25. La bocina de Prabhupāda

Cuando Śrīla Prabhupāda regresó por pri­mera vez a la India con sus discípulos americanos, los llevaba a veces a conocer los lugares santos de Vṛndāvana y Māyāpura. Un día Prabhupāda estaba a punto de irse con algunos devotos en un viejo auto­móvil Dodge americano, para visitar Bīrnagar, el lugar de nacimiento de Śrīla Bhaktivi­noda Ṭhākura. Prabhupāda iba en el asiento delantero con el conductor (Śyāmasundara dāsa) y cuatro devotos más se apretujaron en el asiento trasero. Pronto descubrie­ron que el viejo Dodge no tenía bocina. Con­ducir en la India sin bocina es casi imposible, y el recorrido duraría dos horas. Śrīla Prabhupāda estaba preocupado acerca de cómo lo iban a lograr. Pero poco después de que arrancaron, Prabhupāda ideó una «bocina» de su propia crea­ción. Encontró un plato de metal en el coche, y luego hizo que pararan el auto y los mu­chachos le consiguieron un palo del suelo. Entonces, conforme andaban, Śrīla Prabhupāda sacaba el plato por fuera de la venta­na del coche y golpeaba éste con el palo cada vez que se necesitaba una bocina para adelantar y para espantar a la gente o a los ani­males del camino. Los devotos estaban llenos de alegría por la bocina de Prabhupāda, la cual él continuó sonando desde el asiento delante­ro durante todo el recorrido.
—Los hindúes copiarán esto—dijo Śrīla Prabhupāda—. Pensarán que es un nuevo invento americano. También van a conseguir platos y palos y los van a usar en lugar de la bocina.
Entrevista con Yaduvara dāsa


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