Capítulo Tres: Nāmābhāsa




Gloria a Gadai y Gaurāṅga, y a Nityānanda, la vida de Jāhnavā.
Gloria a Sītā y a Advaita, y a Śrīvasa y a todos los devotos.

Śrī Caitanya Mahāprabhu en su misericordia, levantó a Haridāsa en sus propias manos y dijo: “Escucha Haridāsa mis palabras”. Explica ahora en detalle el significado de nāmābhāsa. Si entendemos completamente el nāmābhāsa, nuestro canto del Santo Nombre se hará puro. Entonces, por el poder de ese canto puro, terminará esta existencia material.

“El Santo Nombre, como el Sol, extingue la oscuridad de māyā o ilusión. Empero, a veces, las nubes o la niebla le tapan el Sol al observador, de modo que sólo pasa una parte de la luz”. De la misma manera, cuando los anarthas y la ignorancia predominan, el sol del Santo Nombre se eclipsa y solamente se percibe una porción del efecto total del Santo Nombre. Por lo tanto, en algunos casos, el Santo Nombre aparecerá con toda la fuerza en el corazón del cantor, pero en otros casos, las nubes de ignorancia y los anarthas minimizarán el efecto del Nombre en el cantor.

“¿Qué es la ignorancia? La ignorancia es de tres tipos. Si uno no conoce la naturaleza espiritual del Santo Nombre que ha aceptado, esta ignorancia del nombre, como la niebla, conduce a la oscuridad. En segundo lugar, una persona ignorante de que Kṛṣṇa es el Señor Supremo, seguirá la adoración de los semidioses y el sendero de la piedad material. En tercer lugar, el que es ignorante de la naturaleza trascendental de su propio ser, jīvātma, una parte infinitesimal de Kṛṣṇa y su mundo, se refugia en el mundo temporal y de la ilusión. Así permanecerá eternamente en la ignorancia”.

Cuando el Señor hubo terminado, Haridāsa dijo: “Hoy soy muy afortunado porque el mismo Señor Supremo, Śrī Caitanya, escuchará acerca del Santo Nombre”.
Haridāsa explicó primero acerca de la ignorancia.

El conocimiento significa saber que Kṛṣṇa es El Señor, que las entidades vivientes son sus sirvientes, y el mundo material es una manifestación densa, inconsciente o un subproducto del Señor. La persona que no conoce claramente la naturaleza de estos principios y sus relaciones, vive bajo la sombra de la ignorancia. Esta es una causa de nāmābhāsa o el cubrimiento de sol del Santo Nombre puro, por lo cual no se pueden sentir todos sus efectos.

En realidad la niebla de la ignorancia, simplemente cubre el ojo de la entidad viviente individual en una posición localizada. Tal como el sol se hace visible solamente desde la posición relativa del individuo bajo la nube, pero realmente nunca está cubierto. Así, el Santo Nombre nunca está cubierto, porque no es diferente de Kṛṣṇa y eternamente trascendental y puro. Los efectos totales están disminuidos para esta gente que tiene sobre sus ojos la nube de los anarthas y la niebla de la ignorancia.

¿Qué son los anarthas? Estos son calificados como la sed por los objetos materiales (asat tṛṣṇā), miseria del corazón (hṛdaya-daurbalya) y ofensas (aparādha).

La categoría de la sed por los objetos materiales está dividida así:

Codicia de los objetos materiales en este mundo, codicia por los placeres sensuales celestiales en la próxima vida, codicia por los poderes místicos del yoga y el deseo de liberación en el brahman. La debilidad del corazón se puede analizar como un apego a las cosas efímeras no relacionadas con Kṛṣṇa: el engaño, la envidia por el progreso de alguien, y el deseo de prestigio y fama. La ofensa o aparādha se puede dividir en: Ofensa al Santo Nombre, ofensas a Kṛṣṇa mismo (sevā aparādha), ofensas a los devotos de Kṛṣṇa y ofensas a las otras entidades vivientes. Por estas ofensas, la influencia del Santo Nombre llega a obstruirse y la naturaleza trascendental del Santo Nombre no se manifiesta.

La entidad viviente continuará bajo la sombra de nāmābhāsa, tanto tiempo como permanezca ignorante del sambandha-tattva, los aspectos básicos concernientes al jīva, a Dios y a la naturaleza material y su relación mutua. Empero, cuando el estudiante se refugia en un guru fidedigno, por la fuerza de su eficaz práctica espiritual, él puede quitar las obstrucciones que bloquean el sol del Santo Nombre. Cuando las nubes y la niebla se disipan, el brillante sol del Santo Nombre se hace visible y confiere al devoto el tesoro del amor de Dios. Después de que el guru fidedigno, entrega el sambandha-jñāna, instruye al discípulo en la práctica de cultivar el Santo Nombre (sādhana-bhakti). Esto se llama abhidheya o proceso. Mediante este proceso específico el Nombre mostrará su influencia y desterrará los anarthas. Finalmente la jīva realiza la meta de la vida, el amor de Dios, y en esa posición él continúa su función de cantar el Santo Nombre en absoluta bienaventuranza espiritual (prema).

La ignorancia del conocimiento correcto se explica como sigue: La entidad viviente se refugia en el guru fidedigno y con genuina fe, recibe el conocimiento correcto acerca de Kṛṣṇa, el alma espiritual, la naturaleza material y la relación de los tres, de acuerdo a las escrituras. Kṛṣṇa es el Señor eterno, y las entidades vivientes son sus eternos sirvientes, unidos al Señor por el lazo de prema o amor. Esta relación de la jīva con Dios en prema bhakti, también es eterna. Esta es la naturaleza constitutiva de la entidad viviente, la cual solamente tiene que ser descubierta. Empero, cuando la jīva olvida que es el eterno sirviente de Kṛṣṇa, entra en el mundo material buscando la felicidad. Pero este universo de ilusión es la casa de prisión para las jīvas, que actúa como el proceso remedial o reformador que castiga a las jīvas por apartarse de Kṛṣṇa. El mundo material tiene como propósito ser un lugar de purificación.

Mediante la misericordia de los devotos vaiṣṇavas puros del Señor, si la jīva acoge a Kṛṣṇa-nāma con el conocimiento correcto de sambandha, entonces alcanzará ciertamente el gran tesoro de prema, la actividad perfecta de la entidad viviente. En ese momento, aún hasta la liberación de emerger dentro de la efulgencia del Señor se hace detestable. Pero mientras el conocimiento trascendental de sambandha no sea aceptado, deben permanecer los anarthas y la ignorancia, y la persona continuará en la plataforma de nāmābhāsa. Aunque la persona cante, el efecto es limitado.
Empero, aún el cantar en el estado de nāmābhāsa es considerado muy auspicioso; se considera que es la actividad piadosa superior, porque mediante la acumulación de actividad nāmābhāsa ganamos, con el tiempo, la fe para aceptar el servicio devocional apropiadamente. Se considera que nāmābhāsa es superior a las actividades del yoga, el sacrificio, las normas de varṇāśrama, las austeridades etc., porque conducirá a la senda del bhakti puro. Los procesos de yoga, las austeridades, etc., a menos que se combinen con algunas actividades del bhakti, nunca conducirán al bhakti.

¿Cuáles son los efectos de cantar en nāmābhāsa? Al cantar en nāmābhāsa, todos los efectos pecaminosos son destruidos y podemos lograr la liberación del mundo material. Todos los efectos de kali-yuga son vencidos. Al cantar en este estado, todas las ansiedades se alejarán y se podrá obtener paz. Aún las influencias de los fantasmas, demonios, espíritus y planetas desfavorables se anulan también. Aún los habitantes de los planetas infernales pueden alcanzar liberación al cantar en nāmābhāsa, porque nāmābhāsa destruye los efectos de las actividades pecaminosas ya cometidas (prārabdha karma). Por esta razón, nāmābhāsa es aún más poderoso que los Vedas y los lugares santos. Supera todas las actividades piadosas materialistas de karma-kanda.

Porque el Santo Nombre está investido con todas las energías transcendentales de Kṛṣṇa, al cantar, aún en nāmābhāsa, podemos alcanzar las metas de dharma, artha, kama y mokṣa, los queridos objetivos del varṇāśrama. Este cantar puede darnos la posición de felicidad en el universo material; es el único refugio de los desamparados. Podemos llegar a los límites del planeta Vaikuṇṭha mediante este canto; las escrituras recomiendan el Nombre como el proceso para Kali-yuga en particular.

Nāmābhāsa como actividad piadosa sin intención, se puede clasificar en cuatro especies: saṅketa, parihāsa, stobha y hela. Cantar en saṅketa, o indirectamente, significa que uno canta el nombre Viṣṇu o Kṛṣṇa, con una concepción materialista específica, o canta el Santo Nombre sin intención, mientras piensa en algún otro objeto con el mismo sonido. Un ejemplo de la primera clase es Ajamīla, quién llamaba el nombre de su hijo, que por coincidencia se llamaba Nārāyaṇa. El cantó el nombre de Viṣṇu, pero con la intención de llamar a su hijo. También fue salvado de los yamadūtas y alcanzó el planeta Vaikuṇṭha. Un ejemplo de la segunda clase de sanketa, es el yavana que canta “hārām” cuando se estaba muriendo, porque las sílabas “” y “rām” están presentes formando un nombre de Viṣṇu accidentalmente, esta persona alcanza la liberación, porque este tipo de nāmābhāsa es el menos ofensivo, el poder del Santo Nombre permanece intacto en alto grado.

Alguien que pronuncia el nombre del Señor en parihāsa, una modalidad en chiste, así como Jarāsandha, también cruza sobre el mundo material. Pronunciar el Nombre en parihāsa o en mofa, como lo hizo Śiśupāla, puede también cortar las cadenas de la existencia material. Pronunciar el Nombre en hela o desatención, también trae beneficio. Los mlecchas alcanzan la liberación mediante todos los tipos de nāmābhāsa..........

Estos tipos de nāmābhāsa: coincidencia, broma, mofa, y desatención, por carecer de fe real en Kṛṣṇa, están situados en los sistemas inferiores de nāmābhāsa. Por otra parte, si uno tiene genuina fe en Kṛṣṇa y sigue el Santo Nombre mientras los anarthas están aún presentes, ese estado es llamado śraddhā-nāmābhāsa. Puesto que aún cantando en nāmābhāsa sin devoción, uno puede alcanzar la liberación, ¿Cómo puede uno describir los resultados de cantar en nāmābhāsa con fe? Al cantar en nāmābhāsa uno puede lograr todo, excepto prema.

Si uno llega al punto de śraddhā-nāmābhāsa, los anarthas se irán rápidamente, y el nombre puro será revelado. Cantando el Nombre puro, śuddha-nāma, uno ciertamente alcanzará prema muy pronto. Se puede concluir por lo tanto, que el nāmābhāsa mismo no puede dar Kṛṣṇa-prema; pero mediante el progreso de este estado al estado de śuddha-nāma, mediante el seguimiento de las reglas de sādhana, como sean establecidas por el guru, uno puede lograr el amor de Dios.

Así, puesto que uno no comete nāma-aparādha, nāmābhāsa es digno de alabanza. Está considerado innumerable número de veces mejor que karma o jñāna, porque una persona con tal nāmābhāsa eventualmente obtendrá fe y esa semilla de fe se desarrollará entonces en atracción y gusto por Kṛṣṇa, lo cual conducirá al estado de śuddha-nāma y luego a prema.

Âbhāsa significa una luz lánguida, una imagen indirecta. Es de dos clases: Luz reflejada y luz obstruida. Similarmente hay dos tipos de fe lánguida: Fe reflejada o distorsionada y sombra o fe parcial. De la fe parcial llega el nublado nāmābhāsa, que se desarrolla en el nombre puro y amor de Dios, con el tiempo. Esto está clasificado como nāmābhāsa real. Así como las nubes obstruyen la plena brillantez del sol, así las nubes de los anarthas y la niebla de la ignorancia en el corazón de la jīva, sólo permiten que entre una difusa luz del nombre.

Aun teniendo la oportunidad de seguir la fe pura, otras entidades vivientes siguen una fe distorsionada, la cual se compara con la luz reflejada del agua. La luz es rota y la imagen no intacta. Cuando la gente de fe distorsionada recibe el Santo Nombre, el Nombre que ellos siguen también es distorsionado; tal gente se caracteriza por el deseo profundamente arraigado de disfrute y liberación. En la medida en que ellos se esfuerzan día y noche por satisfacer sus deseos de disfrute y liberación. Como tal gente puede usar el Nombre, puede parecer que tienen fe en él, pero esto no es fe real. Si uno sigue el Nombre con esa fe, no importa cuanto tiempo continúe, uno no podrá alcanzar la purificación, sino que permanecerá continuamente en ese mismo estado pervertido. En cambio, tal práctica generalmente conduce a la mentalidad Māyāvāda y finalmente uno se vuelve engañador. Tal persona piensa que el Santo Nombre es solamente un medio para un fin más elevado, y por tal mentalidad se pierde el poder del Nombre y Su gloria. El único resultado es la ofensa o aparādha.

Aquí está la diferencia real entre nāmābhāsa, en donde los efectos del Nombre se sienten, pero en forma difusa, debido a la obstrucción, y el nāmābhāsa distorsionado. En el nāmābhāsa real, se pueden generar muchos anarthas de la ignorancia y la debilidad del corazón, pero todos estos efectos, pueden ser disipados mediante el continuo cantar del Nombre. Sin embargo, en el nāmābhāsa distorsionado, que nace del conocimiento engañador, las ofensas simplemente aumentan. Esto no se llama nāmābhāsa, sino nāma-aparādha.

Los māyāvādīs consideran que Kṛṣṇa, Su Nombre, Su forma, Su līlā y cualidades, son falsos y perecederos. En esta tierra, ellos nunca recibirán el amor de Dios, porque tal sendero conduce en la dirección opuesta de la senda del servicio devocional o bhakti. Así no puede haber compromiso real entre los dos senderos. La filosofía māyāvāda es considerada como el enemigo del bhakti, y sus seguidores considerados los más grandes ofensores. Realmente el Santo Nombre del Señor con toda su potencia nunca sale de la boca de esta gente porque, aunque se escuchen muchas sílabas, el Santo Nombre del Señor trascendental no reside allí. El māyāvādī que canta el Nombre de esta manera, simplemente va al infierno, porque él piensa que el Nombre es material y temporal. Mientras canta el Nombre, el māyāvādī está deseando disfrute y liberación, y al estar tan decepcionado y cantar por un motivo, sólo recibe dolor para todos sus problemas.

Si por la misericordia de los devotos, él puede abandonar la aspiración de bhukti y mukti y aceptar su posición como sirviente de Kṛṣṇa, estando arrepentido y obediente, puede recibir el Nombre real y realizar el verdadero sambandha-jñāna. Entonces, por el constante cantar del Nombre, vendrán lágrimas a sus ojos, llegará la misericordia inherente del Nombre y su verdadera naturaleza, prema bhakti, se hará manifiesta.

Pero el māyāvādī que sostiene que Kṛṣṇa y la posición de la jīva como sirviente de Kṛṣṇa son temporales e imaginarios es un ofensor del Nombre y habita en el profundo agujero del infortunio. Puesto que el Nombre es un árbol de deseos, le concede al māyāvādī su deseo de emerger en la efulgencia del Señor: Entre los cinco tipos de liberación, sāyujya o el emerger, concede el alivio de los dolores del océano material, pero también extingue la identidad propia. Los hombres ilusionados, pensando que habrá felicidad en ese estado, reciben solamente esta sombra de felicidad. Porque en ese estado, al olvidar completamente a Kṛṣṇa, no pueden obtener servicio en la bienaventuranza y el conocimiento eternos, la perfección de la vida. Si uno no tiene bhakti, ni amor por Kṛṣṇa, ni constante fe y convicción en Kṛṣṇa, ¿cómo puede uno lograr felicidad real y eterna?

En resumen, alguien que se halla en el estado de nāmābhāsa no acepta la filosofía māyāvādī ni tiene su corazón debilitado o contaminado por su influencia. La gloria plena del sol no es visible cuando está cubierto por las nubes, pero cuando las nubes se retiran, el sol brilla en toda su gloria. Así de esta manera, cuando una persona recibe el conocimiento de la naturaleza real del Nombre por la misericordia del guru, cuando la ignorancia y los anarthas que causan la pena, se disipan mediante el sambhanda-jñāna y sādhana del canto propio, ese nāmābhāsa se puede transformar en suddha-nāma, en cuyo estado uno recibirá la plena brillantez del Nombre en la forma de prema.

Por lo tanto, quien cuidadosamente evita la compañía e influencia de los māyāvādīs, se refugia, en el Nombre puro y sirve por amor, llegará a estar plenamente satisfecho en total perfección. Esa es la instrucción del Señor. Quien acepte esta instrucción es un alma afortunada, y quien la rechace es un pícaro que no será liberado durante cien millones de nacimientos. Para establecerlo de otra manera, uno simplemente deberá dejar la mala asociación y refugiarse a los pies de loto del Señor Caitanya. Fuera de los pies de Mahāprabhu, fuera de Su misericordia no hay otra manera. Así concluyó Haridāsa Ṭhākura su explicación de nāmābhāsa.

Alguien que tome refugio a los dos pies de Haridāsa, cantará incesantemente su glorificación del Nombre: “Hari-nāma-cintāmani”.

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