Bhagavad-gītā 14.10A medida que la guerra arancelaria iniciada por Trump continúa intensificándose, ¿cómo podríamos analizarla desde la perspectiva del Bhagavad-gītā? Un enfoque útil es el acrónimo C.A.R.: Calma, Adaptabilidad y Responsabilidad. Este ofrece un marco espiritual para responder con reflexión a la turbulencia sociopolítica.
Calma
El Bhagavad-gītā nos recuerda que el mundo es un lugar de conflicto, una de las principales causas de la angustia que frecuentemente lo caracteriza (8.15). Desde el nivel psicológico, donde las tres modalidades ( gunas ) están en constante conflicto (14.10), hasta el nivel sociológico, donde comunidades y países chocan, la tensión es constante. Que los conflictos se combatan con armas o con aranceles es secundario. Lo que importa es la mentalidad con la que los afrontamos.
En el Mahābhārata, durante la desafortunada partida de apuestas, estalló un conflicto entre los Pāṇḍavas. Bhima quería atacar a Yudhiṣṭhira por haber apostado a Draupadī y humillarla. En lugar de entrar en pánico ante el enfrentamiento entre sus dos hermanos mayores, Arjuna mantuvo la calma y le recordó a Bhima que su agresividad hacia Yudhiṣṭhira aumentaba la alegría de su archienemigo, Duryodhana, quien se deleitaba al ver las luchas internas entre los Pāṇḍavas. Al ver la verdad de las palabras de Arjuna, Bhima se recompuso y dejó de lado su ira contra Yudhiṣṭhira.
La sabiduría del Bhagavad-gītā nos insta a no esperar de forma irrealista la eliminación de todo conflicto, sino a responder conscientemente al conflicto guiados por una consciencia superior, para que pueda surgir un estado mejor, aunque sea temporal. El Bhagavad-gītā (2.56) afirma que una persona de sabiduría firme no se perturba ante las dificultades, sino que mantiene la calma en medio de la alegría y la tristeza. Por lo tanto, el primer punto es: no te agites.
Los conflictos tendrán consecuencias, pero podemos elegir no dejarnos abrumar. En lugar de exigir un mundo tranquilo, necesitamos encontrar la calma en un mundo inestable.
Adaptabilidad
Estar en calma no pretende fomentar la pasividad; pretende facilitar la adaptabilidad.
Todos los actores —individuos, grupos políticos, naciones— persiguen sus propios intereses. A medida que el mundo transita del globalismo al nacionalismo, la COVID-19 sirvió como una llamada de atención sobre la realidad y la relevancia de las fronteras. Primero, se trataba de bloquear los gérmenes; ahora, se debate la inmigración. El ideal de un mundo sin fronteras se enfrenta a una resistencia real. Evitemos conclusiones prematuras sobre lo que sucederá; no sabemos qué nos depara el futuro, pero tampoco lo sabe nuestra mente propensa a la ansiedad.
En la guerra del Mahābhārata, al decimocuarto día, los caballos de Arjuna quedaron tan exhaustos que ya no podían tirar del carro; tuvo que bajarse para que descansaran y se recuperaran. Mientras estaba sin carro, fue atacado por miles de enemigos que lo asaltaban desde todos los flancos. Sin un carro en movimiento que lo protegiera, Arjuna se vio obligado a adaptarse, y se adaptó rápidamente. Pensando con calma en las mejores armas para contener a sus oponentes, hizo lo necesario con ingenio durante el tiempo que fue necesario, hasta que sus caballos se recuperaron y reanudó su asalto victorioso.
Para que podamos aplicar este principio de adaptabilidad, el Bhagavad-gītā recomienda la inteligencia en la modalidad de la bondad (18.30) como guía para tomar decisiones acertadas. Esta inteligencia se centra en ver las cosas de forma holística, no fragmentada, basándose en lo que nos provoca las emociones más intensas, ya sean positivas o negativas, y en usar esa visión holística para tomar decisiones acertadas. Con ese espíritu, observemos las tendencias globales cambiantes sin pánico ni prejuicios. Las oportunidades pueden reducirse: empleos, viajes, incluso la inmigración legal. Pero aún podemos buscar lo que sea mejor para nosotros entre las opciones disponibles, incluso si estas se reducen debido a factores que escapan a nuestro control. La esencia de la adaptabilidad reside en cambiar nuestra pregunta clave: no "¿Por qué me pasa esto?", sino "¿Cómo puedo sacar el máximo provecho de lo que está sucediendo?".
Responsable
Esta pregunta revisada es la esencia del tercer elemento de la estrategia del C.A.R: la responsabilidad. Centrémonos en nuestras decisiones, no en nuestras circunstancias, y asumamos nuestra parte, por grande o pequeña que sea, para moldear el mundo que nos rodea.
El Bhagavad-gītā (18.35) desaprueba la ignorancia de una mentalidad resignada y desesperanzada. La resignación no es renuncia; es autoengaño. El Bhagavad-gītā (3.20) elogia al rey Janaka, quien alcanzó la perfección mediante acciones responsables. En lugar de rendirnos a la impotencia, podemos tomar las riendas. Esto fue lo que hizo Arjuna cuando, al decimotercer día de la guerra, descubrió que su querido hijo, Abhimanyu, había sido brutalmente asesinado por seis grandes guerreros que se unieron. Aceptando lo que no podía cambiar —la muerte de su hijo—, asumió la responsabilidad de cambiar lo que sí podía: el curso de la guerra, asestando a los Kauravas la derrota más devastadora de toda la guerra al día siguiente.
Aunque los detalles de nuestra situación puedan ser sustancialmente diferentes, el principio subyacente sigue siendo el mismo. En lugar de preocuparnos por lo que no podemos cambiar, podemos empezar a trabajar en lo que sí podemos cambiar. Incluso las pequeñas acciones —votos, voces y valores— contribuyen al loka-sangraha, el mantenimiento del mundo. No esperemos a que todo se vuelva ideal; ayudemos a forjar una realidad mejor mediante decisiones informadas y dhármicas. Aunque nuestras decisiones no logren mejorar el mundo, pueden ayudar a mejorar nuestra parte del mundo.
El espíritu de acción desapegada
En definitiva, el Bhagavad-gītā enfatiza la obediencia desapegada: el compromiso con el trabajo sin apego a los resultados (2.47). Esta perspectiva fortalece la mentalidad C.A.R.:
El desapego nos ayuda a mantener la calma, sin importar cómo se desarrollen los acontecimientos.
El desapego nos hace adaptables, porque no estamos rígidamente atados a un resultado y estamos abiertos a ver cómo podemos hacer que las cosas funcionen, en lugar de quejarnos de que las cosas no funcionan como queríamos.
La responsabilidad fundamenta nuestro compromiso y garantiza que no caigamos en la apatía o el desapego.
Conclusión
Así pues, independientemente de que el mundo se oriente hacia aranceles o tratados, hacia el nacionalismo o el globalismo, nuestro enfoque sigue siendo firme: mantener la calma en el caos, ser adaptables en medio de la incertidumbre y responsables incluso cuando nuestra influencia parezca limitada.
Al afianzarnos en la sabiduría del Bhagavad-gītā, no solo observamos cómo cambia el mundo, sino que nos convertimos en participantes conscientes en la configuración de su curso.
A veces, la modalidad de la bondad se vuelve resaltante, venciendo a las modalidades de la pasión y la ignorancia, ¡oh, hijo de Bharata! A veces, la modalidad de la pasión vence a la bondad y la ignorancia, y, en otras ocasiones, la ignorancia vence a la bondad y la pasión. De ese modo, siempre hay una competencia por la supremacía. – https://vanipedia.org/wiki/ES/BG_14.10