Śrīla Prabhupāda Uvāca 119
28
de febrero de 1975; Atlanta, Geórgia, EUA;
ISKCON
Atlanta
La visita
de Śrīla Prabhupāda al templo de Atlanta, duró solo unos pocos días, mas estuvo
llena de néctar trascendental. Śrīla Prabhupāda inundó la comunidad de devotos
con amor por Dios. Cuando Su Divina Gracia llegó, brindó la siguiente breve y
dulce clase a la congregación de devotos enfrente de Sus Señorías,
Śrīla Prabhupāda: Me agrada mucho verlos, ¿estoy llegando de la ciudad de México?
Śrīla Prabhupāda: Me agrada mucho verlos, ¿estoy llegando de la ciudad de México?
Devoto: ¡Sí!
Prabhupāda: Ciudad de México, luego Caracas, luego...
Devoto: Miami.
Prabhupāda: Miami. Observo que vuestro templo es el mejor.
Devotos: ¡Jaya! ¡Hari bol!
Prabhupāda: Así pues, Caitanya Mahāprabhu es muy amable. Parama karuṇa pahu dui jana. Dos
Señores, Nitāi-Gauracandra, Nityānanda Prabhu y Śrī Caitanya Mahāprabhu, Ellos
son muy amables, ¿entienden? Ellos aparecieron tan solo para reclamar a las
almas caídas de esta Era. De modo que Ellos son más amables que Kṛṣṇa. Kṛṣṇa,
Él es también muy amable. Él viene a liberar. Pero Kṛṣṇa demanda antes que nada
rendición. Caitanya Mahāprabhu no demanda siquiera rendición. Él es muy amable.
(Voz entrecortada). Así pues, tomen refugio en Śrī Caitanya Mahāprabhu y sean
felices. Muchas gracias (Llorando). (Fin) Copyright BBT
Śrīla Prabhupāda
se derritió de éxtasis, al ver a Sus Señorías. Inundado por la corriente de
amor por Dios, fluían lágrimas nectáreas de bienaventuranza de los ojos de Śrīla
Prabhupāda. Śrīla Prabhupāda estaba sumamente feliz de ver que se cuidaba tan
bien a las Deidades. ¡Qué buena fortuna! No es posible describir adecuadamente
a Su Divina Gracia, que nos indicaba su éxtasis divino. Śrīla Prabhupāda vio al
Señor delante suyo. Yo, por otra parte, vi hermosas Deidades hechas de metal.
No comprendía la naturaleza real del arcā
vigraha. Sólo podía imaginar lo que Śrīla Prabhupāda estaba experimentando.
Śrīla Prabhupāda
raramente revelaba sus síntomas extáticos. Él se disculpó cuando entró en un
trance extático en una ocasión previa, en Māyāpur. Esta fue la única vez que
fui lo bastante afortunado como para ser testigo de las lágrimas de éxtasis de Śrīla
Prabhupāda. Inmóviles y atónitos, todos se quedaron quietos, mesmerizados por
las melosidades trascendentales de Śrīla Prabhupāda. Nos quedamos arrebatados,
mientras nuestro Maestro Espiritual perdió la conciencia externa y cada momento
pareció como doce años o más. El tiempo misterioso nos rodeó, como el gran
desconocido. Pasmados, aguardamos extáticamente el regreso de Śrīla Prabhupāda.
Cuando Su Divina Gracia se reunió nuevamente con nosotros, hizo una señal para
que comenzara el kīrtana.
Lo que me
maravillaba era la habilidad de Śrīla Prabhupāda por refrenar tales síntomas
extáticos sobre una base regular. El se auto-controlaba expertamente, para
poder instruirnos e impulsar el movimiento del Señor Caitanya. Nosotros no
éramos capaces de entender completamente el éxtasis de Śrīla Prabhupāda, de
modo que él nos entrenó compasivamente desde el nivel de neófito en adelante.
El servicio devocional está tan lleno de bhāva
trascendental que los necios pícaros consideran dicha emoción como los
sentimientos mundanos ordinarios, porque eso es todo lo que ellos conocen. Śrīla
Prabhupāda vivió cuidadosamente una vida ejemplar, enseñándonos lo que
estábamos listos para aprender.
También
mientras estuvimos aquí en Atlanta, él tocó la mṛdanga en la vyāsāsana,
durante un kīrtana. Esa fue la única
vez en que pude ser testigo de un evento tan maravilloso. Todos aquí
experimentaron hasta cierto punto ciertos raros y extáticos vislumbres de su
divino maestro espiritual.
Hoy
realizo que si puedo meditar en cualquier día de su vida, puedo volverme
consciente de Kṛṣṇa. Cada minuto en su presencia está lleno de olas de néctar
que se vierten continuamente de su forma trascendental. Soy incapaz de apreciar
el amor de Dios que emana de usted porque mi conciencia está llena de deseo de
disfrute. Śrīla Prabhupāda, por favor, concédame los ojos necesarios para
verlo.
ESA ES SU MISERICORDIA: ENTREGAR LIBERALMENTE, SI PEDIR NADA A CAMBIO, EL AMOR LIBRE POR DIOS. TAL COMO ESTAMOS, SIN CONSIDERAR SI LO MERECEMOS O NO; SI ESTAMOS CUALIFICADOS O NO Y EN CANTIDADES ILIMITADAS. EN ESTA ERA INAUSPICIOSA Y DEGRADADA, NO ESTAMOS CUALIFICADOS, POR ESO LA MISERICORDIA ES INMOTIVADA.
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