Śrīla Prabhupāda Uvāca 64
Diciembre
de 1973; Los Angeles, CA; E.U.A.
ISKCON
Nueva Dvārakā
Mientras Śrīla
Prabhupāda estuvo en Delhi, recibió un jarrón de plata de un miembro vitalicio.
Originalmente estaba destinado para Indira Gandhi y tenía su nombre grabado en
él. Śrīla Prabhupāda estuvo muy complacido con el regalo, y me hizo ponerlo en
el equipaje hasta que llegáramos a Los Ángeles. Al entrar a sus habitaciones,
señalando su escritorio, dijo, “Lo pondré aquí”. Se lo mostré a los devotos que
limpiaban las habitaciones de Śrīla Prabhupāda mientras él salió a caminar a la
mañana. Dije, “A Śrīla Prabhupāda le encanta este jarrón, deben colocar bellas
flores en él”.
Ellos
hacían un arreglo floral diario para el jarrón. Era de buen tamaño y podía
sostener una enorme cantidad de flores. Un día, regresamos del paseo matutino
un poco más temprano de lo habitual. En cuanto Śrīla Prabhupāda entró a la
habitación observó que el jarrón no estaba en su escritorio. Me miró y
preguntó, “¿Dónde está el jarrón?”. Yo dije, “Probablemente lo llevaron a la
cocina para poner flores frescas en él”. Ahora se había empezado a enojar y se
enojaba más con cada oración. “¿Por qué? -dijo. “Las flores que estaban eran
bonitas, ¿Por qué las cambian todos los días? ¿Por qué derrochan tanto? ¿Quién
es el responsable de esto? Diles que las cambien solo cuando se ponen malas.
Nunca deben llevarse las flores de esta habitación a menos que se estén
marchitando. No es necesario. Es un derroche. ¿Dónde está el jarrón? ¡Ve a
buscarlo de inmediato!
Salí a
toda prisa de su habitación. En realidad, estaba deseando irme. No era
divertido quedarme cuando Śrīla Prabhupāda gritaba, aunque yo no fuera el
destinatario. Por fortuna el jarrón estaba en la cocina del templo. Le dije a
los devotos, “Mejor dejan de cambiar las flores todos los días. Śrīla Prabhupāda
dijo que está muy mal. Asegúrense que este jarrón nunca salga de su habitación”.
Llegar a su sala de estar con un hermoso arreglo nuevo, no pareció apaciguarlo.
Coloqué el jarrón sobre su escritorio y ofrecí reverencias, deseando poder
mantener mi cabeza en el piso. “Háganlo solo cuando sea necesario” -gritó. “No
deben desperdiciar tanta cantidad de flores. No deberían estar gastando tanto
dinero, cada día, cambios. Esa es la costumbre de ustedes en América,
simplemente derrochar”. Brindó el siguiente ejemplo que debido al
condicionamiento de sus discípulos, es uno que dio muchas veces. “En su país si
tienen alguna ropa, si sobra algo, en vez de limitarse a doblarlo, lo rompen y
lo tiran. Ese es su proceso aquí en América. En la India , si sobra algo, lo
doblan y cosen. Lo que sea que ande mal, ustedes lo solucionan con dinero. De
esta forma parece bueno. Tienen algún accidente, entonces dado que tienen
dinero lo pueden tapar muy rápidamente. No se trata de que ustedes sean capaces
de hacer cualquier cosa, mas como hay dinero, entonces hacen aparecer todo como
bueno. Con el dinero ustedes cubren todas sus deficiencias”.
Śrīla Prabhupāda
dijo, “Kṛṣṇa les ha dado a ustedes chicos y chicas americanos, muchísima
facilidad”. Lo que no era evidente para mí en ese momento, fue que el motivo de
“muchísima” estaba incluido debido a su potencia, no en mérito a algo que
nosotros hiciéramos. Śrīla Prabhupāda veía a Kṛṣṇa en todo, en todas partes.
Por eso nos reprendía a veces cuando derrochábamos. Él era muy tolerante con
nuestra inmadurez espiritual y material.
Śrīla Prabhupāda,
por favor perdóneme por mis hábitos derrochones. Sobre todo, perdóneme por
perder tanto tiempo en el servicio de la energía ilusoria. A veces, en una
clase, usted miraba su reloj y decía que era imposible recuperar ese momento en
el tiempo, nunca más, sin importar cuánto dinero se tuviera. Yo pensaba
tontamente, “Porqué será tan malo. Somos eternos. ¿Qué se pierde?”. Ahora,
sentado aquí, con el corazón vacío debido a su ausencia, tengo una pequeña idea
de cuán valioso fue cada segundo pasado en su presencia. Ninguna cantidad de
dinero puede traerlo a usted de regreso a esta muy desafortunada alma.
Nuevamente estoy sintiendo el sabor agridulce de la separación de Su Divina
Gracia.
Tratando de seguir los pasos. Jay Srila Prabhupada.
ResponderEliminarEn cada detalle una enseñanza...
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