8. La bruja y el encanto del pueblo



Personajes: 1) Bruja; 2) Rey; 3) Primer Ministro; 4) guardia 1; 5) guardia 2; 6) aldeano 1; 7) aldeano 2; 8) aldeano 3); 9) aldeano 4
Primera escena

(Entran los guardias trayendo a la bruja ante el rey. La bruja grita, gime y hace gestos).

Guardia 1: Su Majestad, aquí está la bruja Kasipu, que ha hecho muchas maldades en el pueblo. Por ejemplo, hechizó a las vacas de los campesinos, haciéndoles dar agua en lugar de leche.

Guardia 2: Y no solo eso, además esta repugnante malvada, convirtió los campos llenos de granos en horribles desiertos áridos y secos.

Rey: ¡Oh no, pero cuanta infamia! Tenemos que acabar con esto. Pero ¿qué dice mi Primer Ministro?

Ministro: Bueno Su Majestad, he oído a los aldeanos pedir que la quemen en la plaza principal del condado... Y no me parece mala la idea... Pero sin embargo, sabemos también que a esta demonia lo peor que le puede suceder es el destierro. La dejaremos morir de hambre y sed en lo más oculto del bosque. La internaremos allí junto con los animales salvajes, vivirá entre fieras, serpientes, alacranes, ratas y sapos. ¡Ja ja ja ja!
(El rey afirma con la cabeza) (Se ríen todos y celebran)

Bruja: (Grita estruendosamente) ¡No! ¡No! ¡No! ¡Malditos, malditos! Me las pagarán y se arrepentirán, aunque sea lo último que haga, lo último que haga. (Los guardias la sacan bruscamente encadenada)
Segunda escena

(En la plaza, principal)

Narrador: Es una mañana soleada, tranquila, llena de cantos de pajaritos. Se reúnen los aldeanos a disfrutar la mañana...

Aldeano 1: ¡Oh! Qué lindo día y que hermoso sol. ¡Oh! y si no fuera por el agua de nuestro pozo, nada sería tan maravilloso.

Aldeano 2: Buenos días mis amigos, he venido a disfrutar del cantar de los gorriones y mil placeres que hay aquí.

Aldeano 1: Pero sírvase un vaso de agua para completar el placer.

Aldeano 2: ¡Uhmm! Si no fuera por nuestro rey y por el único pozo que hay en el pueblo, ¿qué sería de nosotros?

Aldeano 3: ¡Sí! Qué agua tan cristalina y de puro manantial. Sírvase otro vaso, amigo, y regresemos a trabajar.

Aldeano 4: Yo soy el médico del pueblo, pero gracias a que tenemos un rey tan entregado y un pozo de agua incomparable, todo el mundo goza de muy buena salud. Nadie se enferma. Por lo tanto, me he quedado sin trabajo.

Otro aldeano: ¡Sí! Nos vamos a trabajar. ¡Viva el rey! ¡Que viva! ¡Que viva nuestro pozo de agua! ¡Que viva!

Aldeano 4: ¡Bueno! todos se han ido, y yo ahora ¿qué voy a hacer? Me tomaré otro vaso de agua y me sentaré a disfrutar del día, ¡total si ya no tengo trabajo!

Narrador: Y así, transcurrió un día más en la simpática y tranquila aldea. Todo volvió a la normalidad con la ausencia de la bruja.
Tercera escena

(Telón cerrado)

Narrador: Pero de pronto, en una noche algo sucedió...

(Entra la bruja como escondiéndose)

Bruja: (se ríe de una forma demoníaca) Creían que se librarían de mí. ¡Pero no lo lograron y jamás lo harán! Ahora sí, mi venganza será más fuerte que la tempestad y tan dulce como la miel. ¡Ja ja ja ja! Sé que en la aldea sólo hay un pozo donde todo el pueblo bebe agua natural, y yo, la bruja Kasipu, envenenaré el pozo con mi pócima especial.

“Cuernos de cabra borracha,
patas de araña lisiada,
aguijones de alacranes panzones,
ojos de hormigón saltón, y los
colmillos molidos de jabalí cachetón”.

(Sale la bruja escondiéndose silenciosamente)

Narrador: Mientras tanto, al otro día en el pueblo, los inocentes aldeanos procedían con sus quehaceres matutinos, y en el castillo, el rey hablaba a su ministro...
Cuarta escena

Rey: ¡Oh sí, mi primer ministro!, como le contaba, anoche tuve un sueño divino, en el cual se me aparecía el Señor Krishna y me decía que debía ayunar unos días para aumentar la prosperidad del reino. Por lo tanto, tomé esto como un mensaje de Dios, y he decidido ayunar completamente por cinco días, incluso de agua.

Primer Ministro: Su Majestad, al menos debería tomar agua.

Rey: ¡No! ¡No, mi ministro, ayunaré en seco todos estos días, tengo que hacer esta austeridad y todos los aldeanos recibirán el beneficio!

Primer Ministro: Haciendo usted semejante austeridad, le suplico me permita acompañarlo en este ayuno.

Rey: ¿Ayunarás conmigo? ¡Oh, muchas gracias, mi Primer Ministro! Así la austeridad tendrá mayor potencia.

Narrador: Mientras tanto, en el pueblo, los aldeanos se reúnen como es acostumbrado, a beber agua del único y cristalino manantial, sin saber lo que les espera.
Quinta escena

Aldeano 1: Buenos días, mis amigos, que grato es encontrarnos nuevamente. ¡Qué calor hace hoy! Sírvanme agua por favor.

Aldeano 2: Sí, realmente es sofocante. ¡Oh!, cuánta frescura, pero si no fuera por el rey y nuestro pozo...

Aldeano 3: Sírvame otro vaso a mí, por favor, que hoy siento el agua más rica.

Aldeano 4: Gracias al rey y a nuestro pozo, no tengo sed. ¡Qué día más hermoso!

Narrador: De pronto...

Aldeano 1: (Empieza a cacarear como una gallina, se sienta a empollar y pone un huevo).

Aldeano 2: (llora como un bebé y llama a su mamá) ¡Mamá!, ¿dónde está mi chupón? ¡Mamá!

Aldeano 3: (Se mata de risa y se queda mirando a los demás y vuelve a reírse)

Aldeano 4: (Se pone a dar un discurso político) (Así todos se vuelven locos y se empiezan a arrojarse agua).

(La bruja observa oculta en algún lugar)

Aldeano 4: Tenemos que derrocar al rey y a su ministro, porque ellos están locos y no es posible que unos locos gobiernen nuestro pueblo. Vamos a buscarlos al palacio.

Todos los aldeanos en coro: ¡Y va a caer, y va a caer, ese rey loco va a caer! ¡ Y va a caer, y va a caer, ese rey loco va a caer! ¡Muerte al rey! ¡Muerte!
Sexta escena

(En el palacio se escucha la multitud que viene protestando: ¡Y va a caer el rey, ese rey loco va a caer!)

Rey: ¿Qué sucede, Primer Ministro? ¿De dónde viene ese escándalo? ¡Qué raro!

Ministro: Su Majestad, son los aldeanos, y se dirigen muy furiosos hacia acá, ¿qué haremos?

(entra la multitud, furiosa)

Aldeano 1: ¡Miren! Aquí están los locos, cocorococó (gallina)

Aldeano 2: ¡Yo quiero a mi mamá!

Aldeano 3: Ja ja ja... están locos... ja ja ja... locos... locos... ja ja ja, que risa me da

Rey: ¡Un momento!

Aldeano 4: Un momento, dos momentos, tres momentos, cuatro momentos. ¡Están locos!

(Entra la bruja)

Bruja: Ja ja ja... ¡Mi pócima funcionó! Yo envenene el agua del pozo para que todo el que la beba quede loco... ja ja ja... les dije que las pagaría y muy caro (se va)

Ministro: ¡Oh no! Su Majestad, nos quitarán el poder y el reino entero... Tenemos que tomar el agua del pozo para estar igual que ellos.

Rey: ¡No ministro!, ellos no se dan cuenta que nosotros estamos cuerdos, no te dejes llevar por la avaricia y la codicia.

Ministro: Yo sí tomaré el agua del pozo, no quiero perder el poder (toma un vaso del agua y se vuelve loco)

Locos: ¡El es nuestro nuevo rey! (Le quitan la corona al rey y se la ponen al Primer Ministro) Y tú, loco (dirigiéndose al rey). ¡Fuera de aquí! ¡No queremos locos en nuestro pueblo!

Rey: Prefiero perder el reino y no seguir rodeado de personas como ustedes, que con tal de ganar poder o tener una posición, no les importa perder su dignidad, y no se dan cuenta que no están cualificados para dirigir el reino, ya que se dejan arrastrar por la codicia. Ustedes son los locos que dirigirán la sociedad hacia un gran caos, tan sólo interesados en complacer su propia ambición.

Fin

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