40. Gotitas de néctar - Mantra, dormir, mantra, dormir —rió Prabhupāda



En la India, Śrīla Prabhupāda propuso a los devotos que construyeran una biblioteca en un edificio aparte tanto para los libros de Prabhupāda como para los de los grandes ācāryas, incluidos los Upaniṣads y otros textos védicos. También dijo que debían incluirse las obras de Śaṅkara, pero no las de los modernos y populares svāmīs o las de los líderes políticos que pretenden ser escritores espirituales.

—Esos son sinvergüenzas —dijo Prabhupāda—. Los Vedas advierten que no se les debe ni mirar a la cara.

—¿Pero no dice Caitanya Mahāprabhu que si uno llega a leer las obras de Śaṅkarācārya se condenará? —preguntó Hari-śauri.

Prabhupāda respondió: —No si las lee con la comprensión adecuada. Podemos leerlas para saber cuál es su filosofía.
Diario de Hari-śauri dāsa

Existe una idea similar en una carta de Prabhupāda, donde dice cautelosamente que se pueden leer libros espirituales suplementarios o que no sean de la conciencia de Kṛṣṇa:

¿Piensas que vas a necesitar todos esos libros? Naturalmente no tengo ninguna objeción si deseas tenerlos como referencia, pero debemos siempre recordar que hay que poner mayor énfasis en el aspecto espiritual que en el escolástico. Aunque por otro lado, está muy bien que nuestros libros se presenten de un modo erudito. De manera que haz lo que creas conveniente y necesario. [...]
Pero no necesitas convertirte en un entendido. Tan sólo necesitas entender nuestros śāstras (el Bhagavad-gītā, el Śrīmad-Bhāgavatam, etc.) y cantar el mantra Hare Kṛṣṇa lo más posible. El asunto es que si le das más importancia al aspecto intelectual, otros devotos intentarán imitarte. Ya tu esposa expresó esa intención, y en cuanto intentemos convertirnos en eruditos nuestra línea devocional se apagará. Esto lo debes tener siempre en cuenta.


Durante una breve visita a Boston en 1971, Prabhupāda les dio a los devotos un regalo para su altar. Brahmānanda le había preguntado a Prabhupāda por qué siempre se ponía el tilaka utilizando el agua de un viejo frasco.

—Ah —respondió Prabhupāda—, te lo daré. Es agua del Ganges y nunca se descompone.

Brahmānanda aceptó agradecido el frasco de agua.

—Gracias, Śrīla Prabhupāda. Pondremos el agua en un contenedor de plata.

—No —dijo Prabhupāda—. Ponlo en el altar tal como está.

De modo que los devotos colocaron sobre el altar el frasco (que tenía una etiqueta bien visible donde podía leerse «Café Maxwell») junto a las Deidades de Rādhā-Kṛṣṇa y al resto de la parafernalia. Algunas veces los visitantes preguntaban qué significado tenía el frasco de café Maxwell, y los devotos explicaban con orgullo que era un regalo de Śrīla Prabhupāda.
Satsvarūpa dāsa Goswami;
entrevistas con Bālāi-devī y Jāhnavā-devī dāsī


Cuando Śrīla Prabhupāda hizo comenzar la adoración de la śālagrāma-śilā en Māyāpura, no dio demasiadas instrucciones a los pūjārīs.

—Pónganle algunas hojas de tulasī —dijo— y luego riéguenla—. Él quiso decir que durante el mes de vaiśākha (abril-mayo) la śālagrāma podía regarse diariamente como se hace con tulasī.

—Śālagrāma-śilā significa mantras —dijo Prabhupāda—. Mantra, dormir, mantra, dormir, mantra, dormir—. Prabhupāda se echó a reír. Explicó que las śālagrāma-śilās no se adoran tanto en el templo sino más bien en privado. Un brāhmaṇa le hace pūjā, después la guarda en una caja, más tarde la saca, le vuelve a hacer pūjā y otra vez la guarda.

Mantra, dormir, mantra, dormir —rió Prabhupāda—. Eso es la adoración śālagrāma.

Entrevista con Jananivāsa dāsa

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