Śrīla Prabhupāda Uvāca 129
Śrīla Prabhupāda,
hoy estoy comenzando a aceptar el paso de su querido siervo, Upendra Prabhu.
Siempre quedo impresionado al constatar cuan poco he aprendido sobre la Conciencia de Kṛṣṇa.
Hablé mucho con Upendra el verano pasado. Él me habló de su condición y dijo
que era probable que muriese el año siguiente. A pesar de estar consciente de
su enfermedad, aun pensaba, “No, él no nos dejará tan pronto.” Me enfrento con
mi incapacidad de aceptar la muerte, y mi querido amigo, Upendra, ahora se fue.
Eso me
recuerda cuando lo fui a visitar en agosto de 1977. Entonces era presidente de
Nueva Navadvīpa, el templo de Hawai. Fui para Vṛndāvana con Madhudvisa prabhu
para pasar el tiempo con usted, Śrīla Prabhupāda. Cuando llegué y vi su
condición, quedé tan perturbado. Usted había perdido mucho peso y estaba muy
débil. Aun así, usted nos recibió con entusiasmo. Usted estaba hermoso y
deslumbrante como siempre, estimulándonos. Usted dijo a Madhudvisa, “Entonces,
permanece como grihastha y rinde tu
servicio. No hay problema alguno. Si la persona no puede seguir adelante, no
hay problema. El fracaso es la base del éxito. Intenta luego. Intenta
nuevamente. ¿Dónde está Śrutakīrti? ¿Cómo estás?”. Yo respondí, “Muy bien,
gracias”. Śrīla Prabhupāda dijo, Śrutakīrti también es un grihastha. Entonces ustedes pueden trabajar juntos para mejorar
este movimiento. Esa es nuestra ambición. Grhe
ba banete thake, ha gauranga bole dake, narottama mage tara sanga. “Permaneciendo
en casa o como un sannyāsi, si él es
devoto del Señor Gaurāṅga, yo quiero su asociación”. Esto es de
Narottama Ṭhākura... Grhe ba
banete thake, ha gauranga bole dake, narottama mage tara sanga. Entonces
sigue los principios y cualquier posición será adecuada. No te dejes llevar por
las olas de māyā. Captura a Caitanya Mahāprabhu
y estarás a salvo. ¿No es así? No nos dejes. Tú estás bien... por lo menos
hiciste avances. Tú eres uno de los devotos importantes. Entonces no pierdas
esa posición ahora. Administra la posición en la que desees quedarte. Ahora
Gaurasundara también vino. Entonces estoy feliz de ver que tu... tu mechón de
cabello está largo. Si. Córtalo. Dales a ellos un buen lugar donde permanecer”.
Tamala Kṛṣṇa dijo, “Prasādam”. Śrīla
Prabhupāda respondió, “Acepta prasādam
y quédate aquí por un tiempo. Está claro que, según mi horóscopo, éstos son mis
últimos días. Mas si Kṛṣṇa quisiera salvarme, ahí es diferente. ¿Ellos
calcularon ochenta y dos años y dos días?”. Tamala Kṛṣṇa dijo, “Ochenta y un
años, cinco meses y veintiocho días”. Śrīla Prabhupāda continuó, “Esto es de
acuerdo con los cálculos de mi horóscopo. Ochenta y un años se completaron ya y
comenzaré mi octogésimo segundo año. No importa si dejo el cuerpo. Aun después
de la muerte seguiré viviendo. Un año antes o un año después... Ahora, en la
medida de lo posible los entrenaré. Intenta seguir los principios. Y sigue
adelante. No dejes que los trucos de māyā
te atrapen. Continúa, sigue adelante a cualquier precio. Bhaktivinoda Ṭhākura
dijo... Tantos obstáculos vienen, māyā
es muy fuerte... y aun así, nosotros continuamos adelante. Esto es bueno”.
Pasé las
dos semanas siguientes en el Kṛṣṇa Balarāma Mandir. Upendra estaba
masajeándolo y dándole baños de esponja. Él me permitió realizar este
maravilloso servicio con él. Por su misericordia y la misericordia de Upendra
prabhu, pude tocar nuevamente el cuerpo de mi trascendental padre espiritual.
Era el servicio al cual yo estaba más apegado, y tener a Upendra a mi lado lo
hizo más dulce aún. Él era un siervo tan maravilloso. Él cariñosamente
compartió el néctar del servicio conmigo, sabiendo que al compartirlo a usted
con otros, su propio éxtasis aumentaba.
Cuando
estaba preparándome para irme de Nueva Navadvīpa, Upendra me dio la esponja que
usamos para bañarlo como regalo de despedida. Estaba perfumada con el aroma de
su cuerpo y el polvo que usamos durante el masaje. Yo la di casi toda pero mi
esposa, Kusa, consiguió quedarse con un pequeño pedazo y lo colocó en una
moldura. Está hoy en su altar en nuestra sala del templo.
Tontamente
dejé Vṛndāvana antes de tiempo. Podría haberme quedado con usted si mi deseo
hubiese sido más fuerte, mas, pensando que era indispensable como presidente de
templo y no realizando que nunca más vería sus pies de loto nuevamente, partí.
Es una decisión de la que voy a arrepentirme por toda la eternidad. De repente,
usted se fue. Nunca pensé que esto fuese a ocurrir. Usted me enseñó todo acerca
de la naturaleza temporal de este mundo material, pero aprendí muy poco. Cuando
voy a aprender aquello que usted enseñó tan cuidadosamente a este tonto siervo.
No hay nada más valioso en este mundo que la asociación con los devotos del
Señor. ¿Cuándo voy a aprender que el único néctar en esta vida es la asociación
con los devotos de Kṛṣṇa?
Śrīla Prabhupāda,
yo me identifico mucho con Upendra. Básicamente él es cariñosamente conocido
como su siervo personal. Él era muy sentimental. Después que usted se marchó él
se hizo más conocido por sus dificultades para seguir el camino de la Conciencia de Kṛṣṇa.
Mi condición después que usted dejó el cuerpo ha sido similar. Usted
misericordiosamente dio su mano y llevó a su siervo Upendra, ayudándolo
cuidadosamente en su paso al próximo mundo. Usted nos muestra de que manera es
compasivo y cariñoso con nosotros. Usted nunca reconoce nuestros malos hábitos,
graciosamente mostrando gratitud por el servicio que hagamos, no importa cuan
insignificante sea.
Śrīla Prabhupāda,
soy muy caído y perezoso. Aun no consigo sentir su presencia desde que partió
de este mundo. Mi apego a usted es sentimental y soy incapaz de realizar
cualquier servicio útil. Por favor, lléveme de este lugar horrible para que
pueda masajearlo, junto con mi hermano espiritual Upendra prabhu. Mire
cariñosamente hacia mí y sálveme de mí mismo.
Usted vive
eternamente en sus instrucciones y su presencia puede ser vista en sus
discípulos que siguen estas instrucciones, si tuviéramos ojos para ver. Por
favor, recuérdeme como recordó a Upendra. Deme esa alegría de tener la
asociación de mis hermanos y hermanas espirituales en el momento de la muerte.
Yo rezo para poder estar cantando los santos nombres de Guru y Gauranga al
dejar mi cuerpo, y así, seguir los pasos de mi más afortunado amigo y hermano espiritual,
Upendra prabhu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario