El alma condicionada piensa de un modo separado de Kṛṣṇa. Pero un devoto
puro no tiene ninguna idea o comprensión separada de Kṛṣṇa. Tiene una idea y
una comprensión: la conciencia de Kṛṣṇa. Prabhupāda decía: —Una bandera, un śāstra y un trabajo: el servicio a Kṛṣṇa—.
Incluso diseñó la bandera de ISKCON, un loto ovalado con sus pétalos y la
palabra ISKCON en el medio. El mundo entero debería estar bajo una bandera:
ISKCON, y el mundo entero debería tener una sola Escritura: el Bhagavad-gītā.
Y como único principio de trabajo el rendirse a Kṛṣṇa. Eso es el movimiento
ISKCON. Y debería haber un solo himno: el mantra
Hare Kṛṣṇa. (O mejor aún, dos mantras:
Hare Kṛṣṇa y Jaya Prabhupāda.)
La idea de Prabhupāda era que no hubiera separación de Kṛṣṇa. Y cuando
cada uno de nosotros individualmente no esté separado de la idea de Prabhupāda,
de Kṛṣṇa y de ISKCON, entonces se manifestarán en forma natural las cualidades
de perdón, bondad y nobleza de corazón para distribuir el amor por Kṛṣṇa.
Surgirán de la mentalidad no separatista del devoto. Yo personalmente, para
poder mantener el deseo de una idea necesito la ayuda de todos. No puedo decir
que necesito únicamente a Prabhupāda y a nadie más.
Durante años después de que Prabhupāda abandonara este mundo me encontré
desorientado, y sólo recientemente estoy sintiendo que renace en mí la
esperanza. Estaba desorientado pensando ¿cómo puede Prabhupāda haberme dejado
de este modo? Así pensaba yo. No sé, quizá fuera ofensivo, pero yo me decía
¿cómo puede haberme dejado así? Mi sentimiento no era de enfado sino de
decepción: —Prabhupāda, ¿por qué me ha dejado en este momento?
Pero ahora comprendo que Prabhupāda no se ha ido, porque cuando miro a
mis hermanos espirituales puedo ver en cada uno de ellos algo de Prabhupāda.
Individualmente tienen su personalidad propia pero cuando los analizo veo en
unos y en otros al menos una de las cualidades que tanto amaba de Prabhupāda.
Por eso los hermanos espirituales son muy queridos para mí. Porque son muy
queridos para Prabhupāda son también muy queridos para mí. Pero si dijera que
amo a Prabhupāda y pensara sin embargo que sus discípulos, mis hermanos
espirituales, no tienen nada de Prabhupāda, ¿cuál sería entonces mi futuro en
este mundo? Me encontraría en una condición desesperada, porque mi recuerdo
personal de las actividades de Prabhupāda se iría diluyendo cada día. Pero en
ISKCON, con el servicio en separación y con las cualidades de mis hermanos
espirituales, Prabhupāda está verdaderamente presente.
Entrevista con Bhāvānanda Goswami
No hay comentarios:
Publicar un comentario