105. Prabhupāda agrada a su discúpulo; Enfermedad después del masaje con sándalo



Śrīla Prabhupāda Uvāca 105
19-24 de febrero de 1973; Auckland, Nueva Zelandia
ISKCON Auckland

Muchos devotos sabían que Siddha Svarūpa guardaba una relación singular y peculiar con la Sociedad Internacional de Conciencia de Kṛṣṇa, pues era el único guru que se rindió a Śrīla Prabhupāda con una considerable cantidad de discípulos. Naturalmente, muchos devotos de ISKCON pasaron un momento difícil al tener que aceptar la distinción concedida sobre Siddha Svarūpa, pese a su aparente reserva. En consecuencia, algunos de los miembros de ISKCON no se llevaron bien con Siddha, y tal parecía que el sentimiento era mutuo.

Sin embargo, Siddha guardaba una considerable asociación con Śrīla Prabhupāda y Su Divina Gracia lo alentó a impulsar el movimiento. Śrīla Prabhupāda le dijo a Siddha, “Trabaja bajo la dirección del GBC si no puedes trabajar directamente conmigo”. Para mí fue evidente que Siddha amaba mucho a Śrīla Prabhupāda y Su Divina Gracia reciprocaba.

Una mañana, en Auckland, Siddha le presentó a Śrīla Prabhupāda un botellón de aluminio de aceite de madera de sándalo Mysore, justo antes que Śrīla Prabhupāda tomara el masaje. Deseando proporcionar placer a Su Divina Gracia, Siddha dijo, “Por favor, use este aceite de sándalo para friccionar todo su cuerpo”. Śrīla Prabhupāda dijo, “No, el aceite de madera de sándalo es bueno para refrescar la cabeza y el aceite de mostaza es para el resto del cuerpo”. No comprendiendo el significado Ayurvédico, Siddha insistió generosamente, “Por favor, Śrīla Prabhupāda, ¡tan sólo éste!”. Siddha quería que se usara el mejor aceite para dar masajes a Śrīla Prabhupāda. Al ver la determinación de Siddha por complacerlo, Śrīla Prabhupāda asintió a regañadientes. Ese día, friccioné todo el cuerpo de Śrīla Prabhupāda con aceite de sándalo mientras Siddha observaba feliz.

Como era habitual después del masaje, Śrīla Prabhupāda se bañó, honró el almuerzo de prasāda, y tomó una siesta. Luego de la misma, me llamó. Corrí a su habitación y ofrecí reverencias. Él me miró serio y dijo, “No me siento bien. Creo que se debe al masaje. El aceite de madera de sándalo me enfrió demasiado el cuerpo”.
Yo estaba abrumado y desconcertado, porque no había cuidado bien a mi Guru-deva. Sabía que la propiedad tibia natural del aceite de mostaza se empleaba siempre en el dorado cuerpo de Śrīla Prabhupāda. Comprendí el beneficioso efecto de conservar tibio a Su Divina Gracia. Por lo general, Śrīla Prabhupāda no permitía que los problemas de salud interfirieran con su servicio devocional. Raramente se metía en cama cuando no se sentía bien, a menos que su enfermedad continuara por semanas. Nunca tomó aspirinas para los dolores de cabeza.

Durante una enfermedad eventual, los únicos cambios que observé en el esquema diario de Śrīla Prabhupāda eran ajustes dietéticos. Además, si Śrīla Prabhupāda no se sentía lo bastante bien como para bañarse, me pedía que le diera masajes sin aceite. En unas pocas ocasiones en que tuvo un resfriado me pidió que pusiera un poco de alcanfor en el aceite de mostaza y lo calentara. Dijo, “Calienta el aceite hasta el punto en que lo puedas tocar”.

Era notable cuánta dificultad aceptó Śrīla Prabhupāda por el placer de su discípulo. Él sabía que el empleo del aceite de sándalo le causaría problemas, pero tan solo para satisfacer a su discípulo, lo aceptó. Se entendía que Śrīla Prabhupāda sobrellevara rigores para satisfacer a su Guru Mahārāja, pero el también ansiaba aceptar dificultades para el placer de sus devotos. Anhelaba alentarnos en nuestro servicio devocional, aunque lo pusiéramos en problemas.

Śrīla Prabhupāda, oro por poder entender sus instrucciones. De ese modo podré servirlo de acuerdo a su deseo, no de acuerdo a mis caprichos. Por favor, perdóneme por fracasar en protegerlo. Yo sabía que no era una buena idea usar el aceite de madera de sándalo, y debí habérselo explicado a Siddha. El hubiera comprendido, pues su único deseo era complacerlo.

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