98. Buenas noticias, ¡el Sr. Nair ha muerto!



Śrīla Prabhupāda Uvāca 98
Febrero de 1973; Auckland, Nueva Zelandia
ISKCON Auckland

Desde la primera vez que fui el sirviente personal de Śrīla Prabhupāda hasta el día de hoy, ha habido un nombre que nunca convocó una sonrisa en el rostro de Su Divina Gracia. Ese nombre era el del Sr. Nair. El era el Kaṁsā de ISKCON. El cometió el gran error de vender una porción de terreno en Juhu a Śrīla Prabhupāda con un pequeño desembolso.- El esquema del Sr. Nair se basaba en que Śrīla Prabhupāda no sería capaz de pagar el enorme pago del futuro, y perdería la posesión del terreno. Luego, el Sr. Nair revendería la propiedad como ya lo había hecho otras veces antes. El Sr. Nair no sabía con quien estaba tratando. En cuanto Śrīla Prabhupāda tomó posesión del terreno, hizo que sus discípulos pusieran un templo en la propiedad, instaló Deidades e instituyó la adoración completa de la Deidad.

Es una historia muy larga que será el tema de un libro de Giriraja Mahārāja. No conozco la historia del proyecto Juhu. Todo el mundo estaba dispuesto a transigir con las triquiñuelas del Sr. Nair, excepto Su Divina Gracia. Śrīla Prabhupāda pasó muchos días cantando intensamente la japa, caminando por sus habitaciones de todo el mundo. Su inquebrantable determinación era adquirir esa fracción de tierra en particular para Sus Señorías. Trabajó para mantener a sus discípulos lo bastante inspirados como para seguir adelante con la lucha y no abandonar los intentos firmes de compra. Algunos incluso cuestionaron porqué Śrīla Prabhupāda estaba tan apegado a esa propiedad, hasta el punto de ser ofensivos.

Todo se aclararía en un hermoso día, durante el masaje de la mañana. Lo recuerdo como si fuera ayer. Yo estaba sentado en el piso, detrás de Śrīla Prabhupāda, friccionando vigorosamente su espalda. Tuṣṭa Kṛṣṇa y Siddha Svarūpa Mahārāja estaban en la habitación con nosotros. Tuṣṭa Kṛṣṇa Mahārāja fue a contestar un llamado telefónico. Me dijo que fuera al teléfono. Hablé brevemente y corrí a la habitación con este mensaje, “Śrīla Prabhupāda, era Bali Mardana. Quería avisarle que el Sr. Nair ha muerto”. De inmediato Śrīla Prabhupāda unió sus manos en una plegaria, con una sonrisa resplandeciente, y exclamó con júbilo, “¡Oh, gracias Kṛṣṇa!”.

Confundido, me senté detrás de Su Divina Gracia para friccionar su espalda. Estaba sorprendido de lo feliz que veía a Śrīla Prabhupāda, al pensar que alguien había muerto. Normalmente era un tiempo de reflexión y yo esperaba que Śrīla Prabhupāda respondiera de otro modo. Realicé que no sabía nada sobre la vida espiritual o el devoto puro. Su Divina Gracia continuó, “Le oré a Kṛṣṇa para que lo matara. Nos ha causado demasiados problemas. Le oraba a Kṛṣṇa para que hiciera algo con este demonio”. Luego, citó un śloka en sánscrito, del Śrīmad-Bhāgavatam, y lo tradujo después al inglés. El dijo, “Prāhlada Mahārāja expresó, 'Hasta el sādhu se complace cuando se mata un escorpión o una víbora'. El Sr. Nair era una serpiente así, por lo tanto es muy bueno”.

El leyó mi mente y corrigió de inmediato mis ideas falsas. Sentí un gran alivio. Ahora, armado con el sentimiento apropiado, pregunté, “Śrīla Prabhupāda, ¿Kṛṣṇa lo mató? ¿Significa eso que él ha alcanzado la liberación?”. Śrīla Prabhupāda, riendo ante mi tonta pregunta dijo, “¡No! Kṛṣṇa no lo mató personalmente. Eso solo se aplica cuando Kṛṣṇa te mata personalmente. Él no era un demonio tan grande. Kṛṣṇa no vino personalmente a matarlo”.

Mientras continuaba con el masaje, Śrīla Prabhupāda continuó aclarando su apego al proyecto, diciendo, “Las Deidades fueron instaladas en la propiedad. El Sr. Nair estaba cometiendo un gran insulto contra Kṛṣṇa, lo cual yo no podía tolerar. Él estaba insultando a Kṛṣṇa. Kṛṣṇa estaba allí y él trató de echar a Kṛṣṇa de la tierra. Nosotros tenemos dinero. Podemos comprar propiedades en cualquier parte, pero Kṛṣṇa estaba allí, en Juhu, por eso estaba determinado a tenerlo para el Señor”. Al cabo de unos minutos, Su Divina Gracia dijo, “Recuerdo la última vez que vino a visitarme en Bombay. Yo sabía que Kṛṣṇa lo iba a matar. Observé que estaba rengo. Generalmente era un hombre muy robusto, muy fuerte. No estaba para nada enfermo, pero en su última visita, rengueaba. Luego supe que Kṛṣṇa lo iba a matar. En realidad, Kṛṣṇa lo ha matado”.

Śrīla Prabhupāda, su determinación por servir al Señor Supremo es trascendental. Es evidente porqué lo eligió el Señor Caitanya para difundir Sus glorias en cada pueblo y ciudad. Usted está completamente calificado para ser adorado por todas las entidades vivientes de este planeta por los próximos diez mil años. Observé lo resuelto que estaba durante las abrumadoras dificultades relacionadas con el proyecto Juhu. Usted está completamente rendido a Kṛṣṇa. Por favor, bendígame con la determinación de rendirme completamente a sus pies de loto.

1 comentario:

  1. ¡Que potencia la de Srila Prabhupada!. ¡Jay Srila Prabhupada!. ¡Gracias por compartir. MMVD

    ResponderEliminar