23. Dāsya-premā



Para desarrollar ese concepto, el Señor Caitanya pidió a Rāmānanda que profundizara más. Por lo que Rāmānanda primero sugirió el servicio devocional denominado dāsya-premā, la melosidad de la servidumbre trascendental. Citó una afirmación de Durvāsā Muni tal como aparece en un verso del Śrīmad-Bhāgavatam. Durvāsā Muni, con el orgullo de un brāhmaṇa de casta, sentía envidia del devoto puro Mahārāja Ambarīṣa, que era un rey, un hombre de familia y, por casta, un kṣatriya. Durvāsā Muni quiso poner en dificultades a Mahārāja Ambarīṣa por medio de sus poderes místicos.

Al encontrarse Ambarīṣa Mahārāja en dificultades, el arma disco del Señor Viṣṇu, el cakra Sudarśana, apareció para salvar a Mahārāja Ambarīṣa y atacó a Durvāsā por su nefasto acto de causar problemas a un devoto vaiṣṇava puro. Durvāsā, al ser hostigado por el cakra Sudarśana del Señor Viṣṇu, recuperó su sano juicio y comprendió que había cometido un error al pensar que un devoto puro era inferior a un místico como él. Al final, Durvāsā fue perdonado por Mahārāja Ambarīṣa, que siempre tenía una disposición benévola con todo el mundo. Durvāsā Muni al liberarse de ese falso concepto de la superioridad por casta, glorificó a la Personalidad de Dios y Su dulce relación con Su devoto puro. Dijo: «Nada es imposible para el devoto puro de la Personalidad de Dios, porque, por el simple hecho de oir Su nombre trascendental, la persona se purifica de todos los vicios». El significado es que si una persona puede purificarse de todos los pecados por el simple hecho de oir el Santo Nombre de Dios, ¿qué puede haber que no sea posible para Su sirviente, que está constantemente ocupado en Su servicio? Durvāsā Muni reconoció la supremacía del sirviente de Dios por encima de cualquier tipo de yogī, y con mayor razón, por encima de los jñānīs y los karmīs (los filósofos empíricos y los trabajadores fruitivos).

Śrī Yāmunācārya ha explicado la dicha trascendental que experimenta el sirviente de la Personalidad de Dios: «¡Oh mi Señor!, ¿cuándo me sentiré Tu sirviente genuino y absolutamente fiel, y viviré lleno de júbilo trascendental obedeciendo constantemente Tus instrucciones, libre por completo de todos los deseos especulativos mentales?».