Tamāla Kṛṣṇa Goswami explica las dificultades de servir en Māyāpura al
comienzo. Jayapatākā Mahārāja y él tenían que viajar a distintas partes de la India y conseguir el
cemento, la arena, las piedras o el acero. Antes incluso de obtener los
materiales debían primero tener permisos del gobierno, lo cual no era fácil. Y
tampoco era sencillo conseguir vagones o trenes, porque eran muy escasos. De
una manera u otra lograron reunir algunos materiales y enviaron orgullosos una
foto a Prabhupāda. Estos materiales eran tan preciosos que por las noches los
devotos dormían encima de las piedras y el acero para protegerlos de los
ladrones. Pero Prabhupāda escribió una carta de vuelta diciendo:
—¿A qué viene tanta fotografía? ¿Dónde está el edificio?
Prabhupāda dio algo de dinero para comenzar la construcción, pero les
dijo que tenían que recaudar ellos mismos todos los fondos.
—¿Por qué se quedan ahí sentados? —Prabhupāda escribió otra carta a Tamāla
Kṛṣṇa Goswami. —Ahora tienen que ir a recaudar dinero—. Incluso cuando Prabhupāda
daba dinero, los devotos sabían que no le gustaba y se sentían mal cada vez que
tenían que pedírselo.
—Ustedes son como viudas —les dijo Prabhupāda sarcásticamente—. Será
mejor que se vayan todos a Māyāpura y se sienten allí y sea yo el que gane el
dinero para mantenerlos.
Entrevista con Tamāla Kṛṣṇa Goswami
Un día, en Francia, Bhagavān dāsa y otros discípulos entraron en la
habitación de Prabhupāda y lo encontraron mirando pensativo las lámparas de
cristales.
—Miren esas lámparas —dijo—. Así tendrían que hacer el modelo para el
planetario universal. Los planetas cuelgan igual que los cristales de esas
arañas.
Entrevista con Bhagavān dāsa
Después de servir durante un tiempo en la India , Girirāja comenzó a
sentirse incómodo. Se acercó a Prabhupāda un día durante su masaje.
—Śrīla Prabhupāda —dijo Girirāja—, he estado hablando con Śyāmasundara y
con Tamāla Kṛṣṇa Goswami y he pensado que quizá debería volver a Occidente y
predicar en colegios y universidades a profesores y a escritores.
Prabhupāda respondió: —Un devoto puede estar masajeando la pierna
izquierda de Kṛṣṇa y luego pensar: «Ahora masajearé la derecha». Naturalmente,
todo es servicio a Kṛṣṇa, pero puede ser que Kṛṣṇa desee que todavía le den más
masaje a Su pierna izquierda.
—Si es así —dijo Girirāja obediente—, si usted prefiere que me quede en la India , lo haré. Por eso
preguntaba. Quería saber lo que usted deseaba.
—Sí —dijo Prabhupāda—, ahora nuestro trabajo más importante es la India.
Entrevista con Girirāja Swami
Śrīla Prabhupāda estaba planificando la construcción de la sala del
templo de Māyāpura y sus discípulos también participaban.
—¿Dónde podemos construir el vyāsāsana?
—preguntó un devoto—. ¿Deberíamos colocarlo al fondo del templo, frente a las
Deidades?
Pero otro devoto objetó: —¿No sería demasiado lejos para usted, Śrīla
Prabhupāda? ¿Alcanzará a ver a las Deidades desde una distancia tan grande?
Prabhupāda respondió gravemente: —No existe separación entre yo y Kṛṣṇa—.
De modo que el vyāsāsana se colocó
frente a Śrī Śrī Rādhā-Mādhava. Y Prabhupāda Los pudo ver muy bien.
Entrevista con Jananivāsa dāsa
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