41. Śrīla Prabhupāda dijo: Acerca de desafíos e influencias externas en ISKCON



Respecto a los dos hombres que han venido de la Gauḍīya Matha, por el momento deberíamos tratar de no dar refugio a tales personas a menos que sean probadas.

¿Por qué Nitāi tiene que salir a escuchar clases fuera de nuestro templo? Si no está satisfecho con el nivel de nuestras clases, se le debe permitir dar algunas clases, pero debe parar inmediatamente con esa costumbre de salir a escuchar a otros. Le estoy escribiendo una carta a él, de la cual te adjunto una copia para referencia tuya.

He recibido informes de que has estado desarrollando el hábito de salir del templo para oír clases de otros de afuera como Nṛsiṁha-vallabha. También he escuchado ahora que algunos devotos hindúes están haciendo lo mismo.

Estrictamente nadie debe salir a escuchar conferencias de otros. Si no estás satisfecho con la calidad de las clases del Krishna-Balaram Mandir entonces tú debes dar otra clase. Pero no puedes irte fuera a escuchar las clases de otros. Por favor abandona inmediatamente ese hábito.

No dejes que tu mente se perturbe por tantas cosas. Nuestro movimiento es para cantar Hare Kṛṣṇa. Uno puede ser feliz en cualquier circunstancia. Samaḥ duḥkha-sukhaṁ dhīram. La conciencia de Kṛṣṇa no depende de ningún arreglo externo. No debes irte fuera del refugio de ISKCON. Simplemente trata de ser feliz cantando Hare Kṛṣṇa y siguiendo los principios regulativos.

De hecho yo soy una autoridad aceptada por las autoridades. En el Caitanya-caritāmṛta se dice: kṛṣṇa-śakti vinā nahe tāra pravartana [‘sin ser apoderado por Kṛṣṇa, nadie puede predicar’]. Ahora el movimiento Hare Kṛṣṇa es mundialmente conocido, y académicos eruditos me aplauden, como lo ha hecho el profesor Judah. Entonces, ¿por qué no soy una autoridad? Nadie dice que Swami Bon lo haya logrado, ni Vivekananda, ni ningún otro svāmī. Tantos yogīs y svāmīs han estado viniendo a Occidente y sin embargo nadie les ha dado crédito, y ahora me lo están dando a mí. Entonces, ¿por qué yo no soy una autoridad? Si Kṛṣṇa me acepta como autoridad, ¿quién lo puede negar?... En suma, si su motivación es la de suprimirme, y si es por esto que ha venido aquí, ¿cómo podemos recibirlo? Él ya le ha dado una impresión equivocada a un profesor. Si Bon Mahārāja viene a nuestro centro, lo pueden tratar como a un invitado, denle prasāda, hónrenlo como a un vaiṣṇava mayor, pero él no puede hablar ni dar clases. Si quiere dar una clase pueden decirle que ya hay otro devoto programado. Eso es todo.

De hecho yo soy una autoridad aceptada por las autoridades. En el Caitanya-caritāmṛta se dice: kṛṣṇa-śakti vinā nahe tāra pravartana [‘sin ser apoderado por Kṛṣṇa, nadie puede predicar’]. Ahora el movimiento Hare Kṛṣṇa es mundialmente conocido, y académicos eruditos me aplauden, como lo ha hecho el profesor Judah. Entonces, ¿por qué no soy una autoridad? Nadie dice que Swami Bon lo haya logrado, ni Vivekananda, ni ningún otro svāmī. Tantos yogīs y svāmīs han estado viniendo a Occidente y sin embargo nadie les ha dado crédito, y ahora me lo están dando a mí. Entonces, ¿por qué yo no soy una autoridad? Si Kṛṣṇa me acepta como autoridad, ¿quién lo puede negar?... En suma, si su motivación es la de suprimirme, y si es por esto que ha venido aquí, ¿cómo podemos recibirlo? Él ya le ha dado una impresión equivocada a un profesor. Si Bon Mahārāja viene a nuestro centro, lo pueden tratar como a un invitado, denle prasāda, hónrenlo como a un vaiṣṇava mayor, pero él no puede hablar ni dar clases. Si quiere dar una clase pueden decirle que ya hay otro devoto programado. Eso es todo.
Carta a Satsvarūpa dāsa Goswami (4 junio 1975)

En Śrīla Prabhupāda —la suprema autoridad de ISKCON— tenemos el ejemplo de alguien que no salió de este movimiento en busca de alimento espiritual. Śrīla Prabhupāda prefería leer sus propios libros y residir en los templos de la Asociación Internacional para la Conciencia de Kṛṣṇa. En un país como Hawai, con un grupo externo de devotos opuesto a ISKCON, Prabhupāda siempre eligió quedarse en su propio templo. Aun cuando hubiera discrepancias en los criterios, estando en el templo él podía realizar un movimiento fuerte para corregirlas. Aunque con fines de prédica Prabhupāda se quedaba a veces fuera del templo, no se sentía en su propia casa, a menos que estuviera en uno de sus templos de la conciencia de Kṛṣṇa. Esta actitud de Prabhupāda de sentirse como en casa en el templo es algo que él quería que sus seguidores adoptasen. Él veía los templos de ISKCON como lugares donde había buena comida, la mejor filosofía, la mejor compañía, vida de familia (si uno lo deseaba) y lo más importante: la más plena oportunidad para obtener vida eterna, para regresar a casa, de vuelta al Supremo. Por eso, cuando se le preguntó en una reunión cómo podía uno liberarse del karma y de los pecados, Prabhupāda respondió: —Ven a vivir con nosotros—. Y en una carta escribió:

Debemos tener mucho cuidado y no mezclarnos con ellos. Esta es mi instrucción a todos ustedes. Ellos no pueden ayudar a nuestro movimiento, pero sí son muy competentes para dañar nuestro progreso natural. Así que debemos tener mucho cuidado con ellos.

Carta a Rūpānuga (28 abril 1974)

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