Capítulo 5 - Śrī Brahma-saṁhitā


Texto 1 - Kṛṣṇa, quien es conocido como Govinda, es el Dios Supremo. Su cuerpo es espiritual, eterno y bienaventurado. Él es el origen de todo. Él no tiene otro origen y es la causa primordial de todas las causas.

Texto 2 - (El lugar espiritual de los pasatiempos trascendentales de Kṛṣṇa se describe en este segundo verso).

La súperexcelente residencia de Kṛṣṇa, conocida como Gokula, tiene miles de pétalos y una corola como la de un loto brotado de una parte de Su aspecto de infinitud, siendo el verticilo de las hojas la verdadera morada de Kṛṣṇa.

Texto 3 - El verticilo de ese loto trascendental es el reino donde mora Kṛṣṇa. Esa morada del aspecto predominado y predominante del Absoluto es una figura de forma hexagonal. Como un diamante, la autoluminosa figura de Kṛṣṇa se encuentra en el centro sosteniéndolo todo, como la fuente trascendental de todas las potencias. El santo nombre que consiste de dieciocho letras trascendentales se manifiesta en una figura hexagonal con seis subdivisiones.

Texto 4 - El verticilo de ese eterno reino de Gokula es la morada hexagonal de Kṛṣṇa. Sus pétalos son la morada de las gopīs, quienes son parte y porción de Kṛṣṇa, a quien están muy amorosamente dedicadas y son similares a Él en esencia. Los pétalos brillan hermosamente como si fueran otras tantas paredes. Las hojas extendidas de ese loto son como el jardín dhama, es decir, la morada espiritual de Śrī Rādhikā, la más amada de Kṛṣṇa.

Texto 5 - (En este verso se describen los alrededores de Gokula.)

Hay un misterioso sitio cuadrangular llamado Śvetadvīpa rodeando las afueras de Gokula. Śvetadvīpa está dividido en cuatro partes y las moradas de Vāsudeva, Saṅkarśaṇa, Pradyumna y Aniruddha, están ubicadas separadamente en cada una de esas cuatro partes. Esas cuatro mansiones están recubiertas por las cuatro necesidades humanas, tales como la piedad, la prosperidad, la pasión y la liberación, así como también por los cuatro Vedas, el Ṛg, Sāma, Yajur y Atharva, los cuales versan acerca de los mantras, los cuales son la base de los logros de esas cuatro necesidades. Diez tridentes apuntan a las diez direcciones, incluyendo el zenit y el nadir. Las ocho direcciones restantes están decoradas con las ocho joyas, Mahāpadma, Padma, Śaṅkha, Makara, Kacchapa, Mukunda, Kunda y Nīla. Hay diez protectores (dik-palas) de las diez direcciones en la forma de mantras. Los asociados de los colores azul, amarillo, rojo y blanco y las extraordinarias potencias llevando los nombres de Vimala, etc., brillan por doquier.

Texto 6 - El Señor de Gokula es el trascendental Dios Supremo, el propio Ser de eternos éxtasis. Él es el amo de todos los amos y se encuentra totalmente ocupado en disfrutar del reino trascendental y no tiene asociación con Su potencia mundana.

Texto 7 - Kṛṣṇa nunca Se asocia con Su energía ilusoria, la cual, no obstante, no está totalmente desconectada de la Verdad Absoluta. Cuando Él se propone crear el mundo material en Su amoroso pasatiempo, en el cual Se ocupa asociándose con Su propia potencia espiritual Ramā (
cit) lanzando Su mirada en la forma de enviar Su energía de tiempo sobre la engañosa energía, esa es una actividad secundaria.

Texto 8 - (Aquí se describe el proceso secundario de asociación con Māyā).

Ramādevī, la potencia espiritual (cit), amada consorte del Señor Supremo, es la regente de todas las entidades. La divina porción plenaria de Kṛṣṇa crea el mundo material. En ese momento de la creación, aparece un halo divino de la naturaleza de Su propia porción subjetiva (svāṁśa). Este halo es el divino Śambhu, el símbolo masculino, o el emblema manifiesto del Señor Supremo. Este halo es el difuso reflejo crepuscular de la eterna efulgencia suprema. Este símbolo masculino es la porción plenaria de la divinidad que funciona como progenitor del mundo material, sujeto a la suprema regente (niyati). La potencia cognoscitiva, en cuanto a la creación mundana, hace su aparición debido a la suprema regente. Ella es Māyā, la potencia limitada, no absoluta (aparā), el símbolo femenino de la productividad mundana. La interrelación de estos dos seres alienta la facultad del conocimiento pervertido, el reflejo de la semilla del deseo procreativo del Señor Supremo. 

Texto 9 - Toda la progenie de este mundo material que surge de la asociación del gran señor (Maheśvara), toma nacimiento y cuerpo por la unión de los órganos generativos mundanos masculino y femenino.

Texto 10 - La persona que representa el principio causal material, el gran señor de este mundo material (Maheśvara) Śambhu, en la forma del órgano generativo masculino, está unido a su consorte femenina, la limitada energía (Māyā) como el eficiente principio causal. El Señor del mundo Mahā Viṣṇu se manifiesta en él mediante Su porción plenaria en la forma de Su mirada.

Texto 11 - El Señor del mundo material, Mahā Viṣṇu, posee miles de miles de cabezas, ojos y manos. Él es la fuente de miles y miles de 
avatāras en Sus miles de miles de porciones plenarias. Él es el creador de miles y miles de almas individuales.

Texto 12 - El mismo Mahā Viṣṇu es el mismo de quien se habla como “Nārāyaṇa” en este mundo material. De esa persona eterna ha brotado la vasta extensión de agua espiritual del Océano Causal. La expansión de Saṅkarṣaṇa que reside en 
paravyoma, el supremo puruṣa antes mencionado con miles de porciones plenarias, reposa en un estado de divino sueño (yoga-nidrā) en las aguas de ese espiritual Océano Causal.

Texto 13 - Las semillas espirituales de Saṅkarṣaṇa que existen en los poros de la piel de Mahā Viṣṇu, nacen como muchos dorados espermas. Esos espermas son cubiertos con los cinco grandes elementos.

Texto 14 - El mismo Mahā Viṣṇu entró en cada universo como Sus propias porciones plenarias separadas. Las divinas expansiones que entraron en cada universo poseen Su majestuosa extensión, es decir, son la eterna alma universal Mahā Viṣṇu que posee miles y miles de cabezas.

Texto 15 - El mismo Mahā Viṣṇu creó a Viṣṇu de Su miembro izquierdo, al Señor Brahmā, el primer progenitor de seres, de Su miembro derecho y del espacio entre Sus dos cejas, creó a Śambhu, el divino halo masculino manifiesto.

Texto 16 - La función de Śambhu en relación a las 
jīvas, es que este universo que guarda cuidadosamente el principio egoísta mundano, se ha originado de Śambhu.

Texto 17 - En consecuencia, la misma gran Personalidad de Dios, asumiendo la triple forma de Viṣṇu, Prajāpati y Śambhu, entra el universo material, ejecutando los pasatiempos de la conservación, la creación y la destrucción de este mundo. Este pasatiempo ocurre en el mundo material. Por lo tanto, siendo pervertido, el Señor Supremo, idéntico con Mahā Viṣṇu, prefiere asociarse con la diosa Yoganidrā, quien constituye Su propia potencia espiritual (
cit), plena del trance extático de eterna bienaventuranza perteneciente a Su propia personalidad divina.

Texto 18 - Cuando Viṣṇu, recostado en el océano de leche, desea crear este universo, un loto dorado brota de Su ombligo. El loto dorado con su tallo es la morada de Brahmā y representa a Brahmaloka o Satyaloka.

Texto 19 - Antes de su composición, los elementos primarios en su estado naciente permanecieron originalmente como elementos separados. La no aplicación del proceso de conglomeración es la causa de su existencia separada. El Divino Mahā Viṣṇu, el Dios primordial, mediante la asociación con Su propia potencia espiritual (
cit), agitó a Māyā y por la aplicación del principio aglutinante creó esas diferentes entidades en su estado de cooperación. Y luego de eso, Él mismo se asoció con Yoganidrā mediante Su eterna frivolidad con Su potencia espiritual (cit).

Texto 20 - Combinando todos esos elementos separados, manifestó los innumerables universos materiales y Él mismo entró en lo más íntimo y profundo de cada combinación (
viraḍ-vigraha). En ese momento, aquellas jīvas que permanecieron dormidas durante el cataclismo, despertaron.

Texto 21 - La misma 
jīva es eterna y está, por toda la eternidad y sin principio, unida al Señor Supremo por el nudo de un eterno parentesco. Ella es potencia espiritual trascendental.

Texto 22 - El divino loto que brota de la cavidad umbilical de Viṣṇu, está relacionado en todos los aspectos con las almas por el nudo espiritual, y es el origen del Brahmā de cuatro cabezas del que tratan los cuatro 
Vedas.

Texto 23 - Al salir del loto, Brahmā, guiado por la divina potencia, dirigió su mente al acto de la creación bajo el impulso de impresiones previas. Pero no pudo ver nada más que oscuridad en todas direcciones.

Texto 24 - Entonces, la diosa de la sabiduría, Sarasvatī, la divina consorte del Señor Supremo, le dijo así a Brahmā, quien no veía más que penumbras en todas direcciones: “Oh Brahmā, este mantra, 
klim kṛṣṇaya govindaya gopī-jana-vallabhaya svāhā, con seguridad cumplirá todos los deseos de tu corazón”.

Texto 25 - “Oh Brahmā, practica la asociación espiritual por medio de este 
mantra y entonces todos tus deseos se realizarán”.

Texto 26 - Brahmā, estando deseoso de satisfacer a Govinda, practicó austeridades para satisfacer a Kṛṣṇa en Goloka, el Señor de Śvetadvīpa, por un largo tiempo. Su meditación era así: “Existe un loto divino de mil pétalos, aumentado por millones de filamentos, en la trascendental tierra de Goloka. En su verticilo, hay un gran trono divino en el cual está sentado Śrī Kṛṣṇa, la forma de eterna efulgencia de dicha trascendental, tocando Su divina flauta que resuena con un divino sonido al contacto con Su boca de loto. El es adorado por Sus amorosas vaqueritas con sus respectivas porciones plenarias y expansiones y también por Su eterna energía (que se encuentra fuera) personificando todas las cualidades mundanas”.

Texto 27 - Luego Gāyatrī, madre de todos los 
Vedas, manifestándose en el divino sonido de la flauta de Kṛṣṇa, entró en Brahmā, el nacido de sí mismo, a través de sus ocho orificios auditivos. Brahmā, el nacido del loto, habiendo recibido el Gāyatrī que brotó de la música de la flauta de Kṛṣṇa, obtuvo el nivel de los dos veces nacidos, habiendo sido iniciado por el supremo preceptor original, Dios mismo.

Texto 28 - Iluminado por la recepción del Gāyatrī que personifica los tres 
Vedas, Brahmā tomó conocimiento del océano de la verdad. Luego adoró a Śrī Kṛṣṇa, la esencia de todos los Vedas, con este himno.

Texto 29 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, el primer progenitor, quien está cuidando las vacas, concediendo todos los deseos, en palacios construidos con gemas espirituales, rodeado de millones de árboles de los deseos, siempre servido con gran reverencia y afecto por cientos de miles de 
lakṣmīs o gopīs.

Texto 30 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien es muy hábil en ejecutar Su flauta, el de los bellos ojos como pétalos de loto, quien lleva Su cabeza decorada con una pluma de pavo real, el de la hermosa figura matizada del color de las nubes azuladas y que posee el singular amoroso encanto de millones de Cupidos.

Texto 31 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, alrededor de cuyo cuello cuelga una guirnalda de flores embellecida con el medallón de la Luna, cuyas manos están adornadas con la flauta y joyas, quien siempre está regocijándose en pasatiempos amorosos, cuya graciosa forma doblada en tres partes de Śyāmasundara está eternamente manifiesta.

Texto 32 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, cuya forma trascendental está llena de bienaventuranza, verdad, substancialidad y está así lleno del más deslumbrante esplendor. Cada uno de los miembros de esa trascendental figura posee en sí misma las funciones completas de todos los órganos y eternamente ve, mantiene y manifiesta los infinitos universos, tanto espirituales como materiales.

Texto 33 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien es inaccesible a los Vedas, pero alcanzable por la devoción pura del alma. Quien es uno sin segundo, quien no está sujeto a la decadencia, quien no tiene comienzo, cuya forma es infinita, quien es el comienzo y el eterno puruṣa, y aún así, Él es una persona que posee la belleza de la juventud floreciente.

Texto 34 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial. Los yogīs que aspiran a la trascendencia dirigiéndose al prāṇāyāma ejercitando la respiración, o los jñānīs que tratan de hallar al Brahman impersonal por el proceso de eliminación de lo mundano durante miles de millones de años, solamente pueden acercarse a la punta de los dedos de Sus pies de loto.

Texto 35 - Él es una entidad indiferenciada, ya que no hay diferencia entre la potencia y el potente. En Su obra de crear los millones de mundos, Su potencia permanece inseparable. Todos los universos existen en Él y Él está presente en Su totalidad en cada uno de los átomos que están dispersos por todo el universo, simultáneamente. Así es el Señor primordial que yo adoro.

Texto 36 - Yo adoro al mismo Govinda, el Señor primordial. Los hombres que están imbuidos de devoción lo alaban cantando los mantra-sūktas que aparecen en los Vedas, y así obtienen la apropiada belleza, grandeza, reinos, comodidades y ornamentos.

Texto 37 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien reside en Su propio reino, Goloka, con Rādhā. Ella representa Su propia forma espiritual, es la personificación de la potencia de éxtasis que posee las sesenta y cuatro actividades artísticas, y está en compañía de Sus confidentes (sakhīs), personificaciones de las expansiones de Su forma corporal, impregnadas y vitalizadas por Su siempre dichosa rasa espiritual.

Texto 38 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien es Śyāmasundara, Kṛṣṇa mismo con inconcebibles e innumerables atributos, a quien los devotos puros ven en el fondo de sus corazones con los ojos de la devoción untados con el ungüento del amor.

Texto 39 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien se manifestó personalmente en el mundo de las formas como Kṛṣṇa y los diferentes avatāras como Rāma, Nṛsiṁha, Vāmana, etc. y Sus expansiones plenarias.

Texto 40 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, cuya efulgencia es la fuente del Brahman impersonal mencionado en los Upaniṣads, estando diferenciado de la infinidad de glorias del mundo material, que aparecen como la verdad indivisible e infinita.

Texto 41 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien es el principio substantivo absoluto, la entidad última como base de toda existencia, cuya energía externa personifica las tres cualidades mundanas, satva, rajas y tamas y difunde el conocimiento védico en lo que respecta al mundo material.

Texto 42 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, cuya gloria siempre triunfante domina al mundo material por la acción de Sus propios pasatiempos, los cuales se reflejan en la mente de aquellas almas que Lo recuerdan como la trascendental entidad del rasa eternamente bienaventurado y lleno de conocimiento. 

Texto 43 - Abajo de todo está ubicado Devī-dhāma (el mundo material), próximamente encima está Maheśa-dhāma (la morada de Maheśa). Encima de Maheśa-dhāma está ubicado Hari-dhāma (la morada de Hari) y encima de ellos está la propia residencia de Kṛṣṇa llamada Goloka. Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien ha designado a las respectivas autoridades de esos mundos.

Texto 44 - La energía externa de Māyā que es de la naturaleza de la sombra de la potencia cit, es adorada por las personas en general como Durgā, el agente creador, preservador y destructor de este mundo material. Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, bajo cuya dirección se conduce Durgā misma.

Texto 45 - Así como la leche se transforma en yoghurt por la acción de los ácidos, y aún así ese yoghurt no es lo mismo ni diferente de la sustancia original, la leche, de la misma forma yo adoro a Govinda, el Señor primordial, de quien el estado de Śambhu es una transformación para la realización de la obra de la destrucción.

Texto 46 - La luz de una vela que se propaga a otras velas, aunque brille separadamente de ellas, es la misma cualitativamente. Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien se manifiesta a Sí mismo igualmente en Sus varias manifestaciones.

Texto 47 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien asumiendo Su gran expansión que lleva el nombre de Śeṣa, repleto de todas las potencias y reposando en el Océano Causal con la infinidad de mundos en los poros de Su cabello, disfruta el sueño creativo (yoga-nidrā).

Texto 48 - Brahmā y otros señores de los mundos materiales, apareciendo de los poros del cabello de Mahā Viṣṇu, permanecen vivos por la duración de una exhalación de este último. Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, de quien Mahā Viṣṇu es una expansión de la expansión.

Texto 49 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, de quien la expansión plenaria Brahmā recibe su poder para regular el mundo material, así como el Sol refleja alguna porción de su propia luz en la refulgencia de todas las gemas que llevan el nombre de sūryakānta, etc.

Texto 50 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, cuyos pies de loto siempre los sostiene Gaṇeśa sobre el par de bubones que están en su cabeza de elefante, para así obtener el poder necesario para su función de destruir todos los obstáculos del sendero del progreso de los tres mundos.

Texto 51 - Los tres mundos están compuestos de los nueve elementos, el fuego, la tierra, el éter, el agua, el aire, la dirección, el tiempo, el alma y la mente. Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, de quien todo ello se origina, en quien existen y en quien entran en el momento de la destrucción universal.

Texto 52 - El Sol, quien es el rey de todos los planetas, pleno de infinita refulgencia, la imagen del alma buena, es como el ojo de este mundo. Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, por cuya orden el Sol realiza su viaje montado en la rueda del tiempo.

Texto 53 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien confiere la fuerza que mantiene las potencias manifiestas que se encuentran en todas las virtudes, todos los vicios, los Vedas, las penitencias y todas las jīvas, desde Brahmā hasta el más insignificante insecto.

Texto 54 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien quema hasta la raíz todas las actividades fruitivas de aquellos que están imbuidos de devoción e imparcialmente dispone para cada uno el debido disfrute de los resultados de sus propias actividades, según transitan la senda del trabajo de acuerdo a las cadenas de sus actos previos, lo cual no es menos en el caso del insignificante insecto llamado indragopa que en el caso de Indra, el rey de los devas.

Texto 55 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial. Quienes meditan en Él bajo la influencia de la ira, la pasión amorosa, el amor fraterno, el temor, el afecto parental, la ilusión, la reverencia y el servicio voluntario, obtienen formas corporales de acuerdo a la naturaleza de su contemplación.

Texto 56 - Yo adoro ese lugar trascendental conocido como Śvetadvīpa, donde como amorosas consortes las Lakṣmīs en su pura esencia espiritual prestan amoroso servicio al Supremo Señor Kṛṣṇa como su único amante; donde cada árbol es un trascendental árbol de los deseos, donde los suelos están hechos de piedras de toque, toda agua es un néctar, cada palabra una canción, cada paso una danza, la flauta es la constante compañera. Donde una refulgencia plena de bienaventuranza trascendental se siente en todas partes. Donde innumerables vacas lecheras proveen siempre trascendentales océanos de leche, donde hay existencia eterna de tiempo trascendental transcurriendo siempre en presente, sin pasado ni futuro, y ni siquiera existe un momento que haya quedado atrás. Ese reino es conocido como Goloka solamente por unas pocas almas autorealizadas de este mundo.

Texto 57 - Al escuchar estos himnos que contienen la esencia de la verdad, el Supremo Señor Kṛṣṇa le dijo a Brahmā: -Brahmā, si sientes el impulso de crear progenie que esté dotada del verdadero conocimiento de las glorias de Dios, escucha de Mí, amado mío, esta ciencia que expongo en los siguientes cinco ślokas.

Texto 58 - Cuando la experiencia pura espiritual es excitada por medio del conocimiento y el servicio (bhakti), se despierta la excelente devoción pura caracterizada por el amor a Dios, a Kṛṣṇa, el amado de todas las almas.

Texto 59 - La más alta devoción se alcanza lenta y gradualmente por el método de dedicarse constantemente en la autorealización, con la ayuda de las escrituras reveladas, la conducta teísta y la perseverancia en la práctica.

Texto 60 - Estas prácticas preliminares de devoción (sādhana bhakti), son conducentes a la realización de la devoción amorosa. Esa devoción amorosa es el mayor bienestar, va de la mano con el logro del estado exclusivo de felicidad suprema y puede conducirte hacia Mi.

Texto 61 - Abandonando todas las prácticas meritorias, sírveme con fe. La realización corresponderá con la naturaleza de la propia fe de cada uno. La gente mundana actúa incesantemente en procura de algún ideal, pero por meditar en Mí por estos medios, uno obtendrá devoción caracterizada por el amor en la forma del servicio supremo.

Texto 62 - Escucha, oh Vidhi, Yo soy la semilla, el principio fundamental de este mundo de objetos animados e inanimados. Yo soy el pradhāna (la substancia de la materia), Yo soy prakṛti (la causa material), y Yo soy puruṣa (la causa eficiente). Esta ardiente energía que pertenece especialmente al Brahman, a ti, también ha sido conferida por Mí. Es gracias a esta abrasadora energía que tú controlas este mundo manifiesto de objetos animados e inanimados.