Todas las glorias a Nityānanda, la vida de Jāhnavā,
Todas las glorias al esposo de Sītā, y a los devotos del
Señor.
Haridāsa habló, con sus manos unidas: “Ahora, escucha
acerca de la segunda ofensa, ¡oh Señor del Universo!”.
Primero, él aclaró sobre la posición de Viṣṇu. Viṣṇu es
el Principio Supremo, no sujeto a la dualidad del mundo material. El es una
forma llena de conciencia y conocimiento, que existe eternamente más allá de
las modalidades de la naturaleza material, aunque siendo el Absoluto
controlador del mundo material. Kṛṣṇa en Goloka es la forma de Viṣṇu original y
suprema estando ornamentado con las sesenta y cuatro cualidades
transcendentales, para embellecer sus actividades bienaventuradas. Al
manifestarse a sí mismo como Nārāyaṇa, El despliega sesenta cualidades por las
cuales realiza Sus actividades. Los puruṣa
avatāras y otros avatāras
plenarios poseen todos estas sesenta cualidades a fin de cumplir su función.
Kṛṣṇa se expande como dos clases de partículas
conscientes. La primera es la jīva
ordinaria, que tiene cincuenta cualidades en algún grado. La segunda son los
semidioses, quienes tienen las mismas cincuenta cualidades, pero en un grado
mayor. Además, Śiva posee cinco cualidades más. Viṣṇu tiene todas estas
cualidades además de otras cinco que no se encuentran en las demás entidades
vivientes. De esta manera, podemos ver que Viṣṇu o Nārāyaṇa con las sesenta
cualidades es el Señor, y Śiva y los semidioses son sus sirvientes. Mayores que
las jīvas ordinarias son los
semidioses y Śiva, y mayor que Śiva es Viṣṇu quien es el Señor de las jīvas y el Señor de los semidioses. Por
lo tanto, quien considere a Viṣṇu en el mismo nivel de los semidioses, es muy
ignorante.
Algunas personas proclaman que el Brahman, sin
cualidades, las adquiere cuando se expande como Brahmā, Viṣṇu y Śiva. Empero la
conclusión de la escritura es que Nārāyaṇa es Supremo y es la causa de Brahmā y
Śiva. Quienquiera que rechace a Viṣṇu como el Supremo controlador y se entregue
a adorar los Semidioses, cae dentro del mundo de la ilusión.
Otras personas proclaman que puesto que Viṣṇu es
omnipresente a través del universo total y está también presente en los
semidioses, uno puede adorar a Viṣṇu al adorar a todos los semidioses. Pero
esta no es la formulación de la escritura, más bien está prohibido este tipo de
actividad. Al adorar a Viṣṇu, toda otra adoración está perfeccionada. Tal como
dándole agua a la raíz de un árbol las ramas llegan a satisfacerse, al adorar
exclusivamente a Kṛṣṇa, Viṣṇu se cubre de toda adoración. Esta es la conclusión
Védica, pero desafortunadamente los tontos rechazan este precepto. Bajo la
influencia de la filosofía māyāvādī,
las entidades vivientes de Kali-yuga
ponen a Viṣṇu en el mismo nivel que los semidioses. En verdad, sin embargo, los
semidioses dan sólo un resultado limitado, mientras que la adoración de Viṣṇu
produce todos los resultados. Si los materialistas pueden entender esta verdad,
se entregarán a adorar a Viṣṇu y alcanzarán todos los resultados. ¿Cómo deberá
actuar un amo de casa dentro del sistema varṇāśrama?
Generalmente, él deberá dejar de preocuparse por las
obligaciones inferiores y sencillamente, adorar a Kṛṣṇa. En otras palabras, en
todos los saṁskāras desde la
inseminación hasta los ritos funerarios, Kṛṣṇa deberá ser adorado, usando los mantras adecuados de los Vedas. Uno deberá adorar a los vaiṣṇavas y a Viṣṇu directamente y
adorar a los antepasados dándoles el prāsada
de Viṣṇu. Adorar a los semidioses directamente, como lo hacen los māyāvādīs solamente acortará nuestra
vida. Pensar que los semidioses son independientes de Viṣṇu es una ofensa,
puesto que los semidioses toman su existencia de Viṣṇu; en ellos, uno no puede
hallar la completa perfección. Hasta los poderes controladores de Brahmā, Gaṇeśa
y Sūrya provienen de Kṛṣṇa. Ellos no tienen poder independiente, por lo tanto
el gṛhastha vaiṣṇava deberá reconocer
un Señor Supremo, Viṣṇu y ver a los semidioses como sus energías dependientes.
Así, el gṛhastha, aunque siga las reglas
y costumbres prescritas en su casta, dejará todas aquellas reglas que incluyen
la adoración de los semidioses, dirigidas a la gratificación de los sentidos y
se mantendrá firmemente en la senda del bhakti,
adorándolo tan sólo a El en todos los casos donde la adoración esté prescrita.
De esta manera, el gṛhastha,
con su mente fija en la devoción a Kṛṣṇa, efectuará los saṁskāras de su casta, satisfacerá a los ancestros mediante
ofrendas del prāsada de Viṣṇu y
ofrecerá oblaciones a los semidioses, reconociéndolos como los devotos de Kṛṣṇa,
y tomando Kṛṣṇa-prāsada. El sabe que
adorando a Kṛṣṇa y al vaiṣṇava se
alcanzan todos los resultados. Así, él siempre canta el Santo Nombre, cuidando
evitar las ofensas tales como el segundo aparādha.
Puede surgir la pregunta de por qué uno deberá seguir en
todo el sistema varṇāśrama. La
respuesta es que todos deben seguir este sistema habiendo aceptado el cuerpo
humano. Mediante este ordenamiento científico de la sociedad, las masas
generales de gente pueden llegar a su plena capacidad según su naturaleza
individual y gradualmente alcanzar la devoción por Kṛṣṇa; aquellos que están
fuera del sistema varṇāśrama, deberán
estar siempre dispuestos a dejar todos los malos hábitos y comenzar a practicar
como śūdras. Este debe ser el sendero
que la sociedad civilizada emprenda en la vida.
La adoración de Kṛṣṇa es una parte esencial del sistema varṇāśrama. Si los cuatro varṇas
realizan la vida de acuerdo con las reglas de su casta particular, pero no
adoran a Kṛṣṇa, entonces simplemente van al infierno. Particularmente el gṛhastha, debe seguir las reglas de su varṇa para desempeñar sus actividades
mundanas de criar la familia y relacionarse con el resto de la sociedad; pero
al mismo tiempo, según sus medios, él debe adorar a Kṛṣṇa y debe seguir y
respetar esas reglas en tanto él no haya llegado a la plataforma en donde las
reglas obstaculicen su progreso de adoración a Kṛṣṇa. Esta es la plataforma
técnicamente conocida como bhāva. En
ese estado, la jīva desarrolla el sādhana-bhakti, en el cual la
inspiración para cumplir las actividades devocionales, llega directamente del
sabor experimentado por la jīva pura.
Esta meta será, con el tiempo, realizada por el gṛhastha vaiṣṇava que acepte a Viṣṇu como el Supremo.
Hay otra ofensa derivada de no aceptar a Viṣṇu como El
Supremo, el uno sin segundo, advaya
tattva. Siendo el advaya tattva,
Viṣṇu, por sus inconcebibles energías, posee inherentemente nombre, forma y
cualidades que no se pueden considerar separadas de El. Considerar el Nombre,
etc., como diferente del Señor, es considerar al Señor y al Nombre en un nivel
material.
Este concepto de dualidad es ofensivo. En el estado de nāmābhāsa, uno puede sostener este
concepto inconscientemente por la falta de conocimiento o de fe, pero es
imposible mantener este concepto en el estado de prema; este anartha
puede ser retirado por la misericordia de un guru fidedigno que guiará al practicante en sādhana-bhakti para que el śuddha-nāma,
el nombre puro, sea revelado.
Mediante la especulación material, uno puede ocasionar
este concepto de dualidad en el Señor y puede llegar a ser una grave ofensa que
es difícil de retirar. Así, en el caso de los māyāvādīs, sostener este concepto es un aparādha; los māyāvādīs
proclaman que el brahman es la verdad
Suprema sin variedad, carácter o energías, sin forma o belleza, sin cambio o
actividad, simplemente existencia pura; para ellos, el nombre y la forma de Viṣṇu
son creaciones de Māyā, la energía
material de la ilusión. Cuando una persona puede vencer la ilusión, entonces Viṣṇu
simplemente emerge en el brahman, perdiendo
la identidad individual. Esto simplemente es mala lógica, basada en el ateísmo;
proclamar que la
Verdad Absoluta carece de las inconcebibles energías
trascendentales o que es incapaz de poseer características, es una locura.
Puede haber una confusión respecto a qué llamar Verdad Absoluta, Brahman o Viṣṇu,
pero en cualquier caso, la realización suprema debe ser Dios con Sus energías y
personalidad. Esa es la conclusión védica.
Realmente Viṣṇu tiene ambas características en sí mismo: nirviśeṣa y saviśeṣa, sin variedad y con variedad; esto es posible por el
inconcebible poder de Dios, El Supremo poderoso. Todos los opuestos son
asimilados sin dificultad, mediante este inconcebible poder, el Supremo puede
existir con variedad, belleza y līlā.
Por supuesto, la jīva,
siendo naturalmente de pequeña inteligencia como partícula de Dios, no puede
entender plenamente la naturaleza del inconcebible poder del Señor. En el
intento de establecer un concepto de la Suprema Verdad por
su propia inteligencia, La jīva se
refugia en la lógica material y acepta la característica secundaria del Señor,
el Brahman, un estado de unidad y paz, como el supremo. Al rechazar los pies de
loto de Viṣṇu, Quien es adorado por los seres superiores, los semidioses, y
siendo luego ligado a un estado de Brahman, él no puede distinguir lo que es
bueno o malo para su propio bienestar.
Pero una persona que puede entender que la Verdad Absoluta
puede existir con forma y variedad en un estado trascendental puro, puede ver
propiamente que Viṣṇu, su Nombre y cualidades son todos uno e inseparables del
Señor. Este concepto de Kṛṣṇa con personalidad, es conocimiento real; con esta
comprensión, uno puede entregarse a cantar el Santo Nombre, sabiendo que es Kṛṣṇa
mismo.
Así, debe evitar la ofensa de pensar materialmente que Viṣṇu
y su Nombre, su forma, etc., son diferentes y de pensar que las otras entidades
vivientes, los semidioses, tienen existencia separada de Viṣṇu.
Para resumir, quien quiera que se dedique solamente a Kṛṣṇa,
sencillamente adora a Kṛṣṇa y deja toda otra adoración; no critica a los
semidioses o a las escrituras que sustentan la adoración de los semidioses,
pero respeta a los semidioses como sirvientes de Kṛṣṇa. Algunas escrituras
pueden afirmar que los semidioses son como supremos para establecer la creencia
en las diferentes categorías de seres humanos, a fin de elevarlos a través de
la regulación hasta el punto de llegar a la fe en Kṛṣṇa y en el bhakti. El verdadero vaiṣṇava verá la función de los
semidioses y sus respectivas escrituras en una apropiada perspectiva.
La crítica a los sirvientes de Kṛṣṇa, los semidioses,
también es ofensiva.
Puesto que el amo de casa tiene obligatoria adoración de
los semidioses, según su casta él adorará a los semidioses y antepasados
ofreciéndoles los remanentes del Señor Kṛṣṇa. Similarmente cuando ese devoto ve
el mūrti de un semidiós, él hará
respetos al semidiós, viendo al semidiós como un vaiṣṇava. Sin embargo, el devoto no aceptará los remanentes de prasāda de un ofrecimiento que un māyāvādī haya hecho a Viṣṇu. Por que el
canto y la adoración del māyāvādī son
juntos, ofensivos, el Señor nunca acepta su ofrenda. Aceptar las ofrendas
hechas directamente a los semidioses es también, una ofensa a Viṣṇu y obstruye
el sendero del servicio devocional puro. Pero adorando a Kṛṣṇa, el devoto real
dará con respeto a los semidioses el prasāda
del Señor. Tal adoración y el recibir tal prasāda
no es ofensivo. De esta manera, el devoto evita la segunda ofensa en el cantar
del Santo Nombre y al continuar este proceso correctamente alcanza el amor de
Dios.
Si por accidente se le ocurriera a uno apartarse de
aceptar a Viṣṇu como Supremo, uno debería arrepentirse y refugiarse en Viṣṇu, y
cuidarse de no cometer la ofensa otra vez. Recordando a Kṛṣṇa, recordando su
Nombre, cantando su Nombre, la ofensa desaparecerá, según la escritura Védica,
no hay prāyaścitta (proceso
reformatorio o expiación) más efectivo que esto. Es así, porque El Señor es un
océano de misericordia y un océano de indulgencia; similarmente el devoto
también perdona las faltas pasadas.
Haridāsa concluyó: Uno deberá evitar la asociación con
aquellos que adoran a los semidioses como supremos, y más bien adorar a los vaiṣṇavas que tienen a Kṛṣṇa como
Supremo. De esta manera, uno puede evitar la segunda ofensa.
Para alguien que
realice estas devociones a los pies de Haridāsa, la piedra de toque del Santo
Nombre, el Nombre se convierte en su propia vida y alma.
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