Texto
1 - Kṛṣṇa, quien es conocido como Govinda, es el Dios Supremo. Su
cuerpo es espiritual, eterno y bienaventurado. Él es el origen de todo. Él no
tiene otro origen y es la causa primordial de todas las causas.
Texto
2 - (El lugar espiritual de los pasatiempos
trascendentales de Kṛṣṇa se describe en este segundo verso).
La
súperexcelente residencia de Kṛṣṇa, conocida como Gokula, tiene miles de
pétalos y una corola como la de un loto brotado de una parte de Su aspecto de
infinitud, siendo el verticilo de las hojas la verdadera morada de Kṛṣṇa.
Texto
3 - El verticilo de ese loto trascendental es el reino
donde mora Kṛṣṇa. Esa morada del aspecto predominado y predominante del
Absoluto es una figura de forma hexagonal. Como un diamante, la autoluminosa
figura de Kṛṣṇa se encuentra en el centro sosteniéndolo todo, como la fuente
trascendental de todas las potencias. El santo nombre que consiste de dieciocho
letras trascendentales se manifiesta en una figura hexagonal con seis
subdivisiones.
Texto
4 - El verticilo de ese eterno reino de Gokula es la
morada hexagonal de Kṛṣṇa. Sus pétalos son la morada de las gopīs, quienes
son parte y porción de Kṛṣṇa, a quien están muy amorosamente dedicadas y son
similares a Él en esencia. Los pétalos brillan hermosamente como si fueran
otras tantas paredes. Las hojas extendidas de ese loto son como el jardín dhama, es decir,
la morada espiritual de Śrī Rādhikā, la más amada de Kṛṣṇa.
Texto
5 - (En este verso se describen los alrededores de
Gokula.)
Hay un
misterioso sitio cuadrangular llamado Śvetadvīpa rodeando las afueras de
Gokula. Śvetadvīpa está dividido en cuatro partes y las moradas de Vāsudeva,
Saṅkarśaṇa, Pradyumna y Aniruddha, están ubicadas separadamente en cada una de
esas cuatro partes. Esas cuatro mansiones están recubiertas por las cuatro
necesidades humanas, tales como la piedad, la prosperidad, la pasión y la liberación,
así como también por los cuatro Vedas, el Ṛg, Sāma, Yajur y
Atharva, los cuales versan acerca de los mantras, los cuales son la
base de los logros de esas cuatro necesidades. Diez tridentes apuntan a las
diez direcciones, incluyendo el zenit y el nadir. Las ocho direcciones
restantes están decoradas con las ocho joyas, Mahāpadma, Padma, Śaṅkha, Makara,
Kacchapa, Mukunda, Kunda y Nīla. Hay diez protectores (dik-palas) de las
diez direcciones en la forma de mantras. Los asociados de los
colores azul, amarillo, rojo y blanco y las extraordinarias potencias llevando
los nombres de Vimala, etc., brillan por doquier.
Texto
6 - El Señor de Gokula es el trascendental Dios Supremo, el
propio Ser de eternos éxtasis. Él es el amo de todos los amos y se encuentra
totalmente ocupado en disfrutar del reino trascendental y no tiene asociación
con Su potencia mundana.
Texto
7 - Kṛṣṇa nunca Se asocia con Su energía ilusoria, la cual,
no obstante, no está totalmente desconectada de la Verdad Absoluta. Cuando Él
se propone crear el mundo material en Su amoroso pasatiempo, en el cual Se
ocupa asociándose con Su propia potencia espiritual Ramā (cit) lanzando
Su mirada en la forma de enviar Su energía de tiempo sobre la engañosa energía,
esa es una actividad secundaria.
Texto
8 - (Aquí se describe el proceso secundario de asociación
con Māyā).
Ramādevī,
la potencia espiritual (cit), amada consorte del Señor Supremo, es la
regente de todas las entidades. La divina porción plenaria de Kṛṣṇa crea el
mundo material. En ese momento de la creación, aparece un halo divino de la
naturaleza de Su propia porción subjetiva (svāṁśa). Este halo es el
divino Śambhu, el símbolo masculino, o el emblema manifiesto del Señor Supremo.
Este halo es el difuso reflejo crepuscular de la eterna efulgencia suprema.
Este símbolo masculino es la porción plenaria de la divinidad que funciona como
progenitor del mundo material, sujeto a la suprema regente (niyati). La
potencia cognoscitiva, en cuanto a la creación mundana, hace su aparición
debido a la suprema regente. Ella es Māyā, la potencia limitada, no absoluta (aparā),
el símbolo femenino de la productividad mundana. La interrelación de estos dos
seres alienta la facultad del conocimiento pervertido, el reflejo de la semilla
del deseo procreativo del Señor Supremo.
Texto
9 - Toda la progenie de este mundo material que surge de la
asociación del gran señor (Maheśvara), toma nacimiento y cuerpo por la unión de
los órganos generativos mundanos masculino y femenino.
Texto
10 - La persona que representa el principio causal material,
el gran señor de este mundo material (Maheśvara) Śambhu, en la forma del órgano
generativo masculino, está unido a su consorte femenina, la limitada energía (Māyā)
como el eficiente principio causal. El Señor del mundo Mahā Viṣṇu se manifiesta
en él mediante Su porción plenaria en la forma de Su mirada.
Texto
11 - El Señor del mundo material, Mahā Viṣṇu, posee miles de
miles de cabezas, ojos y manos. Él es la fuente de miles y miles de avatāras en
Sus miles de miles de porciones plenarias. Él es el creador de miles y miles de
almas individuales.
Texto
12 - El mismo Mahā Viṣṇu es el mismo de quien se habla como
“Nārāyaṇa” en este mundo material. De esa persona eterna ha brotado la vasta
extensión de agua espiritual del Océano Causal. La expansión de Saṅkarṣaṇa que
reside en paravyoma, el
supremo puruṣa antes
mencionado con miles de porciones plenarias, reposa en un estado de divino
sueño (yoga-nidrā) en las
aguas de ese espiritual Océano Causal.
Texto
13 - Las semillas espirituales de Saṅkarṣaṇa que existen en
los poros de la piel de Mahā Viṣṇu, nacen como muchos dorados espermas. Esos
espermas son cubiertos con los cinco grandes elementos.
Texto
14 - El mismo Mahā Viṣṇu entró en cada universo como Sus
propias porciones plenarias separadas. Las divinas expansiones que entraron en
cada universo poseen Su majestuosa extensión, es decir, son la eterna alma
universal Mahā Viṣṇu que posee miles y miles de cabezas.
Texto
15 - El mismo Mahā Viṣṇu creó a Viṣṇu de Su miembro
izquierdo, al Señor Brahmā, el primer progenitor de seres, de Su miembro
derecho y del espacio entre Sus dos cejas, creó a Śambhu, el divino halo
masculino manifiesto.
Texto
16 - La función de Śambhu en relación a las jīvas, es que
este universo que guarda cuidadosamente el principio egoísta mundano, se ha
originado de Śambhu.
Texto
17 - En consecuencia, la misma gran Personalidad de Dios, asumiendo
la triple forma de Viṣṇu, Prajāpati y Śambhu, entra el universo material,
ejecutando los pasatiempos de la conservación, la creación y la destrucción de
este mundo. Este pasatiempo ocurre en el mundo material. Por lo tanto, siendo
pervertido, el Señor Supremo, idéntico con Mahā Viṣṇu, prefiere asociarse con
la diosa Yoganidrā, quien constituye Su propia potencia espiritual (cit), plena
del trance extático de eterna bienaventuranza perteneciente a Su propia
personalidad divina.
Texto
18 - Cuando Viṣṇu, recostado en el océano de leche, desea
crear este universo, un loto dorado brota de Su ombligo. El loto dorado con su
tallo es la morada de Brahmā y representa a Brahmaloka o Satyaloka.
Texto
19 - Antes de su composición, los elementos primarios en su
estado naciente permanecieron originalmente como elementos separados. La no
aplicación del proceso de conglomeración es la causa de su existencia separada.
El Divino Mahā Viṣṇu, el Dios primordial, mediante la asociación con Su propia
potencia espiritual (cit), agitó a
Māyā y por la aplicación del principio aglutinante creó esas diferentes
entidades en su estado de cooperación. Y luego de eso, Él mismo se asoció con
Yoganidrā mediante Su eterna frivolidad con Su potencia espiritual (cit).
Texto
20 - Combinando todos esos elementos separados, manifestó los
innumerables universos materiales y Él mismo entró en lo más íntimo y profundo
de cada combinación (viraḍ-vigraha). En ese
momento, aquellas jīvas que
permanecieron dormidas durante el cataclismo, despertaron.
Texto
21 - La misma jīva es
eterna y está, por toda la eternidad y sin principio, unida al Señor Supremo
por el nudo de un eterno parentesco. Ella es potencia espiritual trascendental.
Texto
22 - El divino loto que brota de la cavidad umbilical de
Viṣṇu, está relacionado en todos los aspectos con las almas por el nudo
espiritual, y es el origen del Brahmā de cuatro cabezas del que tratan los
cuatro Vedas.
Texto
23 - Al salir del loto, Brahmā, guiado por la divina
potencia, dirigió su mente al acto de la creación bajo el impulso de
impresiones previas. Pero no pudo ver nada más que oscuridad en todas
direcciones.
Texto
24 - Entonces, la diosa de la sabiduría, Sarasvatī, la divina
consorte del Señor Supremo, le dijo así a Brahmā, quien no veía más que
penumbras en todas direcciones: “Oh Brahmā, este mantra, klim
kṛṣṇaya govindaya gopī-jana-vallabhaya svāhā, con seguridad cumplirá
todos los deseos de tu corazón”.
Texto
25 - “Oh Brahmā, practica la asociación espiritual por medio
de este mantra y
entonces todos tus deseos se realizarán”.
Texto
26 - Brahmā, estando deseoso de satisfacer a Govinda,
practicó austeridades para satisfacer a Kṛṣṇa en Goloka, el Señor de
Śvetadvīpa, por un largo tiempo. Su meditación era así: “Existe un loto divino
de mil pétalos, aumentado por millones de filamentos, en la trascendental tierra
de Goloka. En su verticilo, hay un gran trono divino en el cual está sentado
Śrī Kṛṣṇa, la forma de eterna efulgencia de dicha trascendental, tocando Su
divina flauta que resuena con un divino sonido al contacto con Su boca de loto.
El es adorado por Sus amorosas vaqueritas con sus respectivas porciones
plenarias y expansiones y también por Su eterna energía (que se encuentra
fuera) personificando todas las cualidades mundanas”.
Texto
27 - Luego Gāyatrī, madre de todos los Vedas,
manifestándose en el divino sonido de la flauta de Kṛṣṇa, entró en Brahmā, el
nacido de sí mismo, a través de sus ocho orificios auditivos. Brahmā, el nacido
del loto, habiendo recibido el Gāyatrī que brotó de la música de la flauta de
Kṛṣṇa, obtuvo el nivel de los dos veces nacidos, habiendo sido iniciado por el
supremo preceptor original, Dios mismo.
Texto
28 - Iluminado por la recepción del Gāyatrī que personifica
los tres Vedas, Brahmā
tomó conocimiento del océano de la verdad. Luego adoró a Śrī Kṛṣṇa, la esencia
de todos los Vedas, con este
himno.
Texto
29 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, el primer
progenitor, quien está cuidando las vacas, concediendo todos los deseos, en
palacios construidos con gemas espirituales, rodeado de millones de árboles de
los deseos, siempre servido con gran reverencia y afecto por cientos de miles
de lakṣmīs o gopīs.
Texto
30 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien es muy
hábil en ejecutar Su flauta, el de los bellos ojos como pétalos de loto, quien
lleva Su cabeza decorada con una pluma de pavo real, el de la hermosa figura
matizada del color de las nubes azuladas y que posee el singular amoroso
encanto de millones de Cupidos.
Texto
31 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, alrededor de
cuyo cuello cuelga una guirnalda de flores embellecida con el medallón de la
Luna, cuyas manos están adornadas con la flauta y joyas, quien siempre está
regocijándose en pasatiempos amorosos, cuya graciosa forma doblada en tres
partes de Śyāmasundara está eternamente manifiesta.
Texto
32 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, cuya forma
trascendental está llena de bienaventuranza, verdad, substancialidad y está así
lleno del más deslumbrante esplendor. Cada uno de los miembros de esa
trascendental figura posee en sí misma las funciones completas de todos los
órganos y eternamente ve, mantiene y manifiesta los infinitos universos, tanto
espirituales como materiales.
Texto
33 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien es
inaccesible a los Vedas, pero
alcanzable por la devoción pura del alma. Quien es uno sin segundo, quien no
está sujeto a la decadencia, quien no tiene comienzo, cuya forma es infinita,
quien es el comienzo y el eterno puruṣa, y aún
así, Él es una persona que posee la belleza de la juventud floreciente.
Texto
34 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial. Los yogīs
que aspiran a la trascendencia dirigiéndose al prāṇāyāma ejercitando
la respiración, o los jñānīs que tratan de hallar al Brahman impersonal por el
proceso de eliminación de lo mundano durante miles de millones de años,
solamente pueden acercarse a la punta de los dedos de Sus pies de loto.
Texto
35 - Él es una entidad indiferenciada, ya que no hay diferencia
entre la potencia y el potente. En Su obra de crear los millones de mundos, Su
potencia permanece inseparable. Todos los universos existen en Él y Él está
presente en Su totalidad en cada uno de los átomos que están dispersos por todo
el universo, simultáneamente. Así es el Señor primordial que yo adoro.
Texto
36 - Yo adoro al mismo Govinda, el Señor primordial. Los
hombres que están imbuidos de devoción lo alaban cantando los mantra-sūktas que
aparecen en los Vedas, y así
obtienen la apropiada belleza, grandeza, reinos, comodidades y ornamentos.
Texto
37 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien reside
en Su propio reino, Goloka, con Rādhā. Ella representa Su propia forma
espiritual, es la personificación de la potencia de éxtasis que posee las
sesenta y cuatro actividades artísticas, y está en compañía de Sus confidentes (sakhīs),
personificaciones de las expansiones de Su forma corporal, impregnadas y
vitalizadas por Su siempre dichosa rasa espiritual.
Texto
38 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien es
Śyāmasundara, Kṛṣṇa mismo con inconcebibles e innumerables atributos, a quien
los devotos puros ven en el fondo de sus corazones con los ojos de la devoción
untados con el ungüento del amor.
Texto
39 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien se
manifestó personalmente en el mundo de las formas como Kṛṣṇa y los diferentes avatāras como
Rāma, Nṛsiṁha, Vāmana, etc. y Sus expansiones plenarias.
Texto
40 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, cuya
efulgencia es la fuente del Brahman impersonal mencionado en los Upaniṣads,
estando diferenciado de la infinidad de glorias del mundo material, que
aparecen como la verdad indivisible e infinita.
Texto
41 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien es el
principio substantivo absoluto, la entidad última como base de toda existencia,
cuya energía externa personifica las tres cualidades mundanas, satva,
rajas y tamas y
difunde el conocimiento védico en lo que respecta al mundo material.
Texto
42 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, cuya gloria
siempre triunfante domina al mundo material por la acción de Sus propios
pasatiempos, los cuales se reflejan en la mente de aquellas almas que Lo
recuerdan como la trascendental entidad del rasa eternamente
bienaventurado y lleno de conocimiento.
Texto
43 - Abajo de todo está ubicado Devī-dhāma (el mundo
material), próximamente encima está Maheśa-dhāma (la morada de Maheśa). Encima
de Maheśa-dhāma está ubicado Hari-dhāma (la morada de Hari) y encima de ellos
está la propia residencia de Kṛṣṇa llamada Goloka. Yo adoro a Govinda, el Señor
primordial, quien ha designado a las respectivas autoridades de esos mundos.
Texto
44 - La energía externa de Māyā que es de la naturaleza de
la sombra de la potencia cit, es
adorada por las personas en general como Durgā, el agente creador, preservador
y destructor de este mundo material. Yo adoro a Govinda, el Señor primordial,
bajo cuya dirección se conduce Durgā misma.
Texto
45 - Así como la leche se transforma en yoghurt por la
acción de los ácidos, y aún así ese yoghurt no es lo mismo ni diferente de la
sustancia original, la leche, de la misma forma yo adoro a Govinda, el Señor
primordial, de quien el estado de Śambhu es una transformación para la
realización de la obra de la destrucción.
Texto
46 - La luz de una vela que se propaga a otras velas,
aunque brille separadamente de ellas, es la misma cualitativamente. Yo adoro a
Govinda, el Señor primordial, quien se manifiesta a Sí mismo igualmente en Sus
varias manifestaciones.
Texto
47 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien
asumiendo Su gran expansión que lleva el nombre de Śeṣa, repleto de todas las
potencias y reposando en el Océano Causal con la infinidad de mundos en los
poros de Su cabello, disfruta el sueño creativo (yoga-nidrā).
Texto
48 - Brahmā y otros señores de los mundos materiales,
apareciendo de los poros del cabello de Mahā Viṣṇu, permanecen vivos por la duración
de una exhalación de este último. Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, de
quien Mahā Viṣṇu es una expansión de la expansión.
Texto
49 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, de quien la
expansión plenaria Brahmā recibe su poder para regular el mundo material, así
como el Sol refleja alguna porción de su propia luz en la refulgencia de todas
las gemas que llevan el nombre de sūryakānta, etc.
Texto
50 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, cuyos pies
de loto siempre los sostiene Gaṇeśa sobre el par de bubones que están en su
cabeza de elefante, para así obtener el poder necesario para su función de
destruir todos los obstáculos del sendero del progreso de los tres mundos.
Texto
51 - Los tres mundos están compuestos de los nueve
elementos, el fuego, la tierra, el éter, el agua, el aire, la dirección, el
tiempo, el alma y la mente. Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, de quien
todo ello se origina, en quien existen y en quien entran en el momento de la
destrucción universal.
Texto
52 - El Sol, quien es el rey de todos los planetas, pleno
de infinita refulgencia, la imagen del alma buena, es como el ojo de este
mundo. Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, por cuya orden el Sol realiza
su viaje montado en la rueda del tiempo.
Texto
53 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien
confiere la fuerza que mantiene las potencias manifiestas que se encuentran en
todas las virtudes, todos los vicios, los Vedas, las
penitencias y todas las jīvas, desde
Brahmā hasta el más insignificante insecto.
Texto
54 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial, quien quema
hasta la raíz todas las actividades fruitivas de aquellos que están imbuidos de
devoción e imparcialmente dispone para cada uno el debido disfrute de los
resultados de sus propias actividades, según transitan la senda del trabajo de
acuerdo a las cadenas de sus actos previos, lo cual no es menos en el caso del
insignificante insecto llamado indragopa que
en el caso de Indra, el rey de los devas.
Texto
55 - Yo adoro a Govinda, el Señor primordial. Quienes
meditan en Él bajo la influencia de la ira, la pasión amorosa, el amor
fraterno, el temor, el afecto parental, la ilusión, la reverencia y el servicio
voluntario, obtienen formas corporales de acuerdo a la naturaleza de su
contemplación.
Texto
56 - Yo adoro ese lugar trascendental conocido como
Śvetadvīpa, donde como amorosas consortes las Lakṣmīs en su pura esencia
espiritual prestan amoroso servicio al Supremo Señor Kṛṣṇa como su único
amante; donde cada árbol es un trascendental árbol de los deseos, donde los
suelos están hechos de piedras de toque, toda agua es un néctar, cada palabra
una canción, cada paso una danza, la flauta es la constante compañera. Donde
una refulgencia plena de bienaventuranza trascendental se siente en todas
partes. Donde innumerables vacas lecheras proveen siempre trascendentales
océanos de leche, donde hay existencia eterna de tiempo trascendental
transcurriendo siempre en presente, sin pasado ni futuro, y ni siquiera existe
un momento que haya quedado atrás. Ese reino es conocido como Goloka solamente
por unas pocas almas autorealizadas de este mundo.
Texto
57 - Al escuchar estos himnos que contienen la esencia de
la verdad, el Supremo Señor Kṛṣṇa le dijo a Brahmā: -Brahmā, si sientes el
impulso de crear progenie que esté dotada del verdadero conocimiento de las
glorias de Dios, escucha de Mí, amado mío, esta ciencia que expongo en los
siguientes cinco ślokas.
Texto
58 - Cuando la experiencia pura espiritual es excitada por
medio del conocimiento y el servicio (bhakti), se
despierta la excelente devoción pura caracterizada por el amor a Dios, a Kṛṣṇa,
el amado de todas las almas.
Texto
59 - La más alta devoción se alcanza lenta y gradualmente
por el método de dedicarse constantemente en la autorealización, con la ayuda
de las escrituras reveladas, la conducta teísta y la perseverancia en la
práctica.
Texto
60 - Estas prácticas preliminares de devoción (sādhana
bhakti), son conducentes a la realización de la devoción amorosa. Esa
devoción amorosa es el mayor bienestar, va de la mano con el logro del estado
exclusivo de felicidad suprema y puede conducirte hacia Mi.
Texto
61 - Abandonando todas las prácticas meritorias, sírveme
con fe. La realización corresponderá con la naturaleza de la propia fe de cada
uno. La gente mundana actúa incesantemente en procura de algún ideal, pero por
meditar en Mí por estos medios, uno obtendrá devoción caracterizada por el amor
en la forma del servicio supremo.
Texto
62 - Escucha, oh Vidhi, Yo soy la semilla, el principio
fundamental de este mundo de objetos animados e inanimados. Yo soy el pradhāna (la
substancia de la materia), Yo soy prakṛti (la
causa material), y Yo soy puruṣa (la
causa eficiente). Esta ardiente energía que pertenece especialmente al Brahman,
a ti, también ha sido conferida por Mí. Es gracias a esta abrasadora energía
que tú controlas este mundo manifiesto de objetos animados e inanimados.