48. Gotitas de néctar: "No existe separación entre yo y Kṛṣṇa"



Tamāla Kṛṣṇa Goswami explica las dificultades de servir en Māyāpura al comienzo. Jayapatākā Mahārāja y él tenían que viajar a distintas partes de la India y conseguir el cemento, la arena, las piedras o el acero. Antes incluso de obtener los materiales debían primero tener permisos del gobierno, lo cual no era fácil. Y tampoco era sencillo conseguir vagones o trenes, porque eran muy escasos. De una manera u otra lograron reunir algunos materiales y enviaron orgullosos una foto a Prabhupāda. Estos materiales eran tan preciosos que por las noches los devotos dormían encima de las piedras y el acero para protegerlos de los ladrones. Pero Prabhupāda escribió una carta de vuelta diciendo:

—¿A qué viene tanta fotografía? ¿Dónde está el edificio?

Prabhupāda dio algo de dinero para comenzar la construcción, pero les dijo que tenían que recaudar ellos mismos todos los fondos.

—¿Por qué se quedan ahí sentados? —Prabhupāda escribió otra carta a Tamāla Kṛṣṇa Goswami. —Ahora tienen que ir a recaudar dinero—. Incluso cuando Prabhupāda daba dinero, los devotos sabían que no le gustaba y se sentían mal cada vez que tenían que pedírselo.

—Ustedes son como viudas —les dijo Prabhupāda sarcásticamente—. Será mejor que se vayan todos a Māyāpura y se sienten allí y sea yo el que gane el dinero para mantenerlos.
Entrevista con Tamāla Kṛṣṇa Goswami

Un día, en Francia, Bhagavān dāsa y otros discípulos entraron en la habitación de Prabhupāda y lo encontraron mirando pensativo las lámparas de cristales.

—Miren esas lámparas —dijo—. Así tendrían que hacer el modelo para el planetario universal. Los planetas cuelgan igual que los cristales de esas arañas.
Entrevista con Bhagavān dāsa

Después de servir durante un tiempo en la India, Girirāja comenzó a sentirse incómodo. Se acercó a Prabhupāda un día durante su masaje.

—Śrīla Prabhupāda —dijo Girirāja—, he estado hablando con Śyāmasundara y con Tamāla Kṛṣṇa Goswami y he pensado que quizá debería volver a Occidente y predicar en colegios y universidades a profesores y a escritores.

Prabhupāda respondió: —Un devoto puede estar masajeando la pierna izquierda de Kṛṣṇa y luego pensar: «Ahora masajearé la derecha». Naturalmente, todo es servicio a Kṛṣṇa, pero puede ser que Kṛṣṇa desee que todavía le den más masaje a Su pierna izquierda.

—Si es así —dijo Girirāja obediente—, si usted prefiere que me quede en la India, lo haré. Por eso preguntaba. Quería saber lo que usted deseaba.

—Sí —dijo Prabhupāda—, ahora nuestro trabajo más importante es la India.
Entrevista con Girirāja Swami

Śrīla Prabhupāda estaba planificando la construcción de la sala del templo de Māyāpura y sus discípulos también participaban.

—¿Dónde podemos construir el vyāsāsana? —preguntó un devoto—. ¿Deberíamos colocarlo al fondo del templo, frente a las Deidades?

Pero otro devoto objetó: —¿No sería demasiado lejos para usted, Śrīla Prabhupāda? ¿Alcanzará a ver a las Deidades desde una distancia tan grande?

Prabhupāda respondió gravemente: —No existe separación entre yo y Kṛṣṇa—. De modo que el vyāsāsana se colocó frente a Śrī Śrī Rādhā-Mādhava. Y Prabhupāda Los pudo ver muy bien.

Entrevista con Jananivāsa dāsa

No hay comentarios:

Publicar un comentario