El Dios de los terroristas no es el Dios de los trascendentalistas


Bhagavad-gītā 17.3

Los ateos a menudo culpan a la religión y a Dios por el mal del terrorismo.

Pero este juego de culpas comete un error fundamental: igualar de forma simplista concepciones de Dios que son radicalmente diferentes. Por ejemplo, la palabra "medicina" transmite cosas muy distintas en diferentes culturas, desde el trabajo de profesionales competentes hasta el de charlatanes estafadores. Imponer a todos los profesionales médicos el prejuicio generado por una mala experiencia con un charlatán es erróneo.

Lo mismo ocurre con Dios. El Bhagavad-gītā (17.3) indica que nuestra fe refleja lo que somos y moldea en lo que nos convertiremos. Entonces, aunque Dios es uno, las concepciones que las personas tienen de Él son muchas, y están determinadas por quiénes son. Pueden afirmar que su idea proviene de las Escrituras, pero extraen selectivamente de ellas una imagen que les sirve como herramienta para fines egoístas. Para personas que se deleitan en la fuerza bruta —personas que, en el lenguaje del Gītā, están en la modalidad de la ignorancia—, "Dios" se convierte en una maza para someter o incluso aniquilar a quien se atreva a pensar diferente. No es sorprendente que estas personas estén motivadas por una idea del paraíso como un lugar lleno de vírgenes que las esperan.

En contraste, el Dios de los trascendentalistas es un Dios que les da poder para superar sus impulsos egoístas. Así, los trascendentalistas trascienden el deseo de dominar y disfrutar la materia, ese mismo deseo que los terroristas ansían satisfacer. El Dios de los trascendentalistas los inspira a vivir una vida de servicio desinteresado y amor espiritual, centrado en la humildad y la tolerancia. Esta concepción de Dios como aquel que corresponde al amor puro es el punto más elevado de las ideas sobre Dios que se encuentran en las Escrituras.

Para erradicar el terrorismo, no necesitamos el rechazo simplista de Dios que proponen algunos ateos, sino la educación sistemática de auténticos espiritualistas sobre quién es realmente Dios y cómo puede ser verdaderamente alcanzado.

¡Oh, hijo de Bharata!, según las diversas modalidades de la naturaleza bajo las cuales uno exista, en uno se desarrolla un determinado tipo de fe. Se dice que el ser viviente es de una fe en particular, de acuerdo con las modalidades que haya adquirido. - Bhagavad-gītā 17.3

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