Todas las glorias a Mahāprabhu y a los devotos por cuya
misericordia yo desarrollo el saṅkīrtana
Haridāsa dijo: “Cuando viajaste al sur de la India , les enseñaste a Sanātana
Gosvāmī en Puri, y a Gopāla Bhaṭṭa, la ofensa de ejecutar uno su canto sin
atención. La desatención se cuenta, como uno de los aparādhas. Aunque uno venza con éxito todas las demás ofensas al
cantar y esté cantando continuamente, el amor de Dios no puede llegar. Uno debe
saber que la razón de esto es, que está cometiendo la ofensa conocida como “pramada”, o desatención. Esta ofensa
bloqueará el progreso hacia el prema.
“Pramada” puede significar locura, pero aquí el significado es
desatención o descuido. Es a partir de esta ofensa de donde se generan todas
las demás ofensas. Los sabios reconocen tres clases de desatención:
indiferencia o desatención, pereza y distracción (atracción hacia otros
objetos).
Por la buena fortuna, una jīva, después de obtener la fe seguirá el Nombre, y cantando
regularmente, en el Tulasī-mala
cuidadosamente, desarrollará atracción por el Nombre. Sin embargo, hasta que
esa atracción se haya desarrollado realmente, uno debe tener cuidado de cómo
canta. Porque naturalmente, el hombre común, teniendo apego a las cosas
materiales, será atraído aun cuando esté cantando. Aunque cante japa diariamente, si su sabor está en
otra parte, él mostrará indiferencia por el Nombre. Su corazón no estará
absorto en cantar el Nombre, sino en algún objeto material. ¿Cómo puede eso
beneficiarlo? Puede cantar sesenta y cuatro rondas contando estrictamente en
sus japas, pero él no ha recibido en
su corazón una gota del sabor del Nombre.
Esta indiferencia o apatía hacia el Nombre es un tipo de
desatención. En el corazón de un materialista esto es inevitable.
Si está presente la indiferencia o falta de atracción por
el Nombre, uno debe asociarse con los vaiṣṇavas
que estén cantando apropiadamente en algún sitio resguardado de la influencia
material. Cantando en esas condiciones se reducirá su absorción en los objetos
materiales; e inspirado por la conducta de los vaiṣṇavas abandonará esa falla. Gradualmente, el corazón logrará
atracción por el Nombre y estará ansioso por el Néctar del Nombre. Los devotos
avanzados han recomendado que uno viva en un lugar en donde Kṛṣṇa haya tenido
Sus pasatiempos, cerca de Tulasī, en compañía de los vaiṣṇavas, y aumente gradualmente el período de cantar. Rápidamente
se irá el sabor por los objetos materiales. Otro remedio es cantar solo, con
atención, en un cuarto con la puerta cerrada, o concentrarse sobre el Nombre,
tapándose los ojos, los oídos y la nariz con un trapo o algo semejante para
evitar estímulos del exterior. Cantando cuidadosamente de esta manera, se
desarrollará una atracción o gusto por el Nombre y la indiferencia será
superada.
Si uno canta con una mentalidad lerda, o después de
cantar un poco necesita detenerse antes de terminar su ronda, se llama pereza.
De esto, uno no puede desarrollar su amor por el Nombre. El remedio para esto
es asociarse con los vaiṣṇavas que no
desperdician el tiempo en la actividad material, sino que constantemente cantan
y recuerdan el Nombre, estando absortos sólo en el Nombre. Uno debe seguir sus
pasos. Cuando ve como el verdadero vaiṣṇava
o sādhu no desperdicia el tiempo en
propósitos inútiles, desarrollará un gusto por hacer otro tanto. En su mente
pensará: “Si puedo cantar y recordar el Nombre como ellos será muy bueno”. Por
esto, el entusiasmo vendrá a la mente perezosa y uno vencerá la ofensa de
pereza o inercia. Y determinará aumentar su canto cada día. Por este anhelo en
sus rondas y por la misericordia de los devotos, se irá rápidamente la ofensa
de la inercia.
Debe procurarse eliminar el tercer tipo de desatención,
la distracción. De la distracción nacen todos los demás tipos de desatención.
Esta falla reside en la atracción por las mujeres (o por los hombres en el caso
de las mujeres) y la riqueza, la atracción por el éxito material o el triunfo,
el deseo de prestigio o la propensión a engañar. Si uno tiene atracción en
cualquiera de estas categorías, naturalmente será desatento del Nombre. Y debe
procurar eliminar estas fijaciones siguiendo el apropiado comportamiento vaiṣṇava. En los días de Ekādaśī y días de apariciones uno debe
dejar de pensar en comer, y cantar en la compañía de los devotos todo el día y
toda la noche. De esta manera se dedicará gozosamente a las actividades
devocionales, escuchando sobre las escrituras del Señor en compañía de los
sirvientes del Señor en el dhāma del
Señor. La porción del bhakti de
nuestra mente aumentará gradualmente y la mente se regocijará en escuchar
tópicos acerca de Kṛṣṇa. El sabor más elevado vendrá y se irá el sabor
inferior. Al escuchar las canciones de Kṛṣṇa de boca de los devotos puros,
nuestros oídos y mente saborearán el néctar real. De esta manera, el deseo por
los ruines objetos materiales desaparecerá y el corazón estará constantemente
fijo y atraído hacia el cantar del Nombre. Evitando la ofensa de la distracción
uno podrá gratificarse en el néctar del Nombre.
Así, uno nunca debe
estar desatento a su número de rondas prescrito diariamente. Esto se debe
anotar día por día. Cuando se cantan estas rondas prescritas, deben evitarse los
diferentes tipos de desatención y dejar el deseo de aumentar el número de
rondas por no estar atento a concentrarse bien, primeramente en lo que uno
puede manejar. Por lo tanto, el devoto comienza por cantar con plena
concentración en un lugar pacífico, durante un corto tiempo. El siempre rogará
al Señor que pueda cantar rondas claras, cuidadosas, con la mente fijada en Kṛṣṇa;
por cuenta propia, uno no puede realizar nada. La gracia de Kṛṣṇa es necesaria
para cruzar el océano de existencia material. Con ansiedad del corazón, debe
implorar la misericordia, y Kṛṣṇa, siendo todo misericordioso, dará ayuda.
Quien no se esfuerce por esa misericordia es muy desafortunado. Aquella persona
que ha alcanzado el ornamento de la piedra de toque del Santo Nombre también
aspira a los dos pies de Haridāsa Ṭhākura.
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