Personajes: 1) Yogi; 2) Ratón; 3) Gato; 4) Perro; 5) Tigre
Yogi: Por fin he encontrado un lugar muy tranquilo. Estas montañas tan altas para poder realizar mi meditación trascendental. Aquí nadie me molestará, ya basta de ruidos molestos de la ciudad, gentes, murmullos. Nada de esto, aquí todo es tranquilidad. Yo, la naturaleza y Dios. Ommmm, ommmm, ommm...
Ratón: ¡Hi hi hi hi!, ¡auxilio, auxilio!, ¡señor yogi, por favor ayúdeme!, ¡auxilio, auxilio!
Yogi: ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
Ratón: Oh, señor yogi, por favor, hay un gato que me está persiguiendo. ¡Por favor, ayúdeme!
Yogi: ¡Oh no! He venido a este lugar tan solitario, huyendo de toda la civilización para poder encontrar la paz trascendental, y aquí hay un ratón que me viene a fastidiar, a interrumpir mi meditación, ¡oh no! Bueno, bueno, ¿qué quieres?
Ratón: Por favor, señor yogi, no quiero que ese gato me coma, así que, ¿le puedo pedir algo?
Yogi: Sí, pide lo que quieras, con tal de que te vayas rápido. A ver, ¿qué es lo que quieres?
Ratón: Quiero que me dé un cuerpo de gato, así ningún gato me va a fastidiar y nadie se va a meter conmigo, quiero ser un gato del tejado, de esos que pelean con todos.
Yogi: Está bien, está bien, te daré un cuerpo de gato, pero por favor, que sea la última vez que te vea. Con tal de que te vayas te daré esa bendición. Orh, orh, gatito namaha.
(Bfrrrrr. Se esucha una explosión y unos maullidos de gato, miauu, miauu)
Yogi: Por fin se fue ese ratón, seguiré meditando. Omm, ommm. (Pasa un rato)
Gato: ¡Miau, miau, señor yogi, señor yogi!, ¡por favor, ayúdeme!
Yogi: Pero ¿qué pasa?
Gato: Usted me dio un cuerpo de gato y yo estaba muy feliz, pero ahora hay un perro muy grande y feo que me está persiguiendo ¡Por favor, ayúdeme!
Yogi: ¡Oh, no! ¿Por qué me tienen que suceder estas cosas a mí? Yo tan solo quiero meditar, concentrarme en la meditación trascendental, y tú vienes ahora a interrumpirme, luego qué me vas a pedir. Está bien, está bien, ¿qué es lo que quieres?
Gato: Lo que quiero es un cuerpo de perro, así ya nadie me va a fastidiar. Quiero ser un un perro muy fuerte y malo.
Yogi: Está bien, te concederé este deseo, pero prométeme que ya no me vas a fastidiar.
Gato: Sí, se lo prometo.
Yogi: Orh perro namaha.
Perro: Guau, guau, guau.
(El perro se va aullando: “¡auuu, auuu!”)
Yogi: Espero no ver más a ese perro, seguiré meditando. Ommm, ommm
Perro: ¡Guau, guau, guau! Oh, señor yogi, lo siento mucho, usted ya debe estar muy molesto conmigo, pero no tengo nadie más a quien recurrir, en esta montaña no hay nadie más. Oh, estoy muy asustado, creía que siendo un perro ya nadie me iba a fastidiar, pero ahora hay un tigre muy grande, está como loco y tiene mucha hambre, me está persiguiendo para comerme. Mire, me ha rasguñado.
Yogi: ¡Oh, no, no puede ser, Dios mío! ¿Por qué me sucede esto a mí? ¿Y ahora qué cosa quieres?
Perro: Quiero un cuerpo de tigre, y así seré el animal más feroz de toda esta montaña, y ya nadie me va a fastidiar.
Yogi: Espero que sea verdad, porque hasta ahora no he podido ni empezar mi meditación por tu culpa. Está bien, serás convertido en tigre. Bfrrr. Orh tigre namaha. Por fin, ¿quién se va a meter con un tigre? Omm, omm.
Tigre: ¡Grrrrr, grrrrr! ¡Roar! ¡Grrrr, grrr! ¡Soy un tigre muy furioso, grrr!
(El yogi lo mira y sigue meditando)
Tigre: Oye, soy un tigre y tengo mucha hambre.
Yogi: Oh, ¿tienes mucha hambre? anda a cazar un animal.
Tigre: Sí, a los tigres les gusta comer mucha carne.
Yogi: Por supuesto, nunca he visto a un tigre que coma vegetales y pasto.
Tigre: Si, tienes razón, a nosotros nos gusta atrapar nuestras presas, desgarrarlas y morder su carne roja, grr, hasta que empieza a sangrar.
Yogi: Sí eso ya lo sé. Ommm, ommm.
Tigre: Sí, y tú estás bien rosadito y gordito, ehh, tu carne parece muy fresca y deliciosa.
Yogi: Si, pero ¿qué me quieres decir con esto?
Tigre: Que voy a comerte ahora mismo. ¡Grrr, grrr!
Yogi: Veo que eres un malagradecido, has olvidado que todo te lo di yo, y ahora quieres desafiarme, te crees más fuerte que yo. Por tener esa mente tan escasa tendrás que sufrir nuevamente. Otra vez te convertiré en un ratón. Pfffs. (Punar musiko bhava. ¡Vuélvete de nuevo ratón!)
Yogi: Por fin he encontrado un lugar muy tranquilo. Estas montañas tan altas para poder realizar mi meditación trascendental. Aquí nadie me molestará, ya basta de ruidos molestos de la ciudad, gentes, murmullos. Nada de esto, aquí todo es tranquilidad. Yo, la naturaleza y Dios. Ommmm, ommmm, ommm...
Ratón: ¡Hi hi hi hi!, ¡auxilio, auxilio!, ¡señor yogi, por favor ayúdeme!, ¡auxilio, auxilio!
Yogi: ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
Ratón: Oh, señor yogi, por favor, hay un gato que me está persiguiendo. ¡Por favor, ayúdeme!
Yogi: ¡Oh no! He venido a este lugar tan solitario, huyendo de toda la civilización para poder encontrar la paz trascendental, y aquí hay un ratón que me viene a fastidiar, a interrumpir mi meditación, ¡oh no! Bueno, bueno, ¿qué quieres?
Ratón: Por favor, señor yogi, no quiero que ese gato me coma, así que, ¿le puedo pedir algo?
Yogi: Sí, pide lo que quieras, con tal de que te vayas rápido. A ver, ¿qué es lo que quieres?
Ratón: Quiero que me dé un cuerpo de gato, así ningún gato me va a fastidiar y nadie se va a meter conmigo, quiero ser un gato del tejado, de esos que pelean con todos.
Yogi: Está bien, está bien, te daré un cuerpo de gato, pero por favor, que sea la última vez que te vea. Con tal de que te vayas te daré esa bendición. Orh, orh, gatito namaha.
(Bfrrrrr. Se esucha una explosión y unos maullidos de gato, miauu, miauu)
Yogi: Por fin se fue ese ratón, seguiré meditando. Omm, ommm. (Pasa un rato)
Gato: ¡Miau, miau, señor yogi, señor yogi!, ¡por favor, ayúdeme!
Yogi: Pero ¿qué pasa?
Gato: Usted me dio un cuerpo de gato y yo estaba muy feliz, pero ahora hay un perro muy grande y feo que me está persiguiendo ¡Por favor, ayúdeme!
Yogi: ¡Oh, no! ¿Por qué me tienen que suceder estas cosas a mí? Yo tan solo quiero meditar, concentrarme en la meditación trascendental, y tú vienes ahora a interrumpirme, luego qué me vas a pedir. Está bien, está bien, ¿qué es lo que quieres?
Gato: Lo que quiero es un cuerpo de perro, así ya nadie me va a fastidiar. Quiero ser un un perro muy fuerte y malo.
Yogi: Está bien, te concederé este deseo, pero prométeme que ya no me vas a fastidiar.
Gato: Sí, se lo prometo.
Yogi: Orh perro namaha.
Perro: Guau, guau, guau.
(El perro se va aullando: “¡auuu, auuu!”)
Yogi: Espero no ver más a ese perro, seguiré meditando. Ommm, ommm
Perro: ¡Guau, guau, guau! Oh, señor yogi, lo siento mucho, usted ya debe estar muy molesto conmigo, pero no tengo nadie más a quien recurrir, en esta montaña no hay nadie más. Oh, estoy muy asustado, creía que siendo un perro ya nadie me iba a fastidiar, pero ahora hay un tigre muy grande, está como loco y tiene mucha hambre, me está persiguiendo para comerme. Mire, me ha rasguñado.
Yogi: ¡Oh, no, no puede ser, Dios mío! ¿Por qué me sucede esto a mí? ¿Y ahora qué cosa quieres?
Perro: Quiero un cuerpo de tigre, y así seré el animal más feroz de toda esta montaña, y ya nadie me va a fastidiar.
Yogi: Espero que sea verdad, porque hasta ahora no he podido ni empezar mi meditación por tu culpa. Está bien, serás convertido en tigre. Bfrrr. Orh tigre namaha. Por fin, ¿quién se va a meter con un tigre? Omm, omm.
Tigre: ¡Grrrrr, grrrrr! ¡Roar! ¡Grrrr, grrr! ¡Soy un tigre muy furioso, grrr!
(El yogi lo mira y sigue meditando)
Tigre: Oye, soy un tigre y tengo mucha hambre.
Yogi: Oh, ¿tienes mucha hambre? anda a cazar un animal.
Tigre: Sí, a los tigres les gusta comer mucha carne.
Yogi: Por supuesto, nunca he visto a un tigre que coma vegetales y pasto.
Tigre: Si, tienes razón, a nosotros nos gusta atrapar nuestras presas, desgarrarlas y morder su carne roja, grr, hasta que empieza a sangrar.
Yogi: Sí eso ya lo sé. Ommm, ommm.
Tigre: Sí, y tú estás bien rosadito y gordito, ehh, tu carne parece muy fresca y deliciosa.
Yogi: Si, pero ¿qué me quieres decir con esto?
Tigre: Que voy a comerte ahora mismo. ¡Grrr, grrr!
Yogi: Veo que eres un malagradecido, has olvidado que todo te lo di yo, y ahora quieres desafiarme, te crees más fuerte que yo. Por tener esa mente tan escasa tendrás que sufrir nuevamente. Otra vez te convertiré en un ratón. Pfffs. (Punar musiko bhava. ¡Vuélvete de nuevo ratón!)
Fin
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