Śrīla Prabhupāda Uvāca 100
5
de abril de 1973;
Vuelo
de Pan American; Londres - Nueva York
Puesto que
Śrīla Prabhupāda es trascendental y completamente libre de hacer lo que le
plazca, volar con él fue una experiencia emocionante. Nunca se sabía lo que
iría a pasar. Hoy no fue la excepción.
Śrīla Prabhupāda
se sentó al lado de la ventanilla, cerca de la parte posterior del avión. Śyāmasundara
y yo nos sentamos en los próximos dos asientos. Como es costumbre habitual en
los vuelos transcontinentales, las azafatas ofrecen frecuentemente refrescos a
los pasajeros, de modo de evitar los efectos deshidratadores del aire
acondicionado. De modo que entonces una azafata comenzó a caminar por el
pasillo con un carrito de bebidas en vasos claros de plástico, ofreciéndolos a
los pasajeros.
Al
acercarse a nuestros asientos, Śrīla Prabhupāda dijo, “¿Qué es eso?”. Yo
repliqué, “Oh, Es 7Up, Śrīla Prabhupāda. ¿Le gustaría un poco?”. Él dijo, “Sí,
la probaré”. Naturalmente, de inmediato solicité 3 vasos para todos nosotros. Śyāmasundara
y yo esperamos hasta que Śrīla Prabhupāda tomara el primer sorbo. Queríamos
estar seguros que la 7up sería prasādam.
Observamos cuidadosamente cuando llevó el vaso a su boca de loto. Bebió un poco
y colocó el vaso sobre la mesa, diciendo, “Ahhh, es muy refrescante”.
Terminamos nuestras bebidas en minutos, pues estábamos bastante sedientos.
Durante
ese vuelo, tuvimos 7Up en tres ocasiones. Cada vez, Śrīla Prabhupāda bebía y
decía, “Ahh, muy refrescante. Esto es muy bueno”. En una oportunidad, la
azafata colocó el envase en la mesita junto con los vasos llenos con hielo. Śrīla
Prabhupāda asió el envase y preguntó, “¿Cuáles son los ingredientes?”. Leyó, “Agua,
azúcar, ácido cítrico, lima limón natural. ¡Oh! Esto está bien, Esto es muy
bueno. Son todos ingredientes naturales”.
Śrīla Prabhupāda
era maravilloso. Podía haber hecho un comercial de la soda. Estaba muy
entusiasmado por su descubrimiento. Yo lo observaba excitado mientras
disfrutaba cada momento. Después de llegar al templo, uno de los devotos
preguntó si había algo que Śrīla Prabhupāda necesitara. A mí no se me ocurría
nada. Lo cual era un problema. Una vez, Śrīla Prabhupāda había dicho, “Śrutakīrti
no tiene imaginación”. Es verdad. No me podía imaginar qué podría conseguir el
devoto para mi amado Maestro Espiritual. El devoto estaba decidido a ofrecerle
algo. Finalmente dije, “Bueno, le gusta la 7Up. Podrías traerle eso”. Lo convencí
que era una buena idea. Ese día el devoto trajo un cajón de 7-Up y yo lo guardé
en la cocina de Śrīla Prabhupāda.
Debo
confesar que los primeros días estaba vacilante y nunca le ofrecí nada a Śrīla Prabhupāda.
Empecé a beberla porque temía ofrecérsela a él. No se me ocurría cual podía ser
el momento justo. Recuerden que no tengo imaginación. Finalmente surgió la
ocasión.
Una noche,
llegó un presidente de templo de las afueras de la ciudad, para ver a Śrīla Prabhupāda.
Mientras Su Divina Gracia estaba sentado en la sala de estar, hablando con su
discípulo, Śrīla Prabhupāda hizo sonar la campanilla. Me dirigí hacia su
encuentro, cuando un devoto me detuvo en el pasillo, y me dijo, “Śrīla Prabhupāda
quiere un poco de agua”. Yo dije, “OK”, pero continué caminando hacia la
habitación de Guru Mahārāja. El acalorado presidente de templo reiteró
audiblemente, “¡Śrīla Prabhupāda quiere agua!”. Desconcertado, traté de guardar
mi compostura y repliqué, “Por favor, espere, quiero preguntarle algo a Su
Divina Gracia”.
Aparentemente
este discípulo trataba de tener una conversación privada con Śrīla Prabhupāda y
yo estaba interrumpiendo. Por falta de imaginación y sensibilidad, en el
momento no entendí su necesidad, de modo que me abrí paso hacia la sala de
estar de Śrīla Prabhupāda, ofrecí reverencias y dije, “Śrīla Prabhupāda, ¿le
gustaría un poco de 7-Up? ¡Oh, sí!” -replicó sonriendo. “Tráeme un poco de 7-Up”.
Corrí de vuelta a la cocina y llené un vaso de plata con 7-Up con hielo.
Regresando con prisa a su sala de estar, coloqué la 7-Up sobre su escritorio, y
ofrecí reverencias. Śrīla Prabhupāda se recostó en su āsana y comenzó a sorber la bebida. Al depositar el vaso sobre la
mesa, dijo, “Esto es muy refrescante”.
Se levantó
de su āsana y comenzó a caminar por
la habitación, disfrutando de su 7-Up. Me quedé allí, observando benditamente a
mi maestro espiritual saborear la bebida fría. Mi hermano espiritual estaba
sorprendido por todo el tema y ansioso por que yo saliera de la habitación.
Luego que Śrīla Prabhupāda terminara su 7-Up tomé el vaso vacío, ofrecí
reverencias y salí feliz, sintiendo que había complacido a mi Guru Mahārāja por
ese sencillo acto, pese a haber desconcertado sin quererlo a mi hermano
espiritual.
Śrīla Prabhupāda,
estoy bendecido por su misericordia sin causa. Gracias por la oportunidad de
poder ser testigo de sus pasatiempos traviesos. El observar su līlā confidencial me permitió tener una
diminuta visión de su asociación con el Señor Supremo. Su amada naturaleza
cuasi-infantil contrastaba agudamente con su perfil de ācārya cual león. Para impulsar el movimiento del Señor Caitanya,
usted hacía lo que hiciera falta, a la fuerza. Como devoto puro del Señor, usted
no está apegado a la fama ni la adoración que se dispensó constantemente sobre
su persona. Por eso es que es digno de las mismas.
Que bello relato!!..Seguramente Krishna bendice los pasatiempos de sus amados devotos, sobre todo si beben bebidas similares al Nimbu Pani. Haribol!!
ResponderEliminar