Respecto a los dos hombres que
han venido de la Gauḍīya Matha, por el momento deberíamos tratar de no dar
refugio a tales personas a menos que sean probadas.
¿Por qué Nitāi tiene que salir
a escuchar clases fuera de nuestro templo? Si no está satisfecho con el nivel
de nuestras clases, se le debe permitir dar algunas clases, pero debe parar
inmediatamente con esa costumbre de salir a escuchar a otros. Le estoy
escribiendo una carta a él, de la cual te adjunto una copia para referencia
tuya.
He recibido informes de que
has estado desarrollando el hábito de salir del templo para oír clases de otros
de afuera como Nṛsiṁha-vallabha. También he escuchado ahora que algunos devotos
hindúes están haciendo lo mismo.
Estrictamente nadie debe salir
a escuchar conferencias de otros. Si no estás satisfecho con la calidad de las
clases del Krishna-Balaram Mandir entonces tú debes dar otra clase. Pero no
puedes irte fuera a escuchar las clases de otros. Por favor abandona
inmediatamente ese hábito.
No dejes que tu mente se
perturbe por tantas cosas. Nuestro movimiento es para cantar Hare Kṛṣṇa. Uno
puede ser feliz en cualquier circunstancia. Samaḥ
duḥkha-sukhaṁ dhīram. La conciencia de Kṛṣṇa no depende de ningún arreglo
externo. No debes irte fuera del refugio de ISKCON. Simplemente trata de ser feliz
cantando Hare Kṛṣṇa y siguiendo los principios regulativos.
De hecho yo soy una autoridad
aceptada por las autoridades. En el Caitanya-caritāmṛta
se dice: kṛṣṇa-śakti vinā nahe tāra pravartana [‘sin ser apoderado por Kṛṣṇa,
nadie puede predicar’]. Ahora el movimiento Hare Kṛṣṇa es mundialmente
conocido, y académicos eruditos me aplauden, como lo ha hecho el profesor
Judah. Entonces, ¿por qué no soy una autoridad? Nadie dice que Swami Bon lo
haya logrado, ni Vivekananda, ni ningún otro svāmī. Tantos yogīs y svāmīs han estado viniendo a Occidente y
sin embargo nadie les ha dado crédito, y ahora me lo están dando a mí.
Entonces, ¿por qué yo no soy una autoridad? Si Kṛṣṇa me acepta como autoridad,
¿quién lo puede negar?... En suma, si su motivación es la de suprimirme, y si
es por esto que ha venido aquí, ¿cómo podemos recibirlo? Él ya le ha dado una
impresión equivocada a un profesor. Si Bon Mahārāja viene a nuestro centro, lo
pueden tratar como a un invitado, denle prasāda,
hónrenlo como a un vaiṣṇava mayor,
pero él no puede hablar ni dar clases. Si quiere dar una clase pueden decirle
que ya hay otro devoto programado. Eso es todo.
De hecho yo soy una autoridad
aceptada por las autoridades. En el Caitanya-caritāmṛta
se dice: kṛṣṇa-śakti vinā nahe tāra pravartana [‘sin ser apoderado por Kṛṣṇa,
nadie puede predicar’]. Ahora el movimiento Hare Kṛṣṇa es mundialmente
conocido, y académicos eruditos me aplauden, como lo ha hecho el profesor
Judah. Entonces, ¿por qué no soy una autoridad? Nadie dice que Swami Bon lo
haya logrado, ni Vivekananda, ni ningún otro svāmī. Tantos yogīs y svāmīs han estado viniendo a Occidente y
sin embargo nadie les ha dado crédito, y ahora me lo están dando a mí.
Entonces, ¿por qué yo no soy una autoridad? Si Kṛṣṇa me acepta como autoridad,
¿quién lo puede negar?... En suma, si su motivación es la de suprimirme, y si
es por esto que ha venido aquí, ¿cómo podemos recibirlo? Él ya le ha dado una
impresión equivocada a un profesor. Si Bon Mahārāja viene a nuestro centro, lo
pueden tratar como a un invitado, denle prasāda,
hónrenlo como a un vaiṣṇava mayor,
pero él no puede hablar ni dar clases. Si quiere dar una clase pueden decirle
que ya hay otro devoto programado. Eso es todo.
Carta a Satsvarūpa dāsa Goswami (4 junio 1975)
En Śrīla
Prabhupāda —la suprema autoridad de ISKCON— tenemos el ejemplo de alguien que
no salió de este movimiento en busca de alimento espiritual. Śrīla Prabhupāda
prefería leer sus propios libros y residir en los templos de la Asociación Internacional
para la Conciencia
de Kṛṣṇa. En un país como Hawai, con un grupo externo de devotos opuesto a
ISKCON, Prabhupāda siempre eligió quedarse en su propio templo. Aun cuando
hubiera discrepancias en los criterios, estando en el templo él podía realizar
un movimiento fuerte para corregirlas. Aunque con fines de prédica Prabhupāda
se quedaba a veces fuera del templo, no se sentía en su propia casa, a menos
que estuviera en uno de sus templos de la conciencia de Kṛṣṇa. Esta actitud de Prabhupāda
de sentirse como en casa en el templo es algo que él quería que sus seguidores
adoptasen. Él veía los templos de ISKCON como lugares donde había buena comida,
la mejor filosofía, la mejor compañía, vida de familia (si uno lo deseaba) y lo
más importante: la más plena oportunidad para obtener vida eterna, para
regresar a casa, de vuelta al Supremo. Por eso, cuando se le preguntó en una
reunión cómo podía uno liberarse del karma y de los pecados, Prabhupāda respondió:
—Ven a vivir con nosotros—. Y en una carta escribió:
Debemos
tener mucho cuidado y no mezclarnos con ellos. Esta es mi instrucción a todos
ustedes. Ellos no pueden ayudar a nuestro movimiento, pero sí son muy
competentes para dañar nuestro progreso natural. Así que debemos tener mucho
cuidado con ellos.
Carta a Rūpānuga (28 abril 1974)
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