos de ratas!
Śrīla Prabhupāda relacionó esta extraña historia con la población
estudiantil de Harvard. Dijo que se esperaba que algo maravilloso saliese de la
más grande universidad de América. Pero a menos que se hiciesen conscientes de
Kṛṣṇa, serían como la descendencia de los montes Himalayas.
Entrevista con Rukmiṇī-devī dāsī
Si uno tiene su propia
filosofía, que predique su propia filosofía, pero no en nombre del Gītā. Ésta es nuestra protesta a todos
los comentaristas que interpretan el Bhagavad-gītā. Si no creen en Dios, Kṛṣṇa,
y no se quieren rendir a Él, entonces que prediquen ateísmo. Todo el mundo
tiene derecho a hacer esto, pero ¿por qué lo hacen en nombre del Gītā? Es como el hombre que quiere fumar
gāñja [marihuana] pero no quiere ser
atrapado, así que toma la mano de su amigo y fuma el cigarro en la mano de
éste, y cuando vienen las autoridades dice: —¡Oh, yo no he fumado gāñja, mis manos están limpias!—. La
idea es que si alguien quiere predicar el Gītā,
debe predicarlo tal como es; y si no, que no se respalde en el Gītā.
Carta a Girirāja Swami (6 junio 1976)
Conforme a una historieta bengalí narrada por Prabhupāda, un hombre
sordo solía llamar a su esposa. Ella respondía: —Ya voy—, pero el hombre no
podía oírla. Él pensaba, «Esta mujer es sorda». En realidad el sordo era él, no
obstante la acusaba a ella de estar sorda. Prabhupāda dijo que esto era similar
a la condición de las masas de gente que de hecho tienen el cerebro lavado por
la ilusión material y que aun así acusan a las personas conscientes de Kṛṣṇa de
tener lavado el cerebro. En conexión con esto Śrīla Prabhupāda recalcó que sólo
una persona consciente de Kṛṣṇa conoce la ciencia del alma y de los cuerpos
cambiantes, mientras que otros religiosos tenían poca o ninguna idea sobre
esto. Sin embargo ellos critican desde su posición de fe ciega.
Entrevista con Rāmeśvara Swami
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