Para desarrollar ese
concepto, el Señor Caitanya pidió a Rāmānanda que profundizara más. Por lo que Rāmānanda
primero sugirió el servicio devocional denominado dāsya-premā, la melosidad de la servidumbre trascendental. Citó una
afirmación de Durvāsā Muni tal como aparece en un verso del Śrīmad-Bhāgavatam. Durvāsā Muni, con el
orgullo de un brāhmaṇa de casta,
sentía envidia del devoto puro Mahārāja Ambarīṣa, que era un rey, un hombre de
familia y, por casta, un kṣatriya. Durvāsā
Muni quiso poner en dificultades a Mahārāja Ambarīṣa por medio de sus poderes
místicos.
Al encontrarse Ambarīṣa Mahārāja
en dificultades, el arma disco del Señor Viṣṇu, el cakra Sudarśana, apareció para salvar a Mahārāja Ambarīṣa y atacó a
Durvāsā por su nefasto acto de causar problemas a un devoto vaiṣṇava puro. Durvāsā, al ser hostigado
por el cakra Sudarśana del Señor Viṣṇu,
recuperó su sano juicio y comprendió que había cometido un error al pensar que
un devoto puro era inferior a un místico como él. Al final, Durvāsā fue
perdonado por Mahārāja Ambarīṣa, que siempre tenía una disposición benévola con
todo el mundo. Durvāsā Muni al liberarse de ese falso concepto de la
superioridad por casta, glorificó a la Personalidad de Dios y Su dulce relación
con Su devoto puro. Dijo: «Nada es imposible para el devoto puro de la
Personalidad de Dios, porque, por el simple hecho de oir Su nombre
trascendental, la persona se purifica de todos los vicios». El significado es
que si una persona puede purificarse de todos los pecados por el simple hecho
de oir el Santo Nombre de Dios, ¿qué puede haber que no sea posible para Su
sirviente, que está constantemente ocupado en Su servicio? Durvāsā Muni
reconoció la supremacía del sirviente de Dios por encima de cualquier tipo de yogī, y con mayor razón, por encima de
los jñānīs y los karmīs (los filósofos empíricos y los trabajadores fruitivos).
Śrī Yāmunācārya ha explicado
la dicha trascendental que experimenta el sirviente de la Personalidad de Dios:
«¡Oh mi Señor!, ¿cuándo me sentiré Tu sirviente genuino y absolutamente fiel, y
viviré lleno de júbilo trascendental obedeciendo constantemente Tus
instrucciones, libre por completo de todos los deseos especulativos mentales?».