Meticuloso
Prabhupāda era meticuloso. Se ponía su tilaka de esa manera, ejecutando cada paso artística y
metódicamente. También usaba su pluma de esa forma. La sacaba de su estuche, la
usaba y luego la volvía a poner en el estuche, sobre su escritorio. Prabhupāda
advirtió a sus sirvientes que nunca tocasen o moviesen nada de su escritorio.
Cuando escribía libros también era así. Su criterio era que tenía que dar el
equivalente en inglés a cada una de las decenas de miles de palabras sánscritas
de entre millares de versos. Prabhupāda disponía diariamente de un tiempo
limitado para traducir el Bhāgavatam
y sin embargo nunca dejó a un lado su criterio de encontrarle el equivalente en
inglés a cada palabra. Después siempre daba la traducción en inglés, y a
continuación el significado. Se molestaba mucho cuando veía que los editores o
impresores se saltaban este meticuloso criterio. En general exigía a sus
discípulos que fueran muy cuidadosos en todas sus actividades. La adoración de
las Deidades, por ejemplo, fue introducida por él sólo gradualmente, debido a
la meticulosidad de sus regulaciones. Cuando un devoto que estaba adorando a
las Deidades le preguntó cómo lograr bhāva,
o apego extático al Señor, Prabhupāda respondió enfatizando un seguimiento
meticuloso de todos los principios y regulaciones: los devotos deben ser muy
puntuales, muy limpios, y dar buenos vestidos y alimentos a las Deidades.
Śrīla Prabhupāda era particularmente meticuloso en manejar finanzas para
Kṛṣṇa, especialmente en la India. Supervisaba personalmente la contabilidad
y cuidaba hasta la última rupia la forma en que sus administradores gastaban el
dinero.
Su
autosacrificio al difundir la conciencia de Kṛṣṇa
Prabhupāda siempre recalcaba que la conciencia de Kṛṣṇa debería darse a
los demás y que uno debería sacrificar sus propias actividades para realizar
esto. Prabhupāda gastó sus energías conferenciando en un nivel elemental una y
otra vez; aun así lo hacía con mucho entusiasmo. No es que simplemente se quedó
sentado en un lugar para pensar en Kṛṣṇa, sino que él mismo se sacrificó,
viajando siempre, dándolo todo.
A veces, incluso su tarea principal de escribir era dejada de lado para
viajar por la India ,
y llevar así a cabo la instrucción de su maestro espiritual. Y en lo que se
refiere a los escritos mismos, fueron concebidos como una tarea benéfica para
ayudar a los demás. Así, él produjo el Bhāgavatam
para ayudar a la gente en la conciencia de Kṛṣṇa, para dotar a sus seguidores y
a otros lectores de suficientes Escrituras, ya que mediante estas lecturas sus
vidas se volverían perfectas.
Esta era la naturaleza especial de la conciencia de Kṛṣṇa de Prabhupāda,
que todas sus actividades estaban destinadas a distribuirla. Así, siempre
dedicaba tiempo a sus devotos, respondía a sus preguntas y los guiaba.
Si alguien decía ser un devoto, Prabhupāda lo examinaba para ver si
compartía su mismo espíritu de entregar la vida a la conciencia de Kṛṣṇa. Como
nadie podía llegar a la entrega de Prabhupāda, él podía cortar sin titubeos las
pretensiones de estatura espiritual de cualquier persona. Sin embargo, aunque
él tenía la potencia para hacer esto, siempre se manifestaba humilde acerca de
sí mismo y de su propia contribución.
Decía, por ejemplo, que él era un caído, que no era un gran erudito y
que simplemente estaba intentando cumplir la orden de su Guru Mahārāja aunque
él mismo no tuviera ninguna buena cualidad. Y sin embargo, Kṛṣṇa dice que una
persona como Prabhupāda es el sirviente más querido que jamás habrá [Bg. 18.68-69]. Prabhupāda también
animaba cualquier pequeña chispa de autosacrificio que encontraba en los demás.
Cuando una persona está involucrada muy intensamente en una causa tiene
que sacrificar cualidades muy personales y apreciables. En cambio, aun cuando
Prabhupāda estaba plenamente volcado en la campaña de extender y organizar la
conciencia de Kṛṣṇa, siempre estuvo lleno de cualidades personales adorables.
Siempre demostró ser simple, espontáneo y por supuesto altamente espiritual a
cualquier persona con que se encontrase, mientras extendía la conciencia de Kṛṣṇa
hasta ellos de acuerdo con su capacidad para recibirla.
Satsvarūpa dāsa Goswami
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