18. ¿Por qué Les dan la espalda a las Deidades?



Escena: el festival de Gaura-pūrṇimā de 1976 en Māyāpura. Śrīla Prabhupāda está sentado en su habitación, charlando con Prajāpati dāsa y su esposa, que dirigen un grupo de danza y teatro del movimiento de la conciencia de Kṛṣṇa. Están mostrando a Prabhupāda fotografías de una de sus actuaciones en un templo.

—¿Por qué Les dan la espalda a las Deidades? —preguntó Prabhupāda.

—Es que Jayatīrtha dijo que...

—¡¿Jayatīrtha?! —dijo Śrīla Prabhupāda en un tono que obviamente rechazaba su explicación. Entonces pidió que entrasen a su habitación todos los miembros del GBC que estuvieran por allí. Cuando los hubo reunido, Śrīla Prabhupāda comenzó a aleccionarles sobre el tema de no dar la espalda a las Deidades.

—Rūpa Gosvāmī enseña que no hay que dar la espalda a las Deidades —dijo Śrīla Prabhupāda—, pero ahora estos me dicen que alguien les dijo que está bien—. Prabhupāda miró gravemente a todos los devotos que habían en la habitación. Un devoto tomó la palabra y mencionó a otro líder, otro discípulo de Śrīla Prabhupāda; Prabhupāda lo cortó inmediatamente y con unas pocas palabras, reprendió al devoto que había en la habitación y también al líder que éste había nombrado. Después todos quedaron en silencio.

Finalmente, un devoto preguntó: —Śrīla Prabhupāda, ¿las mujeres pueden bailar en el escenario?—. Más temprano, ese mismo día, un grupo de mujeres de una aldea bengalí habían estado bailando y tocando mṛdaṅga en el templo, y algunos de los devotos habían cuestionado si era correcto mirarlas.

Śrīla Prabhupāda respondió que las mujeres no debían aparecer en las obras de teatro. Los hombres tenían que representar sus papeles. Dijo que en el pasado en la India se hacía de esa manera; los papeles de las mujeres los representaban niños o adolescentes. Únicamente más tarde las mujeres comenzaron a representar los papeles femeninos. Prabhupāda dijo que ninguna mujer respetable haría eso, así que ahora empleaban a prostitutas. Prabhupāda continuó hablando, explicando la historia del teatro bengalí.

Luego narró a los devotos una ocasión en que él había actuado en una obra sobre la vida del Señor Caitanya. La había dirigido una figura muy importante del teatro bengalí. Prabhupāda contó que al terminar la obra, todos los actores salieron al escenario, pero nadie aplaudía. Miraron al público para ver por qué no aplaudían y vieron que todos estaban tan conmovidos por la historia que las lágrimas les resbalaban por las mejillas.

—Śrīla Prabhupāda —comentó un devoto—, eso sucedió porque en la obra actuaba usted.

Prabhupāda negó con la cabeza e hizo un gesto típico con la mano, como rechazando la idea de que la obra hubiera sido importante porque él actuaba.
Entrevista con Ravīndra-svarūpa dāsa Adhikārī

Yaduvara relata un incidente similar. Una vez, en la terraza del templo de Bombay, Prabhupāda accedió a ver a un grupo de danza de niñas preparado por un miembro vitalicio. Durante el espectáculo Yaduvara empezó a filmar. Él notó que Śrīla Prabhupāda evitaba mirar a las bailarinas. Mirando para aquí y para allá, a veces arriba y abajo, Prabhupāda demostró una misteriosa habilidad para estar sentado frente a un espectáculo y aun así no verlo.
Como en casi todas las instrucciones y reglas, hay también excepciones a la regulación de que no se debe oír cantar a las madres. En 1975 un devoto del templo de Los Ángeles se molestó por tener que oír a «una mujer» cantar las oraciones de Govindam a la hora de recibir a las Deidades. Escribió a Śrīla Prabhupāda citando el comentario de Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura sobre el decimotercer capítulo del Antya-līlā del Caitanya-caritāmṛta, que trata del Señor Caitanya oyendo a las deva-dāsīs cantar en el templo. También se refirió al significado de Śrīla Prabhupāda en el decimonoveno capítulo del Sexto Canto, donde se dice que un sannyāsī o un brahmacārī que ve el rostro o escucha la voz de una mujer y es atraído, está cometiendo una caída sutil.


En vista de esto, muchos de los brahmacārīs, incluyéndome yo mismo, nos acercamos al presidente del templo de aquí de Nueva Dvārakā (Los Ángeles) para ver si sería posible que —cuando saludamos a las Deidades por la mañana— en vez de escuchar a la ex esposa de Gurudāsa Mahārāja cantar las plegarias de la Brahma-saṁhitā, pudiéramos escuchar a Su Divina Gracia cantar las oraciones Govindam. Estoy seguro de que todos los devotos estarían entusiasmados de escucharlo a usted, en vez de guitarras eléctricas, la Orquesta Sinfónica de Londres, etc. etc.

Śrīla Prabhupāda respondió desde ISKCON Vṛndāvana en una carta del 12 de diciembre de 1975:


¡No! Tú estás haciendo un descubrimiento nuevo. Todo este tiempo has estado escuchando la grabación de Yamunā-devī y ahora quieres cambiarla. Pero eso no es un canto ordinario. Es un concierto. Se escuchan muchas voces cantando, así que no está mal. Es como saṅkīrtana. Yo lo apruebo. Aquí en el templo Krishna-Balaram cada mañana estamos escuchando la misma grabación, así que si aquí está bien, ¿por qué allí no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario