Durante una visita a Los Ángeles, Śrīla Prabhupāda se enfermó bastante.
Los devotos sugirieron que no debía bajar a la clase, que algún otro devoto
podía darla.
—Tengo que ir —dijo Śrīla Prabhupāda—, porque si no voy todos lo usarían
como excusa para no ir cuando estén enfermos.
Entonces los devotos se ofrecieron voluntarios para bajar a Prabhupāda
por las escaleras, mas él insistió en bajar por sí mismo, diciendo que si lo
bajaban sería vergonzoso para él.
Sin embargo, la garganta de Prabhupāda estaba tan congestionada que esa
mañana no pudo dar la clase. Se sentó en el vyāsāsana
y asistió a la clase, sólo por sus discípulos.
Entrevista con Rāmeśvara Swami
Cuando Prabhupāda estaba muy enfermo en Vṛndāvana, su sirviente Śrutakīrti
dormía directamente bajo el lecho de Prabhupāda para estar preparado cuando él
lo necesitara durante la noche. Prabhupāda extendía su red mosquitera sobre la
cama, y Śrutakīrti la estiraba hasta el suelo, donde yacía «como un perro». Sin
embargo una noche Śrīla Prabhupāda se levantó e intentó caminar sin llamar a su
sirviente. Como tenía tan poca fuerza, Prabhupāda se cayó a los pocos pasos.
—¿Prabhupāda, qué está haciendo? —Śrutakīrti se levantó de un salto—.
¿Por qué no me llamó?
Prabhupāda respondió que pensó que podría hacerlo por sí mismo.
—No quería molestarte, porque estás descansando.
Śrutakīrti protestó que él estaba allí justamente por esa razón, para
ayudar a Prabhupāda.
Prabhupāda replicó que pensó que tenía fuerza, pero que ahora había
visto que no la tenía.
Entrevista con Śrutakīrti dāsa
Cuando Silāvatī-devī dāsī introdujo una nueva mejora en la adoración de la Deidad , quiso ella
asegurarse de que Prabhupāda lo notara, y esperaba que la alabase. Cada vez que
traía los platos de las Deidades al altar, ella empezó a pensar que no estaba
bien que todos vieran los platos antes de que fueran ofrecidos a las Deidades.
Así pues, decidió hacer una tela para tapar los platos. Preparó una cubierta de
seda y planeó usarla por primera vez el domingo por la tarde estando Prabhupāda
presente. Según el programa, la ofrenda tenía que hacerse justo antes de la
clase del Bhagavad-gītā de Prabhupāda.
Pero cuando Silāvatī entró en el altar con el plato y su cubierta nueva,
notó que Prabhupāda no la estaba mirando. Estaba mirando directamente hacia
delante en el templo abarrotado de gente. El vyāsāsana de Prabhupāda estaba cerca de la tarima sobre la que
estaban las Deidades de Jagannātha. Las Deidades estaban cubiertas por una
cortina que se corría a mano y que las rodeaba como una cortina de baño. Silāvatī
lamentó que Prabhupāda no se percatara de la cubierta nueva pero aun así
continuó, levantó la cubierta del plato y comenzó a caminar con la cortina,
cerrándola delante de las Deidades.
Pero antes de que pudiera cerrarla completamente, Prabhupāda se inclinó
hacia el micrófono y dijo a través de los parlantes: —Te has tomado tanto
trabajo en hacer esa cubierta para que nadie vea la ofrenda y sin embargo la
quitaste antes de cerrar la cortina. Ese es el acto de un necio.
Entrevista con Silāvatī-devī dāsī
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