Cómo las personas son iguales — y cómo no lo son


Bhagavad-gītā 17.4

Vivimos en un mundo que valora la igualdad. Afirmando nuestra aspiración innata, la sabiduría del Gītā explica que las personas son iguales en el sentido de que todos tienen una chispa de lo Divino dentro de sí.

Sin embargo, las ideas e ideales de las personas no son necesariamente iguales. Esto lo entendemos fácilmente en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas). Quienes dicen que tres más cinco es siete no son iguales a quienes dicen que es ocho.

Pero, de alguna manera, en el ámbito de las cosmovisiones, solemos abrazar una igualdad acrítica. Ciertamente, las personas tienen libre albedrío para elegir en qué creen, pero eso no hace que sus creencias sean verdaderas o iguales. Incluso si las afirmaciones de verdad de las cosmovisiones son difíciles de evaluar, sus consecuencias funcionales sí pueden ser evaluadas. Una cosmovisión que racionaliza el asesinato de millones al etiquetarlos como agentes del diablo no es igual a una cosmovisión que ve a todas las personas como chispas de lo Divino.

Cuando, en nombre de conceptos igualitarios como el secularismo o el multiculturalismo, presumimos que todas las ideas e ideales son iguales, entonces los grupos exclusivistas o sectarios pueden aprovecharse de tal ingenuidad. Un grupo exclusivista que considera su camino religioso como el único camino correcto será más intolerante que un camino que se ve a sí mismo como uno entre varios caminos hacia la única realidad suprema. El Bhagavad-gītā (17.4) afirma que incluso nuestra fe, que es algo tan personal e íntimo para nosotros, puede clasificarse según las modalidades de la naturaleza material. En consecuencia, la validez y el valor de la fe pueden evaluarse por sus características funcionales.

Al darnos así un ejemplo brillante de cómo incluso la fe puede someterse a un escrutinio racional, el Gītā nos proporciona los recursos para afirmar simultáneamente la igualdad de todas las personas y evaluar sus ideas e ideales particulares según su mérito.

Resumen en una oración:
Las personas son iguales, sus ideas e ideales no lo son.

Reflexiona sobre esto:

·                     ¿En qué sentido las personas son iguales?

·                     ¿Por qué las ideas e ideales de las personas no son necesariamente iguales?

·                     ¿Cómo podemos valorar tanto la igualdad como la racionalidad?

Los hombres que se hallan en el plano de la modalidad de la bondad, adoran a los semidioses; aquellos que están en el plano de la modalidad de la pasión, adoran a los demonios; y aquellos que están en el plano de la modalidad de la ignorancia, adoran a los fantasmas y espíritus. - Bhagavad-gītā 17.4

No hay comentarios:

Publicar un comentario