81. Dos horas en la vida de un siervo; Masaje y cocinando



Śrīla Prabhupāda Uvāca 81
ISKCON, Cualquier parte
Dos horas en la vida del siervo personal de Su Divina Gracia

En un día común fuera de la India, el proceso de preparar el almuerzo de Śrīla Prabhupāda, era como sigue. Una media hora antes del masaje, yo preparaba una pequeña masa de capātī, luego, cortaba vegetales diversos y los colocaba en la hornilla media de la famosa cocinita de tres quemadores de Śrīla Prabhupāda. En el quemador inferior, ponía algo de coliflor y papas o alguna otra combinación de vegetales, en agua, para hacer un vegetal húmedo. En el de la parte superior, un dahl cortado en agua y arroz, y agua encima. Muchos vegetales eran colocados en la hornilla superior de la cocinita. Ahora bien, la famosa cocina de tres hornillas de Śrīla Prabhupāda debía ser puesta a llama de media a baja. Luego, salía de la cocina para dar a Śrīla Prabhupāda su masaje.

El masaje duraba de una a dos horas. La habilidad para usar la cocina durante el masaje era no permitir que el agua se secara en la parte inferior. Śrīla Prabhupāda me enseñó como utilizar el hornillo con dahl, de la parte inferior. Unas pocas veces el dahl comenzó a quemarse durante el masaje, lo cual era una gran fuente de ansiedad para mí. Nunca quería dejar a Śrīla Prabhupāda en medio de un masaje, pero a veces se podía oler el dahl quemado. Śrīla Prabhupāda diría, “¿Qué es ese olor?”. El sabía que era su almuerzo. Esa es otra historia, para otro día. De todos modos, después de unos ocho meses y unos cuantos almuerzos quemados, se me ocurrió la idea de cocinar un subji húmedo en la base y hervir el dahl y el arroz en el hornillo superior. Eso eliminó la ansiedad del quemado porque el vegetal húmedo no se espesaba como el dahl.
Tras completar el masaje, Śrīla Prabhupāda vertía una pequeña cantidad de aceite de mostaza en la palma de su mano y lubricaba las partes de su cuerpo. Luego, caminaba al cuarto de baño para bañarse. Esto me concedía 20 minutos para hacer lo siguiente. Primero, disponía su dhoti, kurta y kaupina (ropa interior), prolijamente sobre su cama. Abrochaba los dos botones inferiores de su kurta, para que Śrīla Prabhupāda tuviera que abrochar menos. Luego, corría a su sala de estar y preparaba su escritorio, para la colocación del tilaka. Esto implicaba abrir su espejo, el cual era redondo como el de una polvera compacta, con una pieza de marfil labrado en su borde. Seguidamente, me aseguraba que su pequeño lota de plata (del tamaño de una pelota de golf) tuviera agua en su interior. Había una cucharilla de plata colocada al lado del lota. Finalmente, colocaba la bolita de tilaka en el centro de su escritorio.

Después de hacer esto, corría de vuelta a las habitaciones de servicio, para terminar de preparar el almuerzo. Primero, retiraba la olla del hornillo. Preparé una gran chaunce, parte de la cual fue vertida en el vegetal húmedo, en el quemador de abajo. Un poco en el dahl ubicado en la parte superior, luego, algunos vegetales surtidos eran colocados en lo que quedaba de la chaunce. Si había melón amargo disponible, hacía el sauté en ghi y cúrcuma. Se preparaba otra chaunce para cocinar los restantes vegetales cortados. Colocaba todas las preparaciones en las bandejas de Śrīla Prabhupāda junto con el katori de yogur y otro con dulces lácteos. Con el plato de Śrīla Prabhupāda casi listo, era entonces el momento de enrollar y cocinar un capātī.

Con suerte, todo esto se hacía al mismo tiempo que Su Divina Gracia terminaba el mantra Gāyatrī. A él no le importaba esperar unos minutos, pero yo temía que se prolongara demasiado. Colocaba los platos en su choki, ofrecía reverencias y corría de vuelta a mi habitación a cocinar otro capātī. Después que él terminaba de tomar los capātīs con su almuerzo, disponía del arroz. Śrīla Prabhupāda usualmente tomaba de 3 a 6 capātīs con su comida. Otras veces de 3 a 4 capātīs. Disfrutaba lo que quedaba de su comida con arroz caliente hervido.

Por favor, perdónenme por este punto. Empecé escribiendo otra historia, pero me atrapé en la preparación del almuerzo de Śrīla Prabhupāda. Era tan maravilloso el estar ocupado activamente en cocinar para usted, Śrīla Prabhupāda. Ruego por convertirme en un cocinero experto, como mi hermana espiritual Yamuna devī, para poder prepararle una comida suntuosa vida tras vida.

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